La paz es la guerra por otros medios. Es bien sencillo, los nazi-sionistas, Israel, potencia ocupante de Palestina, ha sido vencido por la resistencia palestina: los pasos fronterizos quedan abiertos, y los pescadores van a tener más millas para pescar. Fin del bloqueo. En las próximas negociaciones que se producirán a lo lardo del mes […]
La paz es la guerra por otros medios. Es bien sencillo, los nazi-sionistas, Israel, potencia ocupante de Palestina, ha sido vencido por la resistencia palestina: los pasos fronterizos quedan abiertos, y los pescadores van a tener más millas para pescar. Fin del bloqueo. En las próximas negociaciones que se producirán a lo lardo del mes de septiembre se tiene que concretar la reconstrucción del aeropuerto y del puerto de Gaza. Más de 7.700 bombardeos desde las baterías de tierra, los barcos de guerra y los aviones nazi-sionistas han asolado Gaza, ahora, lo que llamamos paz, es la guerra que se traslada a tres niveles: las mesas de negociación, los organismos internacionales y la solidaridad de los pueblos del mundo.
La resistencia palestina ha doblegado a la potencia mundial del armamento más sofisticado, a la potencia mundial del racismo, la teocracia y la ocupación.
Los pueblos del mundo debemos ser ahora la resistencia en primera línea. El B.D.S. (Boicot. Desinversión. Sanciones) al nazi-sionista Israel tiene que aportar la fuerza necesaria a la delegación de la resistencia palestina unificada como para hacer ver que nadie puede abandonar los acuerdos conseguidos. Con ello se afianzará la victoria sobre el nazi-sionismo.
La victoria que se plasma en la mesa de negociación está guardada por la victoria militar, pero también la victoria militar debe tener el respaldo civil de la solidaridad inconfundible con el pueblo palestino. Con ello además se pone a la vista del mundo el necesario final de la ocupación de Palestina y el reconocimiento del Estado Palestino en Cisjordania, Gaza y Jerusalén como capital. Y, con la firma de la OLP del Tratado de Roma, su denuncia de Israel lleve a la Corte Penal Internacional de Justicia de La Haya a intervenir y juzgue a Netanyahu y los cabecillas de su banda terrorista por genocidio, crímenes de guerra y crímenes de Lesa Humanidad, tienen que pagar tanto crimen cometido sobre el pueblo palestino. La Justicia tiene que hacer pedagogía.
Los consignados criminales saben las consecuencias de sus actos y van a tratar de contar con la presión del gobierno Obama, el loby nazi-sionista del armamento y sus bancos, y los gobiernos europeos que tantos negocios criminales han hecho con ellos.
Frente al poder del dinero esta la solidaridad. Ganar la batalla de la Justicia Internacional es vencer al nazi-sionismo, al nuevo nazismo.
Ante esa batalla futura solo tenemos que retener la inmediatamente pasada: Gaza, la Resistencia Palestina al ocupante nazi-sionista ha ganado, junto a la resistencia armada esta otra victoria: en el campo de la economía nazi-sionista, caen sus empresas de todo tipo, los operadores financieros se resienten y bajan sus negocios, el turismo se les hunde, su venta de productos a todos los niveles tanto en el interior como en el exterior cae y va a seguir cayendo, el encogimiento económico es de tal calibre que se han tenido que reunir los cabecillas nazi-sionistas, Netanyahu es el más conocido, para echar cuentas tras advertir su camino hacia la ruina económica, su desprestigio exterior y el enfriamiento de sus protectores occidentales, la conclusión que les esperaba no podía ser más que la de sentarse a negociar: de entrada se termina el bloqueo, pasos fronterizos abiertos y más millas marítimas para los pescadores de Gaza. La victoria tangible, ha producido en el pueblo de Gaza y en el resto de Palestina una alegría tan inmensa que sirve de primer homenaje a los mártires.
Continuará.
Toda nuestra solidaridad con el pueblo palestino.
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