Concluyó la reunión en la capital kazaja Astaná. En ella, el gobierno Sirio, con sus intermediarios y comitivas, se ha encontrado por primera vez con la «oposición siria». Las conversaciones de paz desplegadas en Astaná buscan poner fin a seis años de guerra. Las discusiones entre ambas comitivas estuvieron fuertemente condicionadas por sus impulsores, y […]
Concluyó la reunión en la capital kazaja Astaná. En ella, el gobierno Sirio, con sus intermediarios y comitivas, se ha encontrado por primera vez con la «oposición siria». Las conversaciones de paz desplegadas en Astaná buscan poner fin a seis años de guerra.
Las discusiones entre ambas comitivas estuvieron fuertemente condicionadas por sus impulsores, y verdaderos actores del conflicto: Rusia, Turquía e Irán. Principalmente por las necesidades geopolíticas y estratégicas de los primeros dos.
Encuentros y desencuentros
Con acusaciones y necesidades contrapuestas, ambos «extremos» de la mesa esgrimieron sus peticiones. Previamente a la reunión, los representantes de Kazajistán y el representante de las Naciones Unidas, en conformidad con la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU, y por su carácter de «neutralidad», desarrollaron un borrador de los puntos a abordar: implementar mecanismos de mediación y seguimiento sobre la tregua acordada el 30 de diciembre entre el régimen de Bashar Al Assad y algunas fuerzas de «oposición» en armas; implementar corredores humanitarios para que llegue la ayuda internacional.
Ambos puntos planteados por los anfitriones fueron aprobados. Rusia, Irán y Turquía implementarán un mecanismo tripartito, con anuencia de la ONU, para realizar un seguimiento a la tregua. De la misma manera, los presentes en las conversaciones (1) acordaron la implementación de corredores humanitarios.
Ya antes, en el conflicto por el avión ruso derribado por Ankara, los turcos habían solicitado, en la reunión bilateral para resolver los problemas entre ambas naciones, se habiliten corredores humanitarios. La apertura de estos corredores humanitarios pasando por la frontera turca hacia Al Bab y Yarabulus, posteriormente internándose en el norte de Siria (Oeste para los kurdos), les limpiaría la zona a Turquía para traficar petróleo, armamento e influencias.
Las 14 fuerzas de oposición (2) que participaron concordaron con los dos puntos planteados, a la vez que acusaron sistemáticamente al gobierno de Damasco de romper la tregua acordada en diciembre del 2016. La representación de la oposición defendió los crímenes de guerra cometidos por el ex Frente Al Nusra, quienes habían contaminado el agua proveniente del río Barada hacia la capital siria. Hecho que no es menor ya que el 70% de la población se abastece de él. Los oposicionistas solicitaron que se retiren de Guta Oriental y del valle de Barada las fuerzas de Al Assad y Hezbola (apoyado por Irán).
A su vez, sumado a lo antes expuesto, los grupos apoyados por Turquía peticionaron se designe a las YPG/YPJ y al PYD (Partido de Unión Democrática, que liberó el Norte de Siria de las manos del terrorismo) como organizaciones terroristas. De igual manera, los oposicionistas sostuvieron que ellos no son terroristas, y que esperaban la reunión sirva para diferenciarlos del Estado Islámico y del ex Frente Al Nusra.
Siguiendo con la línea turca, y sin emitir posición, los representantes de las comitivas de Irán y Siria no adoptaron una posición en lo referido a la cuestión kurda y el mote de terroristas que se busca imponer a las YPG/YPJ – PYD. Es verdad de perogrullo que mientras la cuestión kurda no desande el ovillo del problema desde su totalidad, pensando a la población kurda como un todo, y principalmente tome una posición transformadora el gobierno turco respecto a tal cuestión (3), los países colonialistas de la región difícilmente siquiera cuestionen dichas peticiones.
Entre tanto, Siria sostuvo, por medio de sus representantes, que Turquía debería replegar fuerzas hacia sus fronteras y salir del territorio del norte de Siria. La repuesta turca fue una negativa tajante, y consecuentemente veremos en los próximos días ampliar los territorios bombardeados por la fuerza aérea de Erdogan. Es que Ankara pretende hacerse del control de 5.000 kilómetros cuadrados al norte de Siria; actualmente tiene bajo control 2.000 kilómetros cuadrados. En dichas zonas se asienta el pueblo kurdo, quienes han combatido con tenacidad al terrorismo a lo largo y ancho de Rojava.
Por su parte, Moscú manifestó su apoyo a Damasco y propuso a las fuerzas oposicionistas un borrador de una nueva Constitución, previamente acordado con Siria, a lo que las fuerzas de oposición respondieron con rotunda negativa. «Hemos entregado a la oposición armada siria un proyecto de Constitución de Siria, preparado por especialistas rusos, para que lo estudien (…) lo hicimos exclusivamente para acelerar el proceso» de poner fin a la guerra, ha declarado este martes Alexandr Lavréntiev, representante de Moscú.
Queda por preguntarnos, ¿seguirá Rusia manteniendo sus relaciones con las fuerzas kurdas? ¿En el reordenamiento del panorama geoestratégico, y en vistas del acercamiento entre Ankara y Moscú, cuál será la posición adoptada por los rusos respecto a los kurdos del norte de Siria?
Mientras la fraternidad se desplegaba en Astaná…
Entre tanto, el despliegue militar turco no cesó y los bombardeos rusos persistieron. Los turcos invadieron Al Shahba (4), al norte de Siria, donde intenta cambiar la demografía de la zona y anexarlas al Estado turco. La agencia de noticias Hawar informó que las tropas turcas ingresaron unos 30 kilómetros en territorio de Rojava (norte de Siria), en la aldea de Keyl Hesnaki y atacaron casas de civiles kurdos. Por su parte, Rusia bombardeó distintos enclaves del Estado Islámico en Alepo, cerca de Al Bab.
Estas son las condiciones a las que se ven expuestos, diariamente, los kurdos y las kurdas al norte de Siria. Rojava actualmente es autogobernada por sus pobladores y defendida por las YPG/YPJ – PYD ante las embestidas del Estado Islámico, los grupos facciosos de la «oposición» Siria y el gobierno de Erdogan.
Ante la negativa de poder participar en las reuniones llevadas adelante en Astaná, el Comando General de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) y las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) sostienen que no están vinculados a las decisiones de dichos diálogos y por tanto no acatarán dichas resoluciones.
Desde las YPG manifestaron al respecto que ante «las conversaciones sobre Siria celebradas hoy en la capital kazaja de Astaná entre la oposición armada y el régimen sirio, bajo los auspicios conjuntos ruso, turco e iraní, las YPG creemos que las partes involucradas son parte de un empeoramiento de la situación en Siria, que originalmente son el problema y carecen de medios para la solución que espera el pueblo sirio». Y sostuvieron «que la solución para el conflicto sirio sería a través de zonas autónomas democráticas que preserven la unidad del territorio sirio y que estamos aplicando en el suelo (Norte de Siria – Rojava)»(5). En este sentido, las Fuerzas Democráticas de Siria vienen avanzando, junto a los pueblos, en la conformación de diversos mecanismos y documentos para alcanzar la paz bajo una Siria Federal Democrática (un reordenamiento comunal, confederado y directo democrático).
Ante el despliegue pomposo de comitivas, diálogos, misivas, diplomacia y cobertura mediática, las fuerzas kurdas quedaron en la palestra de la discusión. Sin embargo, ellas siguieron combatiendo en terreno a las fuerzas terroristas del Estados Islámico y del Estado turco -quienes estaban en franca fraternidad en la capital kazaja.
Las FDS logran avances contra los terroristas del Estado Islámico en los alrededores de la ciudad siria de Al Raqqa. El portal web sirio Al-Masdar News anunció el sábado que las FDS, integradas por kurdos y árabes, consiguieron hacer retroceder a los terroristas en esa región (6).
¿Una confabulación internacional anti-kurda?
Sin caer en teorías conspirativas, y al margen de que ya ha habido complot internacionales contra los kurdos en reiteradas oportunidades (7), lo cierto es que las conversaciones de paz de Astaná, sin respetar la autonomía conquistada al Norte de Siria, es desconocer el legítimo derecho a su autodeterminación nuevamente.
La comunidad internacional pretende desconocer al actor principal en la lucha contra el Estado Islámico y el Frente Al Nusra, que es el pueblo kurdo. Garantes de la paz y vencedores en el terreno militar, principales combatientes en territorio, son la piedra angular para resolver el conflicto armado en Siria y principal ejemplo para democratizar la región.
Como hemos dicho anteriormente, y repetimos aquí, en Kurdistán (actualmente dividido por Irán, Irak, Siria y Turquía) se encuentran las mayores reservas de petróleo y agua dulce de la región, y de la misma manera se encuentra el origen de la civilización. No nos es casual que todas las potencias imperialistas, y colonialistas, se congreguen bajo diversos disfraces en las «conversaciones de paz» de Astaná y Ginebra, apartando a los representantes kurdos de dichos diálogos.
Nos toca preguntarnos: ¿volveremos a dejar de lado al pueblo kurdo como sucedió en la Primera Guerra Mundial, cuando las potencias occidentales y el Imperio Otomano lo desmembraron en cuatro estados? ¿El mundo volverá a desconocer el genocidio al pueblo kurdo como sucedió bajo el régimen de Sadam Husein en Irak, y actualmente sucede bajo el régimen fascista de Erdogan en Turquía? ¿Las potencias imperialistas seguirán canjeando la vida de cientos de miles de kurdos por el petróleo y el agua dulce que de sus territorios provienen? El mundo debería interiorizarse, tomar conciencia y preguntarse qué lugar deberían de ocupar los hacedores de la civilización, raíz de nuestra existencia.
Notas:
(1) Mediadores: El enviado especial para Siria del presidente ruso, Alexander Lavrentiev, y el viceministro de Exteriores, Mikhail Bogdanov (Rusia); viceministro de Exteriores de Irán, Hossein Jaberi Al Ansari (Irán); vicesubsecretario del Ministerio de Exteriores de Turquía, Sedat Önal, (Turquía). Anfitriones: El ministro de Exteriores kazajo, Kayrat Abdrahmanov y el presidente del país Nursultán Nazarbáyev (Kazajistan). Gobierno sirio: enviado especial sirio ante la ONU, Bashar Al-Jaafari. Garante de las conversaciones: Enviado especial de las Naciones Unidas, Staffan de Mistura. Observadores: La delegación de EE.UU. estuvo presidida por el Embajador norteamericano en Kazajistán. Otras delegaciones: delegación conjunta de los diplomáticos británicos, franceses, alemanes y daneses se reunieron con los opositores.
(2) Fuerzas de oposición: Alto Comité de Negociaciones (HNC), Ejército Libre Sirio (ELS), Faylaq al-Sham, la Brigada de Sultan Murad, el Frente Al-Shamiya (del Levante), Yeish al-Nasr, Yeish al-Izza, la Primera brigada Al-Saheliya, la agrupación Fastaqim -vinculada al ELS-, Yeish al-Islam, y el denominado Liwa Mártires del Islam. La delegación estuvo conformada por 14 personas, una por cada grupo, y 40 consultores en materia militar, económica, social y diplomática.
(3) Abdullah Ocalan: «Guerra y paz en el Kurdistán» Editorial International Initiative
(4) Nota periodística «Turquía continúa invadiendo Siria para reprimir al pueblo kurdo» Agencia Hawar New Agency
(5) Nota periodística «YPG afirma que no acatará resoluciones tomadas en Astaná» en Kurdistán América Latina
(6) Nota periodística «Fuerzas kurdas avanzan contra Daesh cerca de Al-Raqa» HispanT
(7) Un complot internacional entre varias agencias de inteligencia secuestraron a Abdullah Ocalan en Kenia y le dieron presidio en la isla-prisión de Imrali (Turquía). En Francia en el año 2013 asesinan a Sakine Cansiz (dirigente del PKK), Fida Dogan (diplomática kurda) y Leyla Soylemez (activista kurda), el caso quedo sin resolverse hasta la fecha por la muerte del principal testigo y ejecutor del atentado. En Turquía en Enero del 2016 asesinan nuevamente a tres militantes kurdas.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.