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Shimon Peres: asesino, mentiroso e hipócrita

Fuentes: The Palestinian Information Center

Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos


Una vez más nos ofenden unas despreciables declaraciones de Shimon Peres, el embustero y anciano presidente israelí que se ha pasado la vida sirviendo a la funesta empresa sionista.

En unas declaraciones hechas en Roma el viernes 5 de septiembre [de 2008], Peres hacía un llamamiento a prohibir que Hamas participe en cualquiera de las elecciones que se celebren en la ocupada Palestina hasta que este grupo ponga fin a toda forma de resistencia contra las ocupación israelí similar a los nazis.

[En sus declaraciones] Peres ignoró completamente el prologado reino del asesinato y del terror que durante demasiado tiempo ha infligido a los desvalidos y prácticamente indefensos palestinos un Estado moralmente cruel que cree que los acontecimientos que tuvieron lugar en Europa hace más de seis décadas justifican la limpieza étnica genocida que se está imponiendo a las víctimas del sionismo.

Peres, que por lo visto nos hacía creer que Israel es un oasis de justicia y libertad en Oriente Próximo, también acusó al movimiento islámico palestino de «intolerancia» al permitir un «terrorismo religioso y militar» que, según Peres, es incompatible con los valores democráticos.

Peres, a quien se atribuye la introducción de las armas nucleares en Oriente Próximo a través de la «conexión francesa», acusó a Hamas de estar obstaculizando la paz entre Israel y la Autoridad Palestina (AP) respaldada por Estados Unidos al sugerir que el «extremismo» de Hamas era la principal razón de la renuencia la AP a firmar un tratado formal de paz con Israel.

Peres pasó por alto el hecho de que Israel ha estado más de 20 años sin Hamas (1967-1987) y otros 19 años durante los cuales Hamas era más o menos débil o estaba neutralizado (1987-2006), pero en vez de hacer la paz con los dirigentes palestinos, concretamente con la OLP, el Estado sionista estaba muy ocupado construyendo asentamientos sólo para judíos y carreteras sólo para judíos en una tierra que pertenece a otro pueblo.

Es más, las observaciones de Peres son de un descaro descomunal. Al fin y al cabo, él mismo es un despreciable asesino que tiene las manos manchadas de la sangre de muchas personas inocentes. También es un mentiroso patológico y un hipócrita absoluto.

El hecho de que en muchas capitales se le tenga respeto realmente no lo hace menos criminal.

Es más, para Peres invocar los ideales de los derechos humanos y de la democracia contra las atormentadas víctimas de Israel, los palestinos, se parece mucho a tener los gustos de Adolph Hitler y Joseph Stalin de sermonear a sus propias víctimas acerca de la santidad de la vida humana.

Al fin y al cabo, no hay diferencia de esencia moral entre el nefando trato dado por Israel a los palestinos, como en el caso de Gaza, y el comportamiento nazi durante la Segunda Guerra Mundial.

En realidad, la principal diferencia no radica en la calidad de mal cometido, sino su mera magnitud.

No nos dejemos embaucar y engañar por este anciano mentiroso que en lo más profundo de su corazón sabe muy bien que si no fuera por el inherentemente injusto sistema internacional, él y otros dirigentes israelíes serían enviados, como animales salvajes drogados, al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya para ser juzgados por sus diabólicos actos de asesinato y de terror.

Peres y casi todos los otros dirigentes sionistas desde Ben Gurion siempre han sido unos asesinos despreciables y mentirosos. Y lo siguen siendo.

El propio Peres es un autor de matanzas por excelencia. En 1996, durante el breve periodo en que fue primer ministro tras el asesinato de Yitzhak Rabin, ordenó al ejército israelí bombardear el cuartel general de la UNIFIL* en la ciudad de Qana, al sur de Líbano.

Y mientras la obscena matanza que resultó del ataque conmocionó la conciencia del mundo, Peres y sus colegas estuvieron muy ocupados desviando las culpas y fraguando excusas. Resulta muy interesante que Peres nunca se haya disculpado por este horrible crimen y que Israel nunca haya pensado siquiera en compensar a las familias de las víctimas. Aparentemente, en el léxico sionista no existe la frase «mea culpa».

Por lo que se refiere al patológico llamamiento de Peres a prohibir a Hamas participar en unas futuras elecciones en Palestina, el presidente israelí debe saber que sin Hamas no puede haber elecciones en los territorios ocupados.

Es más, ¿qué tipo de elecciones tendrían los palestinos de Cisjordania y Gaza si sólo se permite presentarse a los agentes de Israel y Estados Unidos?

O quizá el héroe de Qana cree que la democracia palestina no debería ir más allá de permitir a las masas elegir un Judenrat** que atormente al pueblo palestino en nombre de Israel como ya está haciendo el régimen de Ramala.

Además, está claro como el agua que Peres está siendo escandalosamente contradictorio en relación a si se debería permitir que grupos «anti-democráticos» participen en las elecciones.

Hay que recordar, en caso de que se haya olvidado, que da la casualidad de que varias facciones políticas y partidos israelíes que participan en las elecciones son grupos terroristas hechos y derechos que llaman abiertamente a la expulsión, la esclavización o el exterminio de los no-judíos en Palestina-Israel. Así pues, ¿por qué no se prohíbe a estos grupos que se presenten a las elecciones israelíes?

¿Qué les perece el manifiestamente fascista MIFDAl (Partido Nacional Religioso), que llama abiertamente a deportar a todos los palestinos a Jordania y a otros países árabes? ¿Y la Unión Nacional, el partido casi nazi cuyos dirigentes abogan por privar de sus derechos a los no-judíos y bombardear por saturación los centros de población palestinos? ¿Y el partido de Mikhail Kleiner, que considera a Jordania » la parte Este de Israel»? ¿Y de los miembros israelíes del Knesset, como Aryeh Eldad, que afirman abiertamente que los no-judíos no son seres humanos completos? ¿Y esos muchos rabinos de Merkaz Harav (la Escuela Talmúdica en Jerusalén), que enseñan a sus alumnos que en tiempo de guerra los niños y civiles no-judíos pueden ser asesinados en masa?

Y ¿qué les parecen los architerroristas como Baruch Marzel y sus seguidores? ¿Por qué Israel, que afirma ser la única democracia verdadera en Oriente Próximo, permite a estos matones que participen en las elecciones?

Además, ¿no se da cuenta Peres de que su propio partido, Kadima, está formado por auténticos terroristas y criminales de guerra, personas que en cualquier otro país que se respete a sí mismo serían arrojados tras los barrotes de la cárcel?

Desafío a Peres a decirnos el nombre de un primer ministro o ministro de Asuntos Exteriores israelí que no sea un criminal de guerra.

Consideremos, por ejemplo, a los tres últimos primeros ministros israelíes, Ehud Olmert, Ariel Sharon y Ehud Barak.

El primero ordenó a las fuerzas aéreas israelíes que arrojasen tres millones de bombas de racimo en el sur de Líbano. Para quienes no lo sepan, tres millones de bombas bastan para matar y mutilar a tres millones de niños. En Gaza, Olmert ordenó a su ejército que matara a civiles palestinos inocentes por miles y que dejara morir de hambre a cientos de miles de personas inocentes porque habían elegido a un partido político que no le gustaba a Israel.

¿Y Sharon? Bien, conocemos de sobra el oscuro legado de este vil criminal de guerra probado.

Y Barak, el bien conocido asesino de niños que con sus propias manos asesinó a escritores e intelectuales palestinos en Beirut y que ordenó a sus soldados que abrieran fuego contra manifestantes palestinos desarmados. Éste es el hombre que tuvo que apelar a los instintos sádicos más primitivos del público israelí para ser popular y resultar elegido.

A decir verdad, el propio Israel es un crimen contra la humanidad y sus dirigentes son viles criminales de guerra. Como tales, son absolutamente indignos de hablar de derechos humanos y de valores democráticos.

Notas de la traductora

* La UNIFIL es una fuerza de interposición de Naciones Unidas «creada por su Consejo de Seguridad en 1979 para confirmar la retirada israelí de Líbano, restaurar la paz y la seguridad, y ayudar al gobieno libanés a restaurar su autoridad en la zona», http://www.un.org/depts/dpko/missions/unifil/

** Los Judenrat eran los consejos de judíos. Se encargaban de hacer cumplir las reglas nazis dentro de las comunidades judías durante la Segunda Guerra Mundial.

Enlace con el original:

http://www.palestine-info.co.uk/en/default.aspx?xyz=U6Qq7k%2bcOd87MDI46m9rUxJEpMO%2bi1s78%2b7DkDMDXhp095D404h3X40J7Z452FUpQRumw2Y7JKYexJ4yF5lQwcgNgsGtPt1%2frK55NB58otsQQ0ds2z9G4xn4fPYt4c2KgcJJSWXd%2fG4%3d