«El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) se ha convertido en caldo de cultivo de actividades contra el secularismo», recoge el documento enviado por el fiscal jefe del Tribunal turco de Apelaciones, Abdurrahman Yalçinkaya, al Constitucional, mediante el que pide la prohibición de la actividad política del partido gubernamental y la suspensión de […]
«El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) se ha convertido en caldo de cultivo de actividades contra el secularismo», recoge el documento enviado por el fiscal jefe del Tribunal turco de Apelaciones, Abdurrahman Yalçinkaya, al Constitucional, mediante el que pide la prohibición de la actividad política del partido gubernamental y la suspensión de la vida política, durante cinco años, de sus principales responsables. Entre ellos, cita al presidente de Turquía, Abdullah Gül, y al primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, además de a otras setenta personas.
«Con un partido con una mayoría tan amplia en el Parlamento, debemos pensaar qué ganará y que perderá Turquía con una demanda como ésta», declaró Gül tras conocer la noticia, según la agencia Anatolia.
Batalla
El AKP se encuentra sumido en una batalla con la élite secular turca, que incluye a magistrados y generales del Ejército, desde que llegó al poder en 2002. Los laicos acusan al partido en el Gobierno, de raíces islámicas, de intentar minar la separación entre Estado y religión.
Las tensiones se han intensificado después de que el Parlamento, dominado por el AKP, aprobara una enmienda constitucional el pasado mes para levantar la prohibición de que las mujeres lleven el velo islámico en las universidades, prohibición que ha impedido a muchas jueres cursar estudios universitarios. El documento enviado por el fiscal al Tribunal Constitucional señala, según Anatolia, que la eliminación de la prohibición sobre el uso del pañuelo islámico y el endurecimiento de las leyes sobre el consumo de alcohol son ejemplos de actividades antiseculares.
Ésta es la primera vez que el AKP, que ganó las elecciones el pasado julio, es llevado ante el Constitucional por un fiscal en un intento de censurar al partido. Hace diez años, el Alto Tribunal turco ordenó la disolución del partido del Bienstar Turco, entonces en el Gobierno, sobre la base de que era demasiado islamista.
Los miembros del AKP expresaron su conmoción. «Éste es un anuncio muy impactante. No hay pruebas de que el AKP esté en contra del secularismo», manifestó el dirigente del partido Zafer Uskul. «No creo posible que el AKP sea ilegalizado, pero tan sólo la apertura del caso es desafortunada», consideró.
El Constitucional está revisando una apelación del opositor Partido Popular Republicano sobre la validez de las enmiendas constitucionales para levantar la prohibición sobre el velo.