Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Lo más probable es que a Vds. les produzca ya tanto agotamiento oír hablar de Israel como a mí escribir sobre él. Sin embargo, se supone que acaba de cumplirse el aniversario del gran día en que Ben Gurion declaró la independencia de Israel. No sé a qué vino declarar la independencia porque no había ningún Israel que liberar de no se sabe qué fuerzas de las tinieblas que les habían despojado como no fueran las de sus historias manipuladoras. Pero así lo declaró y hoy celebramos 60 años de genocidio contra el pueblo palestino que vivía sobre esa tierra -y que lo venía haciendo desde cientos y cientos y cientos de años- y al que, hasta este mismo día, se ha venido asesinando, forzando al exilio y difamando sin pausa. Durante todo este largo proceso fueron exterminando todas las huellas de la existencia palestina y cambiando los nombres de todas las ciudades.
Cuando echo mano del «Compendio de Visible sobre Normas de Guerra y Compromisos Jurídicos», veo que en la página 365, párrafo 2, dice: «Se entiende que cuando un pueblo es atacado y arrojado de su país, ese pueblo tiene derecho a rechazar a su agresor por todos los medios necesarios hasta conseguir recuperar su tierra. Esto puede considerarse como una constante consensuada a nivel universal similar al derecho a la autodefensa y a la protección espacial».
Hasta que Palestina sea restaurada, los palestinos tienen derecho a utilizar cuantas armas posean para echar al invasor. Si todo lo que tienen son piedras y palos y cinturones suicidas, entonces todo eso es perfectamente legítimo, a la vez que también representa un indicador del coraje y valor que el invasor no posee. Existe una creencia comúnmente compartida, y a menudo repetida entre los grupos de rabiosos colonos y por los neocon israelíes, que postula que Palestina no existe ni tampoco los palestinos. Sin embargo, que quieran creer eso no convierte eso en cierto. Se podría preguntar a Galileo. Y… uno ha de tener en cuenta que la verdad no te defiende de aquellos a quienes gustaría preguntar cuántas divisiones podría tener el Papa. [*]
Israel es como una especie de mono grande tratando incesantemente de machacar los cerebros y para ello no para de chillar y arrojar estiércol desde los árboles sobre todo el mundo, sin excepción. Eso hace que el pueblo judío aparezca como el que ha sufrido el peor y único holocausto de la historia y por ese motivo es por el que se le permite practicar una feroz matanza a perpetuidad. Esa fue la intención de los sionistas que ayudaron e incitaron el presente holocausto hasta llegar al momento actual.
No obstante, si echan mano de la historia, verán y comprobarán que no han sido los únicos en sus padecimientos. Nadie sabe cuántos pueblos nativos se extinguieron en América durante los muchos cientos de años de saqueo y genocidio. No puedo recordar ahora donde conseguí los datos que les expongo a continuación, pero ya que se refieren a documentos publicados, pueden comprobarse; mis disculpas hacia la fuente por no recordar quienes eran (si es que en algún momento me enteré):
Coe, Snow and Benson, «Atlas of Ancient America» (1986): Población total precolombina: 40 millones.
Mexico: Población original, entre 11 y 25 millones («la cifra más baja inspira más confianza») descendió a 1,25 millones (1625).
Perú: La población descendió desde 9 millones (1533) a menos de 500.000 (a principios del siglo XVII).
Brasil: Población original entre 2,5 a 5 millones («comentaristas recientes favorecen la cifra más alta») descendió a 1 millón.
Máximo Livi-Bacci, «Concise History of World Population» History 2d (1996):
Mexico: la población descendió desde 6,3 millones (1548) a 1,9 millones (1580) a 1 millón (1605).
Perú: la población descendió de 1,3 millones (1572) a 600.00 (1620).
EEUU: De 5 millones (1500) a 60.000 (1800) [probablemente sean 600.000 porque cita a Thornton].
R.J. Rummel estima que 13.778.000 de indios americanos murieron por democidio [**] durante los siglos XVI a XIX: Cifra total de muertos entre los nativos americanos en la época colonial: 49,5 millones de una población de 55 millones anterior a la llegada de los colonizadores. Democidio: 5 millones.
Democidios entre los indios en la era post-colonial: 8.673.000. Democidios en EEUU: 15.000.
Skidmore&Smith, «Modern Latin America» (1997):
Mexico: la población descendió de 25 millones (1519) a 16,8 millones (1523) a 1,9 (1580) a 1 millón (1605).
Perú: de 1,3 millones (1570, cuarenta años después de la Conquista) a 600.000.
Panamá, entre 1514-1530: 2 millones de indios asesinados.
Mexico: Centro: de 25 millones (1519) a 1,3 millones (1595). Sureste: de 1,7 millones a 240.000. Norte: de 2,5 millones a 320.000.
Perú, siglo XVI: entre 8,5 millones y 13,5 millones de indios diezmados.
Fredric Wertham, «A Sign For Cain: An Exploration of Human Violence (1996): la cifra de muertos en Sudamérica fue de 15 millones de nativos».
Entre 10 y 28 millones de negros fueron transportados al Nuevo Mundo como esclavos. Pueden utilizarse diversas disciplinas matemáticas para calcular el número añadido de los nacidos y muertos en cautividad. No necesito añadir más ejemplos (aunque los hay a montones), sólo mencionar que en El Congo la cifra de muertos se aproxima a los 6 millones.
Dadas las pruebas irrefutables que conectan a Israel con los ataques del 11-S, así como diversas conexiones circunstanciales con los ataques del metro de Londres y los trenes de Madrid, y observando el terrible ascenso de las cifras de muertos y desplazados desde Afganistán a Iraq y al Líbano, uno podría decir que Israel sí es único en el grado de sufrimiento que ha causado a lo largo de sus sesenta años de existencia. Teniendo en cuenta que todos los conflictos mencionados fueron maquinados por los neocon sionistas en EEUU e Israel, a uno sólo le queda quedarse espantosamente sobrecogido ante esta terrible máquina de muerte y destrucción llamada Israel.
Todo lo que vengo diciendo hasta ahora se basa en algo más que en meras opiniones personales. Gran parte son hechos incontrovertibles que han sido publicados en los mismos medios controlados por esa fuerza siniestra.
Cada vez estoy más harto de hablar de esa inhumana nación de matones. Cada vez estoy más harto de leer miles de noticias que añaden más peso a las cosas que he dicho. No me divierten nada los pronunciamientos públicos de esa panda de la Casa Blanca que declara que Olmert es un hombre honesto; que ha sacrificado su afición personal al golf en aras de la guerra y que desea estar combatiendo junto a las tropas porque eso debe parecerle una especie de videojuego excitante. Eso es todo lo que se les ocurre pensar.
Que el pueblo estadounidense pueda continuar soportando y apoyando a su criminal gobierno me hace preguntarme si es que actualmente no existen límites al servilismo y a la estupidez. Que hombres y mujeres supuestamente inteligentes e informados puedan ignorar toda esa continuada hipocresía y malintencionada distorsión de la verdad, que puedan estar sirviendo a los intereses de un poder extranjero contra los intereses de su propia nación, es algo que se me escapa de toda comprensión. Que la gente pueda rechazar todo lo que cualquier mente razonable y inquisitiva podría mostrarles como verdad es algo inconcebible. ¿Cómo es posible esa desconexión psicópata entre la actuación asesina de sus dirigentes y su propia y vergonzosa conspiración silenciosa?
Hoy lo que yo quiero celebrar es la demostración de valor del pueblo palestino y su capacidad de resistencia contra viento y marea. Hoy mi corazón se une al corazón de Palestina en la ferviente esperanza de que un día termine el estado actual de cosas. Hoy quiero gritar: ¡¡¡QUE VERGÜENZA!!! a los aniquiladores inmisericordes de la vida y la humana decencia; una decencia que asesinaron tiempo ha en ellos mismos. Hoy grito: «J’accuse», de la misma forma en que la historia lo hará y todos aquellos que aborden todo este horror con la suficiente distancia para que el temor a la censura y a la pérdida no silencie más sus plumas y sus lenguas.
Como ser humano que no cierra los ojos a la realidad, te condeno Israel. Como ser humano que presencia como uno más tus horribles crímenes contra la humanidad. La abominación en que te has convertido no durará siempre. Todos los tiranos tienen su fecha de caducidad y la vuestra llegará con rapidez. Aquellos que celebran y apoyan a ese estado travestido serán bienvenidos para que compartan con vosotros vuestro destino. Palestina, tu día llegará.
Cantadlo muy alto.
N. de la T.:
[*] Se refiere a la frase de José Stalin, que le preguntó a un asesor: ¿Cuántas divisiones tiene el Papa?
[**] Democidio es un término creado por el investigador político R. J. Rummel con la intención de crear un concepto más amplio que la definición legal de genocidio. El democidio se define como «el asesinato de cualquier persona o personas por parte de un gobierno, incluyendo genocidio, asesinatos políticos y asesinatos masivos».
Enlace con texto original en inglés:
http://smokingmirrors.blogspot.com/2008/05/sixty-years-of-bloodshed-treachery-and.html