[El domingo 6 de enero de 2013, Bachar el-Assad reunía a sus partidarios en la Casa de la Cultura y de las Artes en Damasco para repetir su cantinela habitual: «Hacemos frente ahora a un estado de guerra en todos los sentidos del término, una agresión exterior, más criminal y peligrosa que una guerra convencional». […]
[El domingo 6 de enero de 2013, Bachar el-Assad reunía a sus partidarios en la Casa de la Cultura y de las Artes en Damasco para repetir su cantinela habitual: «Hacemos frente ahora a un estado de guerra en todos los sentidos del término, una agresión exterior, más criminal y peligrosa que una guerra convencional». Uno de los hilos rojos de su discurso consiste en poner de relieve el papel de los yihaidistas en el conflicto actual. Eso de forma pareja a una acentuación, por los caciques del régimen, de la dimensión confesional del enfrentamiento, lo que tiene por función legitimar las peores masacres, algo consustancial a ese tipo de régimen.
Más de un analista, cualesquiera que sean sus matices o diferencias, ha constatado que la falta de un armamento antiaéreo y anticarro, aunque fuera limitado, es uno de los factores importantes del «impasse» militar. Khattar Abou Diab (Universidad París Sud) afirma: «Los países occidentales habían planteado como condición para ayudar a la oposición que ésta lograra su unidad y hablara con una sola voz. La oposición ha constituido una Coalición nacional, pero sin embargo no ha recibido las armas, sobre todo las antiaéreas, que se les había prometido».
Publicamos a continuación, una entrevista con Michel Kilo que, en 1999, participó en la iniciativa de la creación de los comités de la sociedad civil. Fue detenido en 2006 y liberado en 2009. Michel Kilo, en enero de 2012, planteaba aún el diálogo con el régimen. En una entrevista con Le Figaro el 17/01/2012 a la pregunta de ¿Diálogo con quién? respondía así: «Con todo el mundo, incluso con el régimen. El objetivo era ganar a nuestra causa a nuevas capas de la población. Por supuesto el régimen se habría negado a ceder. Pero ese era justamente el objetivo: mostrar a los indecisos que había una solución política y que el régimen la rechazaba. Entonces, salir a la calle era legítimo». La entrevista que reproducimos refleja a su manera todas las dramáticas dificultades de la situación en Siria y de las diversas opciones de la «oposición», uno de cuyos elementos está representado por Michel Kilo, que actualmente vive en París con su familia. Esta entrevista por Skype ha sido efectuada por la página Syria Deeply. Redacción de A l´encontre].
-Syria Deply: ¿Apoya Vd. oficialmente a la Coalición Nacional Siria? ¿Cuáles son en su opinión sus fuerzas y debilidades?
-Michel Kilo: No soy miembro de la CNS porque pienso que su debilidad se basa en la desproporcionada representación del movimiento islámico en su seno. No representa las diversas tendencias de las fuerzas de la oposición, en particular sus componentes laicas y democráticas.
-¿Cómo valora Vd. la situación militar en Siria?
-Constato un lento desplazamiento de la correlación de fuerzas entre la oposición y el régimen, con la posibilidad de numerosos giros imprevistos. Esta situación comprende operaciones desesperadas [del régimen Assad], como la utilización de armas prohibidas internacionalmente, mientras pierde el control de cada vez más territorio sirio. Los combates se desarrollan ya en Damasco, rodeando los principales centros de poder.
-¿Tiene Vd. alguna esperanza en una situación negociada? ¿Cuál sería el mejor escenario?
-Si, tengo una esperanza limitada en la posibilidad de una solución negociada. Algunos miembros del sistema se han disociado del régimen de Assad e incluso se han reconciliado con la oposición, aceptando incluso una transición hacia un régimen democrático.
-¿Cómo impediría Vd. las luchas entre los sunitas y los alauitas? ¿Es posible? ¿Hay alguna esperanza?
-No sé como podemos impedir enfrentamientos confesionales sin un programa nacional que intente implicar a todas las partes. Este programa integrador no existe hoy, porque la oposición no ha sido capaz de aprovechar la oportunidad de elaborarlo y ponerlo en marcha anteriormente. Pienso que hoy tenemos necesidad de una especie de programa que anime a todo el mundo a cooperar en un proyecto nacional común a fin de frenar un conflicto confesional o, al menos, limitar la posibilidad de su estallido.
-¿Piensa Vd que hay miembros del régimen actual que podrían o que deberían permanecer en Sira en el futuro?
-Sí, hay gente que puede jugar un papel en el futuro de Siria… algunos de los que están actualmente en el poder, en particular los que están apartándose del régimen y del clan Assad para sumarse al pueblo.
-¿Qué es lo que mantiene actualmente en pie el régimen de Assad?
-La resistencia y la fuerza militar de Assad deriva del apoyo de China, de Rusia y de Irán, así como de la ausencia de una oposición de Occidente frente a este apoyo. Esto permite a esos tres países proseguir su apoyo sin encontrar ningún obstáculo real. De este modo se ha dado luz verde a Assad, lo que le permite oprimir al pueblo y destruir Siria.
-¿Piensa Vd que el régimen Assad, para su supervivencia política, va a hacer uso de armas químicas?
-Sí, pienso que no hay duda de que utilizaría todo tipo de armas, incluso armas químicas, porque no respeta las vidas ni los derechos de los seres humanos. Si esto no fuera así no habría destruido su país.
-¿Cómo piensa Vd que Assad va a desaparecer del escenario?
-Mi temor es que vayamos a pasar de un conflicto que tiene por objetivo derrocar el régimen de Assad a un nuevo conflicto, que adopte el aspecto de una guerra civil y desemboque en un caos, político y armado. No debemos tampoco olvidar que Siria está destruida y que la mayor parte de la gente no tiene domicilio, pasa hambre o está desplazada. Este es un contexto favorable a ese tipo de caos.
-¿Cuál es su mayor temor respecto a la próxima fase en Siria?
-Assad pretende lograr una victoria decisiva sobre su pueblo. Es el objetivo de la guerra realizada desde hace cerca de dos años. Eso excluye todo tipo de soluciones políticas propuestas por la oposición. Se imagina que pude aún ganar la guerra.
-¿Qué debería hacer la comunidad internacional por Siria?
-La comunidad internacional debería afirmar posiciones claras, prácticas y útiles a fin de parar los asesinatos en Siria, así como trabajar resueltamente por una solución política a la crisis. Las grandes potencias han demostrado su incapacidad para hacer algo, abandonando sus responsabilidades con el pretexto de que hay una oposición débil y una sociedad siria dividida.
-Si Vd pudiera llamar al presidente de los Estados Unidos Barack Obama y pedirle que diera un cambio en su política sobre Siria, ¿cuál sería su mensaje?
-Le diría que se comprometiera en favor de lo que no deja de repetir, es decir, que la política americana debería estar fundada en el respeto de los derechos humanos, en todas partes.
-¿Debería la comunidad internacional poner en pie una zona de exclusión aérea en el norte de Siria? ¿Debería el mundo intervenir para expulsar de los cielos las fuerzas aéreas del régimen?
-Pienso que no tenemos necesidad de ello. El pueblo sirio ha probado durante los dos últimos años que podía defender sus casas sin interferencias exteriores y que podía hacerlo con el mínimo de armas necesario para la victoria. No depende de países extranjeros para obtener su libertad. La gente piensa que los países occidentales no desean que Assad se vaya y que permanecerá hasta que destruya el conjunto de la sociedad y de lo que constituye su cohesión relativa.
Fuente original: http://alencontre.org/moyenorient/syrie/syrie-il-faudrait-un-programme-national-commun.html
Traducción: Faustino Eguberri para VIENTO SUR