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El Comité Mundial de Trabajadores de Volkswagen (VW) ha resuelto apoyar la propuesta de los metalúrgicos brasileños de lanzar una campaña global contra los despidos planteados por la empresa

Sindicatos de VW plantean una lucha global contra los despidos

Fuentes: Diagonal/Kaosenlared

La empresa prevé deshacerse de hasta el 20% de su plantilla en todo el mundo

El 30 de mayo más de 20.000 trabajadores brasileños de Volkswagen (el 91% de la plantilla) paralizaron la producción de tres plantas, dos de ellas en Sao Paulo y otra en Paraná, al sur de Brasil. Era la respuesta al plan de reducción de costos por parte de VW en Brasil, por el cual se pretende disminuir en un 25% los costos laborales de la empresa. No es nada nuevo: la empresa anunció en febrero que le sobraba el 20% de su plantilla mundial.

Lo más novedoso del conflicto es la estrategia adoptada por los sindicatos brasileños, que el 11 de mayo consiguieron arrancar del Comité Mundial de los Trabajadores de VW en Alemania una resolución en la que se plantean actuar conjuntamente contra las actuaciones de la entidad alemana en Brasil. El presidente del Comité Mundial, Bernd Osterloh, declaró que no permitirían que «VW enfrente a los trabajadores de diferentes países», y que actuarían «conjuntamente contra la espiral de reducciones de conquistas sociales resultantes de la presión de la competencia en los mercados internacionales».

Días más tarde, el sindicato de metalúrgicos de la Central Única de Trabajadores (CUT) conseguía que en la reunión de la red sindical germano- iberoamericana, realizada en Puebla (México), los sindicatos IG Metall de Alemania, CC OO y UGT en el Estado español, Sindicato Independiente de Metalúrgicos de México, FEC Metal de Portugal y SMAT de Argentina, secundaran su llamamiento a «desarrollar una estrategia común para enfrentarnos a los ataques del Comité Directivo de VW, construyendo conjuntamente propuestas viables, con el firme propósito de que la frase ‘solidaridad internacional’ entre los trabajadores signifique una verdadera respuesta global». Según el secretario general de los metalúrgicos brasileños, un sindicalista de origen español llamado José López Feijoo, «estamos trabajando para una futura movilización mundial».

Núcleo industrial en Brasil

Los sindicatos de metalúrgicos de la CUT están tratando de involucrar a los gobiernos municipales, estatales y federales que de alguna u otra manera se encuentran afectados por el plan de reestructuración (los despidos se contemplan en los estados de Sao Paulo y Paraná). Según declara a DIAGONAL Khrisma Carreira, la portavoz del sindicato brasileño, «los ayuntamientos implicados, la Asamblea Legislativa y el Senado recibirán en breve a los representantes de los trabajadores y también a la empresa».

VW comenzó sus actividades en Brasil hace 50 años. Actualmente posee cinco unidades de producción en Sao Paulo, Río de Janeiro y Paraná, con capacidad productiva de más de un millón de vehículos por año. Con aproximadamente 22.500 empleados, produjo 645.000 vehículos en 2005, de los cuales 266.000 se destinan a la exportación. La compañía, la quinta mayor exportadora brasileña, fue responsable en un 3,2 % del superávit comercial brasileño el año pasado.

VW de Brasil anunció el 3 de mayo un plan de reestructuración para recuperar competitividad, mermada según la empresa por la fuerte apreciación del real brasileño frente al dólar y el aumento de costes generales, y señaló que «recortes en la producción y en empleo son inevitables». Los sindicatos metalúrgicos de la CUT estiman que la empresa prescindirá de 5.773 puestos de trabajo entre 2007 y 2008. Éste fue el detonante de la huelga.

Según aseguran fuentes de la CUT a DIAGONAL, «están previstas más acciones y movilizaciones, no las hemos publicitado porque existe una grave represión sobre los sindicalistas que encabezan dichas movilizaciones dentro de las factorías brasileñas». Según Feijoo, líder del sindicato brasileño, «por cada obrero de VW hay otros 46 en la cadena productiva en la industria auxiliar de la empresa, más sus familiares, los cuales también dependen de estos empleos. El expediente puede afectar a unas 600.000 personas». La multinacional alemana puede costar a Brasil 262 millones de reales por año en subsidios y ayudas familiares.

Tregua incierta en la planta de VW en Navarra

DIEGO SANZ PARATCHA

El alcance de la propuesta de presión mundial depende en buena parte de la correlación de fuerzas sindical existente en cada planta. En la de Landaben (Navarra), un proceso de asambleas de trabajadores y unidad de la mayoría de los sindicatos ha obligado a la empresa a congelar sus planes de flexibilización hasta mayo de 2007. Tras meses sin nuevo convenio y una conflictividad expresada en paros y manifestaciones, la plantilla, de más de 4.000 personas, ha resistido las amenazas de la dirección navarra y de la central alemana de llevarse la producción a otras plantas. En este pulso, resultó de importancia estratégica una de las muestras de solidaridad entre trabajadores de VW de distintas plantas: no cubrir la producción perdida por las jornadas de huelga en las fábricas donde los empleados aplican esta medida de presión para obtener mejoras en las negociaciones con la empresa. Mientras la dirección sigue aplicando las bajas incentivadas y las prejubilaciones, que según CGT pueden reducir la plantilla en 400 personas, la incógnita es si la unidad sindical (sólo rota por UGT) se mantendrá en este año de tregua tensa.

CONFLICTO DE SEAT.
Sentencia contra la persecución sindical
TEO NAVARRO
// Kaos en la Red // BARCELONA

Al cierre de esta edición habían sido notificadas cuatro sentencias más de nulidad contra los despidos de trabajadores de Seat, por lo que ya suman nueve desde que más de un centenar de trabajadores y trabajadoras despedidos en diciembre por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) acordado entre CC OO, UGT y la dirección de Seat resolvieran denunciarlos en los juzgados de lo Social.

El 8 de junio se hacía pública la quinta sentencia de nulidad, en este caso de Juan José Córdoba, militante de CGT y miembro activo de la Asamblea de Despedidos y Despedidas de Seat. En el texto de la sentencia el juez destaca que no hay «prueba alguna suficiente que descarte la motivación discriminatoria que acredita al trabajador suficientemente…». Es decir, como afirma el propio Córdoba, «lo común con las cuatro sentencias anteriores es la falta de pruebas de polivalencia y profesionalidad en la confección de la lista por la empresa, pero lo importante en la mía es que, por primera vez, se utiliza como argumento para la nulidad la discriminación por actividad sindical». La sentencia de nulidad del despido de Diosdado Toledano también reconocía la trayectoria política de este activista y empleado de Seat, pero no la mencionaba explícitamente como posible causa del despido. Además de los nueve nulos, los tribunales ya han declarado improcedentes -sin derecho a readmisión- 11 despidos más, y en 12 casos los recursos planteados por los trabajadores han sido desestimados.

Seat no readmite

Las sentencias de nulidad implican la readmisión, pero la empresa está optando por recurrir los fallos. Algo que, en opinión de Córdoba, «nadie puede entender, puesto que según la empresa las causas por las que presentaba el expediente eran económicas y de producción, lo que se ha revelado como falso, ya que ahora mismo falta mucha mano de obra en Seat, hasta el punto que los supervisores deben ocupar puestos de faena en la cadena». Por su parte, Diego Rejón, delegado de CGT en Seat- Martorell, denuncia que «la empresa prefiere seguir pagando el salario en casa antes de que entren en la fábrica y se conviertan en un ejemplo patente de la injusticia y barbaridad que ha significado este ERE».

Además de manifestaciones, ocupación de concesionarios, charlas divulgativas y otras acciones reivindicativas, los trabajadores se han entrevistado con Mar Serna, de la Conselleria de Treball, para que medie en el conflicto. ERC, por su parte, se comprometió a plantearlo en el Parlament, y el 20 de junio estaba prevista una votación en el Congreso, también propuesta por ERC, para exigir la readmisión de los despedidos en condiciones dignas.