Corresponde solo al pueblo sirio la solución de sus asuntos internos, afirma el representante del FDLP en nuestro país. En la disertación sobre las experiencias de su reciente visita a Siria, ofrecida en la Organización de Solidaridad para los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAL), Walid A. Nur, representante del Frente Democrático para […]
Corresponde solo al pueblo sirio la solución de sus asuntos internos, afirma el representante del FDLP en nuestro país. En la disertación sobre las experiencias de su reciente visita a Siria, ofrecida en la Organización de Solidaridad para los Pueblos de Asia, África y América Latina (OSPAAL), Walid A. Nur, representante del Frente Democrático para la Liberación de Palestina en Cuba, expresó que solo corresponde al pueblo sirio, sin ningún tipo de injerencia exterior, hallar una solución o una salida a la difícil y tensa situación que vive ese hermano país árabe.
Por esta razón es que nos oponemos firmemente a la hostil campaña desestabilizadora que llevan adelante los países de Occidente y algunos miembros de la Liga de Estados Árabes, apoyados por una verdadera guerra sicológica desatada por los grandes medios de la prensa imperialista, que presentan un cuadro de caos y anarquía, con la cual apoyan y estimulan a las fuerzas opositoras al Gobierno del presidente Bashar Al-Asaad a mantener e incrementar el clima de violencia existente en la capital y otras ciudades.
Esa «guerra mediática» que utiliza el término de primavera árabe para referirse a las rebeliones populares o Intifadas surgidas en diversos países de la región, en defensa de sus derechos, aun no han logrado sus objetivos y aspiraciones democráticas y sus demandas sociales y políticas, ha confundido a mucha gente, porque no hay nada más ajena a la verdadera primavera árabe que deseamos con optimismo y confianza para el Oriente Medio, que los acontecimientos que están teniendo lugar en esos pueblos, donde se reprime por la fuerza sus aspiraciones.
Durante mi visita a Damasco, expresó, pude comprobar que no existe un ambiente de guerra en la capital, la gente desarrolla normalmente su vida cotidiana, los comercios permanecen abiertos, las personas acuden al trabajo y ejercen sus demás actividades sin ningún tipo de limitaciones aunque existen confrontaciones entre los que están a favor o en contra del actual gobierno, pero no apoyan una solución de extrema violencia interna o externa, que pueda desestabilizar al país.
«No podemos dejar de señalar que desde hace 10 meses hay manifestaciones de violencia tanto en Damasco como en otras partes del país y que existe oposición y divisiones entre los que defienden al gobierno y entre los que están en contra, incluso en el seno de una misma familia se dan esas diferencias.
«Yo diría que en cuanto a la situación política y social siria existen diferentes tipos de oposición, reflejada en los desertores del ejército, la de los ciudadanos que expresan su descontento con el Gobierno por la actual situación de división; la que proviene de Partidos y sectas religiosas y la alimentada directamente desde el exterior, en las que se mezclan fuerzas sirias y sectores árabes reaccionarios que históricamente han estado en contra del gobierno.
«Un factor de suma importancia para la solución pacífica y negociada de la situación es la de la composición étnica-religiosa de Siria, que tiene una población ya cerca de treinta millones de habitantes, constituida por una mayoría de árabes sunitas, y también por chiítas, alauítas, drusos y cristianos y que una confrontación bélica pueda ayudar a desestabilizar al país y hacerle perder la armonía y la coherencia dentro del componente de los diferentes grupos religiosos que ha existido en esa nación y derivar a situaciones y violencia extremista como hemos visto en Iraq o ahora en Egipto».
Al referirse a la situación geográfica de Siria y los 2.250 kilómetros de fronteras que comparte con países árabes vecinos, Israel o Turquía, dijo que este es también un factor de sumo peligro, por ser puntos vulnerables para la infiltración de grupos armados, que se han introducido en diversas ciudades y aldeas, apoyados por gobiernos que son enemigos del gobierno de Al Assad.
«Para los palestinos, al igual que para el Líbano, esto constituye a la vez una situación muy compleja, por el número de ellos que residen en Siria y el apoyo que siempre ha brindado Damasco a la justa causa de Palestina.
Siria, subrayó, es un país querido, un Estado que consideramos también un frente de resistencia a los planes imperialistas-sionista en el Oriente Medio y una agresión militar tendrá consecuencias impredecibles para toda la región por la resistencia a que se produzca una situación como la que Occidente y sus aliados produjeron en Libia para derrocar al gobierno.
Estimamos que hay que defender a Siria, por eso nos pronunciamos y rechazamos toda injerencia extranjera en los asuntos internos de Siria y todo tipo de sanciones políticas y financieras que están afectando la economía del pueblo, y también las maniobras de algunos países árabes de llevar esta cuestión nuevamente al seno de Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que sería la posibilidad de una intervención militar, tras el fracaso sufrido por la resolución vetada por Rusia y China, que hubiera abierto las puertas a este tipo de confrontación belicista.
La oposición externa no quiere el diálogo con el Gobierno porque se siente fortalecida por todo el apoyo que está teniendo de Occidente y sectores reaccionarios árabes, pero el pueblo, a pesar del descontento, las carencias o las divergencias que pueda tener con la gestión política y social del Gobierno sirio no desean una guerra civil y se pronuncian por el diálogo y una solución de paz que estimamos es la vía adecuada para lograr revertir el clima de violencia y alcanzar un acuerdo sin más derramamiento de sangre o pérdidas de vidas humanas, añadió.
Ni la solución militar y de seguridad, ni las consignas alzadas por las movilizaciones contra el Gobierno pueden solucionar la aguda crisis. Sólo una nueva fórmula política para tratar los problemas y el comienzo del urgente diálogo interno, sobre bases democráticas, constituciones democráticas y leyes electorales nuevas, pueda conducir a la tranquilidad y evitar una guerra civil deseada por Occidente, expresó finalmente.
Fuente original: http://www.fdlpalestina.org/articulos/el-fdlp-rechaza-toda-injerencia-extranjera-en-siria-y-aboga-por-el-dialogo-interno-para-resolver-los-problemas.html