Traducción para Rebelión de Matías Bru.
La situación securitaria en la Franja de Gaza atraviesa un estado de tensa calma tras los atentados de las últimas semanas, el último el 6 de abril, cuando un artefacto explosivo dirigido contra el aparato de la Seguridad Interna en el barrio de Sheij Radwan, resultó en daños sin heridos. Aunque nadie se atribuyó la responsabilidad de la explosión, Hamas y Fatah han intercambiado acusaciones sobre quién es el responsable.
De repente, estalló un nuevo conflicto entre partidarios del Estado Islámico (EI) y de Hamas que desató los temores de tensión en la seguridad, algo que Gaza no necesita dado el empeoramiento de su situación cotidiana.
La tensión entre Hamas y los partidarios del EI comenzó el 22 de febrero en el curso del diálogo mantenido entre el ex portavoz del Ministerio del Interior Islam Shahwan y los partidarios del EI, en el curso del cual se intercambiaron acusaciones tras la ejecución de los egipcios en Libia el 15 de febrero.
A principios de abril, las fuerzas de seguridad en Gaza arrestaron a varios partidarios del EI vinculados con los sangrientos enfrentamientos del campamento de refugiados de Yarmuk, en Siria, entre militantes del IS y las Brigadas Aknaf Bayt al-Maqdis que acabaron con decapitaciones y asesinatos de dirigentes de Hamas.
Al-Monitor ha sabido que uno de los detenidos es el sheij Adnan Mayyat, destacado teórico del yihadismo salafista, elogioso con las acciones del EI y opuesto a Hamas. Otros siete partidarios del EI fueron llamados a declarar.
Esta nueva ola de tensión entre Hamas y los salafistas ha hecho aflorar nuevamente sus diferencias ideológicas después de que ambos grupos llegaran a un acuerdo a mediados de 2013 para poner fin a sus diferencias y resolver cualquier problema entre ellos mediante el diálogo y el entendimiento, no mediante el intercambio de acusaciones.
A Hamas no le interesa que la sitiada Franja de Gaza se convierta en un lugar de exportación de la ideología del EI por temor a que Egipto e Israel le acusen de albergar a miembros de esa organización; Hamas ve que la coalición internacional se dirige contra EI dondequiera que esté.
El 6 de abril se hizo pública en Gaza una declaración de las familias de los detenidos salafistas en la que se señala que Hamas sigue lanzando campañas de detenciones contra sus hijos, lo que podría dar lugar a una escalada de los acontecimientos que nadie desea.
Sin embargo, Iyad al-Bozom, portavoz del Ministerio del Interior en Gaza, señalaba a Al-Monitor que «[…] Las fuerzas de seguridad no han puesto en marcha ninguna campaña de arrestos contra nadie; lo que ocurrió fue la detención de una persona, Adnan Mayyat, por negarse a comparecer ante las fuerzas de seguridad tras haber sido citado en dos ocasiones para que aclarase determinadas cuestiones. Fue puesto en libertad el 9 de abril»-
Y agregó: «No hay presencia del EI en Gaza. La intimidación que pretenden ciertos medios de comunicación no es del todo cierta».
Youssef Rizqa, ex ministro de Información del gobierno de Hamas y asesor político de Ismail Haniyeh, sostuvo ante Al-Monitor que «[…] Las noticias sobre las detenciones de partidarios del EI son exageradas ya que no existen grupos extremistas en Gaza».
La reiterada negativa expresada por Hamas sobre la existencia de miembros del EI en la Franja de Gaza parece dirigida a refutar las acusaciones israelíes y egipcias sobre la presencia del EI en la Franja desde que miembros de ese grupo huyeran de la Península del Sinaí. Pero existe una cierta convicción de que los partidarios del EI están en la Franja de Gaza a pesar de que no puedan utilizar el nombre formal de su grupo. Su ideología, sus discursos y sus manifestaciones demuestran que pertenecen al grupo de una manera u otra.
Uno de los indicadores que señalan la presencia de una «infraestructura del EI» en Gaza son los artefactos explosivos que se colocaron detrás del Centro Cultural Francés en Gaza en diciembre pasado y las amenazas que algunos académicos y periodistas recibieron del EI el mismo mes.
La última operación efectiva llevada a cabo por los partidarios del EI en Gaza se produjo 19 de enero cuando se manifestaron hacia el Centro Cultural Francés para protestar contra las caricaturas de Charlie Hebdo que insultaban al profeta Mahoma.
Un funcionario de la seguridad de Gaza informó a Al-Monitor en condición de anonimato de que «[…] Las fuerzas de seguridad siguieron de cerca el apoyo de los islamistas a la ofensiva militar del EI en el campo de refugiados de Yarmuk. Emitieron declaraciones en apoyo a lo que está pasando allí, incluidas las masacres contra los palestinos, y algunos predicaron en las mezquitas alabando el papel y las acciones del EI».
El campo de refugiados de Yarmuk, en Siria fue atacado a principios de abril por militantes del EI que asesinaron a decenas de palestinos y a un funcionario de Hamas, Yahya al-Hurani, lo que desató enfrentamientos violentos entre el grupo Ansar Bayt al-Maqdis, afiliado a Hamas, y los militantes del EI.
Los enfrentamientos armados entre Hamas y el EI continuaron en el sur de Damasco pero los enfrentamientos verbales y el intercambio de acusaciones se originaron en la Franja de Gaza, sobre todo en las plataformas de las redes sociales, donde cuadros de Hamas lanzaron una campaña mediática contra el EI .
El ex director de relaciones públicas del Ministerio del Interior, Ibrahim Salah, acusó al EI el 7 de abril de distorsionar el islam con sus acciones.
Bozom escribió algunas palabras duras en su página de Facebook el 6 de abril: «El EI no es más que un fenómeno pasajero y un instrumento artificial que va en contra de la cultura humana y de la religión. No sobrevivirá».
Las batallas libradas por los miembros del EI contra Estados Unidos y contra las fuerzas sirias e iraquíes han recibido un amplio reconocimiento por parte de algunos miembros de Hamas porque demuestran el poder de los militantes del EI y su capacidad para conseguir golpear duramente contra los ejércitos que los combaten en más de un país.
Sin embargo, entre los círculos de Hamas opuestos al EI se llegó a un acuerdo sobre la base de las batallas de Yarmuk, una vez que quedó claro que el enfrentamiento actual es entre la presencia que queda de Hamas en Siria y los militantes del EI. Ello significa que el grupo no exime a ninguno de sus oponentes, ni siquiera a Hamas; el EI combatió contra los miembros del movimiento e incluso decapitó a algunos de ellos.
La tensión entre Hamas y el EI dio otro giro cuando los predicadores centraron su sermón del viernes 10 de abril en lo que calificaron de «atrocidades» cometidas por los miembros del grupo, y rechazaron sus acusaciones de que Hamas no acata la sharia. Asimismo, dijeron que los miembros del EI no conocen plenamente los conceptos del islam ni los principios de la sharia.
En entrevista con Al-Monitor, Hassan al-Saifi, subsecretario del Ministerio de Awqaf [Asuntos religiosos] en Gaza, anunció la «puesta en marcha de una campaña en los sermones del viernes para luchar contra la ideología extremista y promover las enseñanzas religiosas con la que los predicadores tratarán de educar a la gente a través de un pensamiento correcto y moderado, y alejado del apoyo a la ideología takfirí y de aquellos que la adoptan».
Aunque Hamas ha puesto en libertad a los partidarios del EI que había detenido, el ambiente en la Franja de Gaza es bastante tenso y cauteloso debido a la polarización y a las acusaciones. Además, la auto-confianza de los partidarios del EI aumenta cada vez que el grupo ataca con éxito en Siria, Egipto e Iraq
Sin embargo, puede que Hamas se vea forzado esta vez a dejar de resolver las diferencias con los grupos salafistas a través del diálogo y el debate como hace normalmente si considera que los atentados amenazan la seguridad de Gaza. Hamas podría recurrir a una solución de seguridad contra los partidarios del EI por mucho que no desee una confrontación interna y habida cuenta de las informaciones sobre la presencia de decenas de militantes con los que una confrontación está condenada a acabar con pérdidas.