Tel Aviv, 19 de agosto. Unos 800 presos de dos cárceles más de Israel se sumaron a la huelga de hambre que llevan a cabo los reos palestinos en protesta por las condiciones de cautiverio, lo que elevaría el número a 2 mil 700, al tiempo que el presidente palestino Yasser Arafat renovó su pedido […]
Tel Aviv, 19 de agosto. Unos 800 presos de dos cárceles más de Israel se sumaron a la huelga de hambre que llevan a cabo los reos palestinos en protesta por las condiciones de cautiverio, lo que elevaría el número a 2 mil 700, al tiempo que el presidente palestino Yasser Arafat renovó su pedido a Israel de un cese el fuego y la reanudación de las negociaciones.
Los «presos de seguridad» palestinos exigen que se ponga fin a los vergonzosos controles de las visitas, así como tener mayor contacto con quienes los van a ver sin que medie un cristal, además de contar con teléfonos.
En Ramallah, Cisjordania, el presidente palestino Yasser Arafat se negó a firmar un decreto sobre reformas para combatir la corrupción en la Autoridad Nacional Palestina (ANP), presentado por legisladores tras su discurso del miércoles en el que admitió que cometió errores.
«Lo que declaró es muy bonito, pero nosotros necesitamos decisiones presidenciales para llevar a la práctica lo que ha dicho», dijo un parlamentario al término de una reunión celebrada con el presidente.
Ante esto, 12 miembros del Consejo Legislativo Palestino enviaron una carta al presidente del organismo para instarlo a que suspenda las sesiones hasta que Arafat adopte las reformas.
Este día, Arafat renovó a Israel su demanda de un cese el fuego y retomar las negociaciones, en una declaración enviada a la reunión ministerial del Movimiento de los No Alineados (NOAL), en Sudáfrica.
El gobernante palestino reiteró que «la violencia y el poder puro no son el camino correcto para una solución pacífica», y añadió que las negociaciones son la única respuesta.
En la reunión, el NOAL pidió a los 114 estados miembros aplicar sanciones contra Israel, y poner en una lista negra a compañías involucradas en la construcción del muro de separación que levanta el gobierno israelí en Cisjordania.
En Israel, en tanto, el primer ministro Ariel Sharon afirmó que proseguirá con su plan de retirada de la franja de Gaza, no obstante el fracaso que sufrió ante la convención de su partido, el Likud.
«El primer ministro seguirá con la aplicación de su plan, así como con los contactos con los egipcios y la construcción de la barda de seguridad», afirmó un responsable de la presidencia del consejo.
Sharon también se ocupará de constituir una mayoría estable para continuar por esta vía, en referencia a sus esfuerzos para incluir al Partido Laborista en el gobierno.
Los miembros de la convención rechazaron la víspera una propuesta de Sharon para incluir a los laboristas en su gobierno, lo que le habría permitido disponer de una mayoría parlamentaria para poner en marcha su plan de retirada de la franja de Gaza.
Esta derrota es la segunda que sufre Sharon en su partido, luego de que en mayo fue rechazado su plan de retirada en un referéndum.
El líder de los laboristas, Shimon Peres, que favorece la retirada israelí de la franja de Gaza, pidió este día la celebración de elecciones adelantadas, al afirmar que no se puede aceptar que el destino del Estado esté en manos de algunas personas opuestas a la voluntad de la mayoría del país que es favorable al plan de Sharon.
De su lado, el Tribunal Supremo de Justicia exoneró a Sharon de un juicio por un caso de soborno, que involucra a su hijo Gilad en un proyecto para construir un complejo turístico en una isla griega.
La violencia israelí continuó y un palestino de 16 años perdió la vida y otro de 11 años fue herido en Rafah, franja de Gaza, por el ejército israelí que destruyó una fábrica y varias casas palestinas.
El ejército, además, dividió en tres ese territorio e instaló puestos de control en cada uno de ellos con fin de impedir el paso de activistas palestinos a Israel, después de reiterados disparos de cohetes Qassam contra colonias judías en la franja de Gaza y contra territorio israelí.