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Asistencia psicológica a los niños del Líbano

Tan pequeños y tan sufridos

Fuentes: IPS

«Cayeron misiles sobre nuestra casa y destruyeron todo. Hubo muchos heridos», relató Issara, una niña de nueve años a quien sus hermanos, Hussein, de cuatro, y Mahmoud, de cinco años, escuchan con atención en un centro para refugiados de Líbano. Lo mismo hacía la psicóloga Ola Attaya, de 31 años, quien dirige un proyecto piloto […]

«Cayeron misiles sobre nuestra casa y destruyeron todo. Hubo muchos heridos», relató Issara, una niña de nueve años a quien sus hermanos, Hussein, de cuatro, y Mahmoud, de cinco años, escuchan con atención en un centro para refugiados de Líbano.

Lo mismo hacía la psicóloga Ola Attaya, de 31 años, quien dirige un proyecto piloto que asiste a niñas y niños traumatizados, donde se hallan estos hermanos.

Enseguida, Ola se levantó y abrazó a Issara. «Está todo bien, está todo bien, ahora ya no tienes por qué temer. Estás a salvo.»

Los pequeños Hussein y Mahmoud han estado, por lo general, muy tranquilos desde que su familia huyó de Ramieh, en la frontera entre Israel y Líbano.

«Como ves, algunos de estos niños no pueden hablar ni comunicarse», dijo Ola a IPS en el centro de refugiados de la Universidad Estadounidense de Beirut. «Creemos que podemos ayudarlos dándoles la oportunidad de jugar y hablarnos cuando lo deseen.»

Ola dirige el proyecto, en el que se desempeñan voluntarios. Ahora se amplió a seis escuelas más, devenidas en centros de atención de refugiados. Ella y su equipo trabajan diariamente con cientos de niños y niñas para ayudarlos a superar el trauma del bombardeo.

El equipo está integrado por unas 40 personas entre psicólogos, maestros, animadores, artistas y estudiantes. Los voluntarios organizan todo tipo de actividades, generalmente en grupos, como dibujo, juegos, obras de teatro y sesiones de lectura.

Muchos niños y niñas se recuperan con bastante rapidez. «La prevención temprana es muy importante. Si no se trata el trauma enseguida, se vuelve algo más serio», señaló Ola.

Los voluntarios encontraron varios síntomas de traumas infantiles como trastornos del sueño, pesadillas, excesivo apego a los padres, dificultades en el habla, apatía, comportamientos excepcionalmente enérgicos o aparición de dolores de cabeza y de estómago.

Pero el centro de atención de Ola parece una escuela como cualquier otra. Durante la visita de IPS, un grupo de niños dibujaba, otro pintaba y otro más escribía.

Más lejos, 10 niños escuchaban un cuento. Estaban sentados en un piso de hormigón con los ojos fijos en las ilustraciones del libro.

Un par de varones correteaban haciendo diabluras.

La mayoría de las familias proceden del sur de Líbano, dónde se registra el grueso de los ataques israelíes. Muchos niños vieron bombardeos y personas asesinadas y mutiladas. También han sido testigos del trauma de sus propios padres.

«Los niños son como esponjas. Absorben la ansiedad y temores de sus padres. Por eso, es muy importante atender a los padres al mismo tiempo», sostuvo Ola.

Algunos voluntarios se concentran en los padres mientras que otros trabajan con los menores.

«Los cuentos incitan a los niños a dibujar y a escribir sobre sus experiencias. Quizás más adelante puedan hablar sobre ellas. Esto es necesario para que afronten lo que han visto y vivido», añadió Ola.

Sin embargo, los niños también ven fotografías de destrucción y escuchan historias de muerte.

Dos niñas de 12 y 13 años observaban fotografías de dos jóvenes aplastados contra la ventana trasera de un automóvil negro. «Este es mi hermano», dijo una de ellas, quien llevaba puesto un velo. «Fue asesinado por los israelíes hace unos días cuando bombardearon nuestra aldea. Lo quería mucho».

Ola y todo el equipo de voluntarios se preparan para recibir a más niños, porque el ejército israelí ha ampliado su ofensiva terrestre y los ataques aéreos se acercan cada vez más a Beirut.

Algunos pequeños decidieron hacer dibujos diferentes de los habituales. «Están dibujando postales que queremos enviar a niños y niñas israelíes», contó Ola.

Este sábado se produjo el peor bombardeo desde que comenzaron los enfrentamientos, hace más de tres semanas, entre Israel y el partido islamista, chiita y prosirio Hezbolá.

Mientras, Estados Unidos y Francia acordaron un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para poner fin a las hostilidades, declarar un cese del fuego permanente y hallar una solución de largo plazo al conflicto iniciado el 12 de julio. (http://www.aub.edu.lb/)


http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=38278