¿Cómo explicar el fracaso de la reciente cumbre ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realizada en Doha, Capital de Qatar, el pasado 17 de abril de este mismo año? ¿Cómo podemos entender las contradicciones que existen dentro de ese organismo? ¿A qué se debe la actual recuperación de los precios del […]
¿Cómo explicar el fracaso de la reciente cumbre ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realizada en Doha, Capital de Qatar, el pasado 17 de abril de este mismo año? ¿Cómo podemos entender las contradicciones que existen dentro de ese organismo? ¿A qué se debe la actual recuperación de los precios del crudo?
En la actualidad, una combinación de factores como la especulación de las bolsas petroleras, la crisis mundial capitalista, la sobreoferta de crudo por la extracción del mismo a través del método «fracking», entre otros, provocaron el desequilibrio de los mercados petroleros llevando al suelo los precios del codiciado «oro negro». Esta situación avivó las profundas contradicciones existentes dentro de la OPEP, generadas por el comportamiento desleal de algunos miembros de ese organismo.
Mientras se espera por una acción coherente y efectiva de los países OPEP y no OPEP, Arabia Saudita -como era de esperar- se empeña en ignorar el pedido que hacen la mayoría de los países miembros de la organización, y otros no miembros también, para coordinar una reducción significativa de la oferta de crudo que logre impactar eficazmente en el mercado y recuperar los precios.
En reiteradas ocasiones, el actual ministro de Petróleo Saudita, Ali Al-Naimi, ha venido insistiendo que su país no tiene intenciones de reducir la producción de oro negro alegando que como en cualquier mercado el precio fluctúa y los excesos de oferta se corrigen por el juego de la oferta y la demanda negando toda posibilidad de acción de la OPEP para procurar que así sea. «Todos saben lo que hace un mercado para cualquier producto. Se va hacia arriba y hacia abajo (…) Este es un mercado y estoy vendiendo en un mercado. ¿Por qué debo cortar?» dijo Al Naimi [1]
El reino wahabita pretende justificar su intransigente oposición a la OPEP, atendiendo a una supuesta «estrategia» que pretende hacer quebrar y expulsar del mercado a las empresas productoras de gas y petróleo por el método «fracking».
Sin embargo, la enconada oposición del reino a la propuesta de la mayoría de los países de la OPEP es realidad un acto de sabotaje contra ese mismo organismo. Sin duda se trata de una guerra dirigida por los Estados Unidos, aunque llevada a cabo por su más fiel vasallo árabe para desestabilizar y destruir a los gobiernos nacionalistas de algunos países petroleros, especialmente de Rusia, Irán, Venezuela, cuyas economías dependen significativamente de los ingresos petroleros.
Tanto es así, que el senador estadounidense John McCain, en una entrevista concedida a CNN, no dudó en mostrar su agradecimiento al reino reconociendo que los actuales precios del petróleo, que están afectando a la economía rusa, no se deben a las acciones de su presidente Barack Obama, sino a las autoridades sauditas. «Estados Unidos debe estar agradeciendo a los sauditas, que han permitido que el precio de un barril de petróleo baje hasta el punto en el que está afectando a la economía rusa», dijo McCain en una entrevista con la cadena CNN [2].
¿Qué tan «soberano» e «independiente» puede ser un reino que dispone de varias bases militares estadounidense en su suelo, para desarrollar políticas petroleras acordes a sus propios intereses y los intereses de la OPEP? Para un país productor con una economía altamente dependediente de los ingresos petroleros ¿Qué tan «justa» o «estratégica» puede resultar una política que impacte negativamente en los precios del crudo?
Desde la primera reunión suscitada en Bagdad en septiembre de 1960, Arabia Saudita siempre ha contrariado las políticas más importantes promovidas por la mayoría de los países de la OPEP. Para nadie es un secreto que el reino de los Saud ha favorecido los intereses de las grandes multinacionales petroleras. Quienes conocen un poco la historia de la OPEP, saben que no es la primera vez que Arabia Saudita se presta al perverso juego de los Estados Unidos. La historia desnuda al reino wahabita.
Desde la fundación de la OPEP y hasta el día de hoy, el reino saudita ha abusado de su posición dominante dentro del organismo para favorecer los intereses geopolíticos de Estados Unidos y sus transnacionales.
Solo en una ocasión Arabia Saudita adoptó una posición soberana, favorable a sus vecinos árabes y los países miembros de la OPEP.
En 1973 el rey Faisal Ibn Abdelaziz no «pudo ir contra la marea» y actuó bajo la presión de varios países árabes que exigían iniciar un embargo petrolero contra Estados unidos y Europa, por el apoyo que estos países estaban brindando a las políticas expansionistas y criminales de Israel en el Medio Oriente.
Aquellas acciones concertadas de los países árabes hicieron despertar las alertas de las potencias occidentales porque, por primera vez en mucho tiempo, sintieron la real amenaza que significaba la OPEP.
En un arrebato de arrogancia imperial, el para entonces secretario de defensa de Estados Unidos, James Schlesinger, amenazó a los países productores de petróleo diciendo que Estados Unidos no toleraría un nuevo embargo petrolero, por lo que no vacilaría en intervenir militarmente si se produjera una nueva crisis, y exigía «prudencia» en los procesos de nacionalizaciones impulsadas en los países OPEP.
Para muchos investigadores, aquel gesto de soberanía y solidaridad por la causa árabe (en especialmente por Palestina), le costó la vida al rey Faisal.
En 1975 el monarca árabe fue asesinado en una operación encubierta por la CIA, que rápidamente fue atribuida a uno de sus sobrinos que había vivido por largo tiempo en Estados Unidos. A rey muerto, rey puesto. Desde ese entonces, los sucesivos monarcas sauditas aprendieron bien la lección, «el perro no debe morder a su amo».
La caida de los precios del petróleo de los dos últimos años ha afectado a todos los países productores y a la economía mundial. Y pese a que el corrupto y medieval reino wahabita también se ha visto significativamente perjudicado [3] , todo indica que mantendrá su política destructora por órdenes del imperialismo estadounidense. Sin embargo, en las últimas semanas las cotizaciones del crudo Brent, WTI y OPEP han experimentado un significativo crecimiento de alrededor de 70% de su precio tras la drástica caída de febrero del 2016, cuando bajaron al nivel mínimo en 13 años [4] La esperanza de que el mercado del «oro negro» deje de sufrir por la sobresaturación parece estar definida por la reducción de la producción petrolera en Estados Unidos, Colombia, Libia, Nigeria y otros países. Las desinversiones y/o reducción de la producción de crudo en Estados Unidos se ha debido a que los precios actuales no justifican la inversión de las empresas que extraen crudos no convencionales (el método «fracking»).
Fuentes
[1] Ministro de Petróleo Saudita reveló por qué no pueden recortar producción petrolera http://www.bloomberg.com/news/articles/2014-12-10/saudi-arabia-says-why-should-i-cut-production-as-crude-falls
[2] McCain sobre los precios bajos http://actualidad.rt.com/economia/161235-arabia-saudita-mccain-agradece-eeuu-bajada-petroleo
[3] Caen reservas internacionales de Arabia Saudita http://www.telesurtv.net/news/Caen-reservas-de-Arabia-Saudita-por-bajos-precios-del-petroleo-20160403-0040.html
[4] Crudo al alza https://actualidad.rt.com/economia/206289-crudo-inesperado-crecimiento-precios
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