Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística, por Carlos Sanchis. Esta traducción es copyleft .
Parece que Israel se está empeñando en acabar con lo que cada vez más es, obviamente, un alto el fuego unilateral.
Quizás todo está bajo la campaña electoral anterior a las elecciones generales israelíes a finales de este mes. Si es así, es una manera escandalosamente sangrienta de competir por los votos. Quizás tenga que ver con la victoria de Hamas en las elecciones palestinas de enero. Si es así, es una forma escandalosamente sangrienta de responder a los resultados de unas elecciones libres y democráticas.
Incluyendo lo que parecería ser el último asesinato de un veterano líder de la Jihad Islámica en Gaza, y con los números de la Sociedad de la Media Luna Roja Palestina, unos 30 palestinos han sido muertos desde las elecciones del 25 de enero. El período incluye varios asesinatos y una importante incursión, en un campo de refugiados cercano a Nablus. Además, docenas de personas fueron arrestadas, más recientemente un parlamentario palestino y su colega, ambos de Hamas, en la ocupada Jerusalén Este.
¿ Por qué esta política? En un tiempo en que los principales actores palestinos están comprometidos en un alto el fuego y han dado pruebas de compromiso a lo largo de un año, ¿por qué continuar con esta política de derramamiento de sangre y de castigo?. ¿ Qué está esperando obtener Israel?
Parece, como ha sido el caso muchas veces antes, durante la Intifada, que Israel, o al menos la clase política de Israel desea un recrudecimiento. Resolvería tantos problemas para esos políticos. No más incomodas decisiones acerca de si entregar dinero a la Autoridad Palestina que actualmente pertenece a la Autoridad palestina. No más duras deliberaciones sobre si seguir o no una pista diplomática con Hamas. No más fastidiosas cuestiones, cercanas a la culpabilidad, de que quizás hay una cosa tal que una ocupación y que aquellos pueblos que están ocupados no les gusta y que tienen derecho a no estarlo.
Ciertamente, un recrudecimiento permitiría un retorno seguro al confort de la manta, donde todos los palestinos son terroristas y no puede fiarse de los árabes.
Es la clase de pensamiento que los políticos israelíes mejor promocionan. Lo más fácil para ellos es barrer cualquier pensamiento incomodo sobre la complicidad de afuera. Característico de los niños, y como un niño, destructivo.
Como un niño también, Israel tarde o temprano tiene que crecer. El terreno de juego tiene que ser compartido con alguien más.