Franja de Gaza La Oficina de las Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha presentado un informe sobre la situación que vive la Franja de Gaza como consecuencia de la falta de combustible que padece.La Franja de Gaza sobrevive desde 2007 a un bloqueo criminal por parte de la entidad sionista […]
Franja de Gaza
La Oficina de las Naciones Unidas (ONU) para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) ha presentado un informe sobre la situación que vive la Franja de Gaza como consecuencia de la falta de combustible que padece.
La Franja de Gaza sobrevive desde 2007 a un bloqueo criminal por parte de la entidad sionista (Israel), que hasta el pasado mes de Julio tenía una válvula de alivio a través de los túneles que accedían a Egipto, y por los que era posible introducir las mercancías que le son necesarias para sobrevivir.
Una de las primeras medidas nuevo gobierno egipcio, nacido del golpe militar del 3 de Julio, fue la destrucción de todos estos túneles, lo que está provocando un grave desabastecimiento de muchos de estos bienes: medicamentos, combustibles, alimentos, materiales de construcción, productos de higiene…
Este estamento de la ONU ha elaborado un informe en el que, de forma aséptica, advierte del desastre que está suponiendo para la población de Gaza la crisis de combustible, avalando de este modo las constantes denuncias que en el mismo sentido venimos realizando desde hace algunos meses todas las organizaciones de solidaridad con Palestina.
A continuación comparto algunos extractos que me parecen especialmente ilustrativos:
«-· Gaza se ve afectada por una de las crisis energéticas más graves de los últimos años, con potenciales y serias consecuencias humanitarias.
· Desde el primero de noviembre, tras el cierre de la central eléctrica a causa de la falta de combustible, los hogares están experimentando apagones de hasta 16 horas por día.
· El funcionamiento de todas las doscientas noventa y una (291) instalaciones de agua y saneamiento se ha visto afectado, lo que ha ocasionado derrames de aguas residuales de decenas de miles de metros cúbicos en diversos sitios, varios de estos en zonas residenciales de la ciudad de Gaza.
· La escasez de combustible utilizado para operar los generadores de reserva ha perturbado gravemente el funcionamiento normal de las áreas críticas de los hospitales, tales como salas de emergencia, quirófanos, y la atención neonatal.»
«40% de la población recibe agua sólo una vez cada tres días durante 6 a 8 horas».
«Por lo menos 3.000 personas afectadas a causa del derrame de aguas residuales en ciudad de Gaza».
«1,7 millones de personas (100 % de la población) afectadas por las interrupciones de los servicios de salud».
«Todos los establecimientos de salud en Gaza, entre ellos 30 hospitales y más de 135 centros de salud, se ven afectados debido a la escasez de electricidad y combustible. El impacto en una amplia gama de servicios de salud esenciales, incluyendo la diálisis renal, incubadoras, quirófanos, bancos de sangre, unidades de cuidados intensivos y laboratorios, reviste particular preocupación.»
«Solamente en el sector de la construcción esta escasez de materiales se ha traducido en la pérdida de unos 30.000 empleos.»
«…Se necesita combustible de inmediato para restablecer el funcionamiento de los servicios esenciales, con más urgencia en los servicios de salud y de saneamiento.
Se requieren soluciones a medio plazo para garantizar el funcionamiento de estos servicios vitales, así como también para restaurar la fuente de alimentación eléctrica a los hogares, Incluyendo reiniciar las operaciones de la central eléctrica de Gaza. Resolver la actual crisis de combustible es una prioridad inmediata, la población de Gaza sufre de vulnerabilidades crónicas relacionadas con las restricciones de larga data sobre el movimiento de personas y bienes y la división interna en Palestina…»
«Áreas de especial interés incluyen el aumento del desempleo (especialmente entre los trabajadores de la construcción, pescadores, pequeños agricultores y pequeñas empresas), el aumento de la inseguridad alimentaria, el agotamiento de las existencias de medicamentos y productos médicos desechables, y el acceso al agua potable.»
«Hay una grave escasez de combustible para alimentar los generadores de reserva en las doscientas noventa y una (291) instalaciones de suministro de agua en Gaza, incluidos los pozos de agua, bombas de tanques en tierra, estaciones de bombeo, plantas de desalinización, estaciones de bombeo de aguas residuales y plantas de tratamiento de aguas residuales.
Esto ha resultado en la reducción de suministro de agua a los hogares. Sólo el 15 % de la población recibe el dicho servicio todos los días, mientras que el 25 % son surtidos del vital líquido sólo una vez cada cuatro días , 40 % una vez cada tres días, y 20 % cada dos días; con ciclos de suministro de 5 a 6 horas.
Igualmente, ha habido una caída del 75 % en el volumen de agua producida por 25 unidades de desalinización operadas por los municipios, que suministra este servicio a aproximadamente 160.000 personas.
«La creciente dificultad para operar los generadores también ha dado lugar a la inundación de aguas residuales, y la liberación de 90 millones de litros de aguas residuales sin tratamiento vertidos al mar todos los días. Además de la inundación de aguas residuales en la ciudad de Gaza, ha habido al menos diez incidentes, en los que las estaciones de bombeo de aguas residuales fueron incapaces de bombear a sus respectivas plantas de tratamiento y se vieron obligadas a desviar las aguas residuales para abrir los canales, a lagunas de agua de mar o de lluvia.»
«La escasez de combustible y los cortes de electricidad han tenido un impacto generalizado sobre el funcionamiento de las instituciones educativas de Gaza, que incluye, entre otros, los siguientes:
Disminución de la capacidad para enseñar y aprender, debido, en algunos casos, a la falta de iluminación en las escuelas, y en otros, al ruido, humo y olor producidos por los generadores eléctricos.
Las clases de ciencia y tecnología han sido canceladas en los centros educativos que carecen de generadores.
Los alimentos para los comedores escolares no se pueden almacenar adecuadamente dado que la refrigeración no se puede mantener constante.
El suministro reducido de agua ha resultado en letrinas sucias y la escasez del vital líquido impide el lavado de manos de estudiantes, profesores y personal del área educativa.
Los cortes de electricidad más frecuentes han dañado equipos electrónicos usados en las escuelas.
La falta de combustible está socavando el transporte de niños desde y hacia sus centros de enseñanza.»
Este escenario vaticina una cercana situación de catástrofe sin precedentes para una poblacíon que ya vive bajo un asedio criminal, fruto del castigo colectivo a que se ve sometida por la entidad ocupante ante el silencio y complicidad de la comunidad internacional.
Se nos ha acostumbrado a fijar nuestros ojos en la Franja de Gaza sólo cuando se intensifica la intensidad de los bombardeos israelíes sobre su población civil, pero este nuevo marco puede ocasionar muchas mas «bajas» que esas agresiones a las que los medios occidentales denominan «guerras» cuando en realidad se tratan de masacres realizadas por uno de los mayores ejércitos del mundo sobre una población que sobrevive en la mayor cárcel al aire libre que haya existido jamás, y por lo tanto sin posibilidad de escapatoria o protección.
Nuestra obligación es obligar a la comunidad a acabar con este drama, a castigar a sus responsables, y a terminar con el origen de todos estos problemas que sufre el Pueblo Palestino, y que no es otro que una ocupación que dura ya más de 65 años y que sólo se puede mantener «gracias» a la complicidad de la comunidad internacional.
En este enlace podéis acceder al informe completo de la OCHA, en inglés
http://www.ochaopt.org/documents/ocha_opt_gaza_crisis_sitrep_24_nov_2013_english.pdf
Fuente original: www.asociacionunadikum.org