Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Según un informe de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios [1], sesenta mil palestinos que viven en el ocupado Jerusalén este corren peligro de que las autoridades israelíes de ocupación demuelan sus casas.
En informe señala que desde la ocupación de Jerusalén este por parte de Israel en 1967 éste se lo ha anexionado ilegalmente, ha restringido el desarrollo palestino y ha confiscado más de un tercio de la zona para construir asentamientos israelíes en violación del derecho humanitario internacional.
El informe afirma además que «sólo el 13% de la zona anexionada está actualmente declarada por las autoridades israelíes zona de construcción para los palestinos en la que los estos tienen posibilidad de obtener un permiso de construcción» e indica que gran parte de esta zona ya está construida y que obtener el permiso es complicado y caro. Por consiguiente, los palestinos se ven obligados a construir «en su tierra sin permiso para poder satisfacer sus necesidades de vivienda», afirma el informe al tiempo que pone de relieve que «al menos el 28% de las casas palestinas en Jerusalén este han sido construidas violando los requisitos de zona israelíes» lo que hace que unos 60.000 palestinos en Jerusalén este corran peligro de que sus casas sean demolidas.
El informe señala que «según estadísticas oficiales, sólo entre 2000 y 2008 las autoridades israelíes han demolido en Jerusalén este más de 670 estructuras que eran propiedad de palestinos debido a la falta de permiso. Noventa de estas estructuras fueron demolidas en 2008, lo que supuso el desplazamiento de unos 400 palestinos».
En el informe se expresa la preocupación por las zonas que se enfrentan a demoliciones masivas como «la zona de Tel al Foul en Beit Hanina, Khalet el ‘Ein en At Tur, Al Abbasiya en Ath Thuri y and Wadi Yasul entre Jabal al Mukabbir y Ath Thuri» que afectan todas ellas «a más de 3.600 personas»
En informe añade que esta política va más allá de Jerusalén este hasta incluir la Zona C en la que está estrictamente limitada la construcción palestina.
Por último, el informe hace un llamamiento a las autoridades israelíes para que «congelen todas las órdenes de demolición pendientes y emprendan una planificación que tenga en cuenta la crisis de vivienda que sufren los palestinos en Jerusalén este», además de exigir que se apoye a las familias cuyas casas han sido demolidas y a las comunidades palestinas que tratan de desafiar las restricciones de las autoridades de ocupación.
[1]http://www.ochaopt.org/
Enlace con el original: www.palestine-info.co.uk/en/
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