Poco después de que Fidel anunciara al mundo, el 31 de julio del 2006, las dificultades de salud que le impedían continuar al frente del gobierno cubano, el Director Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, John Negroponte, anunció la creación de una «misión especial» para supervisar las actividades de inteligencia en Cuba y Venezuela. […]
Poco después de que Fidel anunciara al mundo, el 31 de julio del 2006, las dificultades de salud que le impedían continuar al frente del gobierno cubano, el Director Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, John Negroponte, anunció la creación de una «misión especial» para supervisar las actividades de inteligencia en Cuba y Venezuela. Aunque la decisión se inscribe en la estrategia norteamericana de subversión contra ambos países, algo más parecía estar tras ella.
Se trataba, sin dudas, del intento de asimilar una derrota. Con un enorme aparato y sofisticados medios, la agencia no pudo poner al tanto por adelantado al gobierno norteamericano de una información de su máximo interés. Que hayan tenido que enterarse por el noticiero de la televisión cubana, era para ellos un fracaso profesional. Pero eso no es lo peor, sino el hecho de que la situación en la isla evolucionara con total normalidad luego de difundida la proclama del Comandante en Jefe, a pesar del acoso mediático y la furibunda actividad que tienen que haber desplegado inmediatamente después de difundirse la noticia.
Hoy, transcurridos cuatro años de la anunciada reestructuración, deben estar nuevamente ocupados en analizar por qué tampoco pudieron prever la intensa actividad que está desplegando Fidel. Cuando el 7 de julio de 2010, el líder de la Revolución Cubana visitó en La Habana el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, ninguno de sus enemigos pudo vaticinar la ofensiva ética e ideológica que se les avecinaba.
En su entrevista con periodistas venezolanos, Fidel apuntaba: «es muy difícil que alguien, un presidente en funciones, un líder de cualquier país en funciones, que debe atender tantas cosas, pueda dedicar el tiempo que yo he dedicado a pensar, en este problema». Es cierto, liberado de responsabilidades de gobierno, la capacidad política del líder cubano lejos de disminuir, se multiplica. Pero no es cualquier capacidad. Se trata de la experiencia acumulada durante más de sesenta años de lucha política y cincuenta de enfrentamiento invicto al imperio más poderoso de la historia. No sólo ningún político en ejercicio, tampoco ningún analista contemporáneo, está en semejantes condiciones para enfrentarse a las complejas realidades en curso.
Por otra parte, el presidente venezolano Hugo Chávez, luego de conversar durante cinco horas con él, acaba de afirmar que Fidel está «endemoniadamente bien», «lleno de vitalidad». Nada, que pronto habrá nuevas reestructuraciones en la CIA, pero esta vez no sólo en dirección a Cuba y Venezuela, porque la ofensiva de Fidel es global.
Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2010/08/27/se-esperan-reestructuraciones-en-la-cia/
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