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La Brigada de Información espiaba un acto cultural sobre Palestina en València

Si el espionaje no era al PP…

Fuentes: L'Informatiu

Una denuncia del PP ha sacado a la luz pública un caso de espionaje policial a un acto cultural en un recinto de la Universitat de València. A pesar de las múltiples evidencias, la Delegación del Gobierno lo volvió a negar todo ayer [13 de junio]. Agustí Cerdà, ex diputado en el Congreso y asistente […]

Una denuncia del PP ha sacado a la luz pública un caso de espionaje policial a un acto cultural en un recinto de la Universitat de València. A pesar de las múltiples evidencias, la Delegación del Gobierno lo volvió a negar todo ayer [13 de junio]. Agustí Cerdà, ex diputado en el Congreso y asistente al acto lo resume así: «flipo».

¿Quién iba a imaginar que una denuncia del Partido Popular destaparía un caso de espionaje a los movimientos sociales valencianos? El pasado jueves 10 de junio dos actos de orientación bien diferentes se desarrollaban a pocos metros de distancia. Por un lado, en el salón de actos de la sede del Partido Popular, situada en la Calle Quart número 102, la alcaldesa de València, Rita Barberà, presentaba su nueva web ante sus simpatizantes -«sois los mejores pilotos para el bólido, que soy yo«, les dijo-. A pocos metros de la sede del PP, en el salón de actos del Jardín Botánico, se presentaba el documental Més enllà del mur -tal como informó este diario en su momento- sobre el viaje de un grupo de músicos catalanes y valencianos, entre ellos Obrint Pas, a los territorios ocupados palestinos. Y entre ambos actos, al principio de la Calle Beato Gaspar Bono, una furgoneta modelo Citröen Berlingo de color blanco con, al menos, un agente de la Brigada de Información de la Policía Nacional realizando tareas de vigilancia y espionaje. ¿A quién espiaba?

Un escolta de Rita Barberà (agente de la Policía Local), tras detectar movimientos sospechosos, pidió al conductor que se identificara. Éste se identificó como agente de la Policía Nacional, más concretamente de la Brigada de Información y, según la versión de Ricardo Peralta, delegado del gobierno en el País Valenciano, el agente descubierto indicó a los responsables de seguridad del PP que se encontraba realizando tareas de vigilancia en el Jardín Botánico. Según un comunicado de prensa de la delegación del gobierno de València, Peralta atribuye el dispositivo policial a «temas y actos completamente ajenos al Partido Popular aunque se desarrollaran en las inmediaciones de su sede«. Una portavoz de la Delegación se negó ayer [13 de junio] a confirmar a l’Informatiu si el dispositivo policial estaba vigilando la presentación del Botánico. «Nos remitimos al comunicado«, dijo la portavoz.

Según ha podido saber l’Informatiu se trataría de un dispositivo de vigilancia de la Brigada de Información -cuerpo policial que se ocupa del control y de la infiltración en los movimientos políticos radicales de todo tipo, incluso terrorismo islamista, posiblemente una de las motivaciones de la actuación- de la presentación del documental que se desarrollaba en el salón de actos del Jardín Botánico, un espacio gestionado por la Universitat de València que, previamente, había autorizado el evento. De hecho, explican los organizadores del acto, la presentación estaba abierta a todo el mundo e, incluso se había hecho una rueda de prensa aquel mismo día, a las 12h, en el Centre de Cultura Contemporània Octubre.

Denuncia judicial del PP

A pesar de las explicaciones de Peralta, Silvestre Senent, presidente del PP en la ciudad de València, denunció el pasado viernes en el Juzgado de Instrucción número 17 de València que su formación había sufrido espionaje por parte de un miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Según indicó -erróneamente- Antonio Clemente, secretario general del PP valenciano, en el momento en que se descubre al funcionario de policía, se celebraba en el Botánico un curso sobre bosques (en el acceso al salón de actos del Botánico, situado a una decena de metros de la sede del PP, se celebraba a esa hora la presentación de Més enllà del mur).

Ayer [13 de junio], José Císcar, vicesecretario general del PP valenciano volvía a acusar al Ministerio del Interior de controles ilegales a su partido -siguiendo la línea argumental que ha utilizado la formación conservadora para defenderse (mediáticamente) de las acusaciones del Caso Gürtel– y explicaba que «los ciudadanos han de vivir tranquilos y saber que pueden confiar plenamente en las instituciones como la Policía Nacional, la Policía Local o la Guardia Civil que velan por nuestra seguridad«.

El acto, organizado por La Taca Produccions, la Plataforma per Palestina y la Comunidad Palestina de València) contó con la participación del director del documental, Josep Pitarch, del músico y escritor Xavi Sarrià, del cantautor Pau Alabajos y del periodista valenciano David Segarra. Entre el público presuntamente espiado por la Policía Nacional, a parte de palestinos residentes en València, estudiantes universitarios, músicos, una niña con su madre, un sociólogo, un consultor social o el autor de esta información, también figuraban un ex diputado del Congreso en Madrid, un miembro de la dirección de Esquerra Unida del País Valencià y el presidente de la Comunidad Palestina de València.

A Agustí Cerdà, ex diputado de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso de los Diputados de Madrid, le «parece del pasado que un acto así tenga que ser vigilado por la policía«. «Allí no había ningún peligro, sólo derechos humanos y paz«, recordó Cerdà, uno de los asistentes al acto. «Igual Peralta no recuerda su época de comunista«, añadía el ex diputado.

Para Kayed Abu Zor, presidente de la Comunidad Palestina de València, la vigilancia policial « es para denunciarla y pedir explicaciones «. Abu Zor, otro de los asistentes presuntamente vigilado policialmente, se mostró «indignado y sorprendido«. «Estábamos haciendo un acto anunciado en Internet, estábamos ofreciendo música y cultura al sufrimiento de Palestina, somos gente pacífica«, explicó el dirigente de la Comunidad Palestina. Para Cerdà «parece aquello de los esperpentos de Valle Inclán«. «Poco informada está la Brigada de Información cuando el acto era el que era«, apuntó.

Pau Alabajos, cantautor y colaborador de este diario, se mostraba ayer [13 de junio] indignado: «es increible y está totalmente fuera de lugar que un acto abierto que quería poner unas ideas en común» sea controlado policialmente. Para Antonio Arnau, miembro de la Comisión Ejecutiva de EUPV y asistente al acto del Botánico, «si Peralta reconoce que el acto estaba siendo vigilado, no se han empleado correctamente los recursos públicos«. «Tienen una paranoia aguda«, afirmaba. «Esa furgoneta lo único que estaba haciendo era malgastar recursos, de hecho, por no haber no había nadie significado ni de Maulets…» explicaba Arnau. Este diario trató ayer de conocer, sin éxito, la opinión de la Universitat de València, gestora del Jardín Botánico.

Control policial de las comunidades musulmanas

Abu Zor cree que «cada vez que hacemos alguna cosa la gente palestina, hay sospechas por parte de los cuerpos policiales«. De hecho, según explica una fuente muy bien informada de la dirección de las comunidades musulmanas, «hay una forma de control policial generalizada a todos los colectivos musulmanes«. «Siempre recibimos visitas de una o dos personas para interrogarnos, estamos muy acostumbrados a ser vigilados exageradamente, con lupa«, relata la misma fuente. «Somos un peligro«, aseguraba con ironía.

Fuente: http://www.linformatiu.com/nc/portada/detalle/articulo/si-lespionatge-no-era-al-pp