En la región sureña de Tafileh el movimiento de oposición ha cruzado una línea determinante en el devenir de las protestas: el mensaje supera las demandas de reforma y se dirige sin titubeos a la figura del rey Abdallah y la caída del sistema. Mucho ha tenido que ver en este refuerzo, el cambio de […]
En la región sureña de Tafileh el movimiento de oposición ha cruzado una línea determinante en el devenir de las protestas: el mensaje supera las demandas de reforma y se dirige sin titubeos a la figura del rey Abdallah y la caída del sistema. Mucho ha tenido que ver en este refuerzo, el cambio de actitud de las fuerzas de seguridad que han pasado de repartir agua a cargar contra los participantes.
El tono de las protestas ha ido subiendo, y cuanto más se ha cuestionado la figura del monarca, mayores han sido las consecuencias. Dos hechos aislados advirtieron de que el régimen no iba a permitir que se sobrepasara la línea: la condena de un joven de Madaba por quemar una fotografía del rey y la detención del conocido opositor Ahmad Owaidi Abbadi por hablar de un sistema republicano. Los dos fueron finalmente «perdonados» pero el pasado mes las proclamas de una protesta en Tafileh tocaron al rey Abdullah de nuevo y 25 personas fueron detenidas acusadas de «insultar y atacar al monarca». Los arrestos han obtenido una respuesta revulsiva: las manifestaciones para pedir su liberación se han extendido por varias ciudades del país y las movilizaciones han ganado adeptos. La más significativa fue la que se convocó en Ammán frente a la Oficina del Primer Ministro el pasado 31 de marzo que terminó con cargas policiales. Al menos ocho de ellos continúan todavía en la cárcel, mientras que los que han sido liberados aseguran haber recibido torturas y malos tratos en prisión. Las acusaciones recogidas por Human Rights Watch y Amnistía Internacional han caldeado aún más el ambiente y hoy Tafileh se ha convertido en el Talón de Aquiles del reino.
Hasta ahora los movimientos de oposición que han recorrido la capital estaban dispersos por origen y por el motivo de las convocatorias. Las peticiones se dirigían hacia la implementación de las reformas que ha ido prometiendo el monarca durante este año, pero la virulencia con la que se han gestionado las detenciones de los activistas de Tafileh está provocando una centralización del descontento en el sur y cada vez son más los activistas que se desplazan para participar en las concentraciones. El 17 de marzo, 150 mujeres, entre las que se encontraban madres de los detenidos, se juntaron en Tafileh para pedir la implicación de la mujer en las reformas de la sociedad y prometieron tomar parte de las protestas que se sigan celebrando en la capital.
A principios de año, los Hermanos Musulmanes, con gran poder de convocatoria, se retiraron de la manifestación de los viernes. Se entiende que para preparar su participación en las elecciones locales y parlamentarias que se celebrarán este año. Estaban, además, a la espera de la aprobación de la nueva Ley Electoral, cuyo proyecto fue aprobado por el Ejecutivo el pasado 7 de abril y que según los analistas favorece a los grupos tradicionales; entre ellos, al partido de la oposición Frente de Acción Islámica (FAI), brazo político de los Hermanos Musulmanes.
Tafileh ha protagonizado desde el pasado año las protestas más enérgicas contra el rey al que recibieron el pasado mes de junio a pedradas. La región es una zona eminentemente tribal, y las tribus, que representan uno de los sectores más poderosos en Jordania, son el grupo opositor más resistente al dominio del monarca. Estos días, en un intento de conseguir aliados, Abdullah ha visitado las tribus del norte junto a su hijo el príncipe, Hussein para suavizar la situación.
El Gobierno jordano acaba de abrir, con el apoyo de España, un Observatorio para monitorizar la implementación de las reformas que deben tomar forma este año. La página web se estrena con una encuesta en la que pregunta al usuario si cree que el actual Gobierno es serio sobre sus intenciones de reformas. Pero en la calle el nivel de exigencia es mayor, ya no se habla de la responsabilidad gubernamental sino de la acción que debería emprender el monarca. La demora de las reformas, en gran medida dependientes de las decisiones del rey, y el ambiente de cambio que vive la región han permitido la reflexión de los jordanos que, por primera vez, están mirando a lo más alto del estamento.
Fuente original: http://www.aish.es/index.php/component/content/article/148-clavesjordania/2798-jordania-120412-tafileh-centraliza-y-centra-las-protestas-contra-el-rey