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Turquía amplía su campaña militar contra Siria e Irak

Fuentes: Rebelión

Turquía avanzó contra las posiciones de los miembros del Partido de Trabajadores del Kurdistán con ataques aéreos, en el norte de Irak, donde   la policía turca llevó a cabo una operación antiterrorista en 13 provincias del país, deteniendo a 251 personas sospechosas de haber participado con diversas organizaciones terroristas, incluyendo a miembros del ISIS […]

Turquía avanzó contra las posiciones de los miembros del Partido de Trabajadores del Kurdistán con ataques aéreos, en el norte de Irak, donde   la policía turca llevó a cabo una operación antiterrorista en 13 provincias del país, deteniendo a 251 personas sospechosas de haber participado con diversas organizaciones terroristas, incluyendo a miembros del ISIS y PKK. Esta redada se produjo después que un ciudadano turco, supuestamente asociado con el ISIS, llevase a cabo un ataque terrorista en la ciudad turca de Suruc cerca de la frontera con Siria en un centro cultural para los kurdos, matando a 32 personas e hiriendo a más de 100.   Turquía inmediatamente atribuyó el ataque al Estado islámico, pero nunca éstos reclamaron el ataque, probablemente fuera una operación de bandera falsa iniciado por el servicio secreto de Erdogan. El atentado contra los kurdos se utilizó para justificar una operación contra el Estado Islámico.

El PKK inmediatamente culpó a Estambul y le acusó de colaborar con el Estado islámico, matando a dos agentes de la policía turca en venganza por los bombardeos. Turquía ha reabierto su guerra contra los kurdos, mientras la policía vigila a cientos de activistas kurdos y decenas de aviones de combate han atacado sus posiciones en Siria e Irak. Desde 2013 se mantuvo un alto el fuego entre el estado de Turquía y los rebeldes del PKK kurdo, en el sureste de Turquía. El gobierno se comprometió a dar apoyo a la autonomía kurda y a tener buenas relaciones con éstos en el norte de Irak, comprando petróleo al gobierno regional kurdo y apoyando la cleptocracia del clan Barzani en el poder en dicha región iraquí autónoma.

Después de haber perdido su mayoría en el parlamento en las elecciones del pasado mes de mayo y al ser incapaz de formar una coalición que tenga más de la mitad de los escaños, es probable que Erdogan tenga que convocar otras elecciones anticipadas, que podría dar mayor representación al principal partido opositor y al HDP pro-kurdo.

En el plano internacional, el gobierno de Turquía se ha alineado con la estrategia militar de EE.UU. en la región y se ha convertido en una parte activa de   la coalición dirigida por Estados Unidos para hacer la guerra en Irak y Siria.   Washington y sus aliados árabes trabajaron estrechamente para socavar al régimen sirio armando a grupos islamistas opuestos a Damasco. La OTAN dio al presidente Erdoğan apoyo unánime a Turquía para unirse a la ofensiva militar liderada por Estados Unidos contra el ISIS, que está siendo utilizada como una tapadera para intensificar la intervención de Washington contra el gobierno sirio.

Los planes de Ankara para apoderarse del territorio sirio con el apoyo de Washington son una violación flagrante de la soberanía siria. Los gobiernos de Estados Unidos y Turquía, han declarado previamente que querían un cambio de régimen en Siria, esperan a esta nueva fase de la campaña para presionar a Assad. A cambio de la participación de Ankara en la guerra contra el ISIS, EE.UU. dio el visto bueno a los ataques a organizaciones kurdas, que estaban en la vanguardia de la lucha contra el ISIS y fueron en parte apoyados militarmente por los EE.UU.

Diferentes analistas estiman que Erdogan lanzó una guerra para prevenir la unificación de cantones kurdos en el norte de Siria, perdidos por el Estado Islámico tras la ofensiva kurda y mantener rutas de suministro seguras a Al Qaeda, al estado islámico, siendo el objetivo a largo plazo la incorporación del norte de Siria a Turquía.

En un informe publicado, The Guardian, citando a un funcionario occidental de alto rango, no identificado, explicando el trato directo entre las autoridades turcas y miembros del ISIS. Turquía ha actuado siempre como un colaborador para que el ISIS cruzase a Siria, mientras si bien Estados Unidos no ha sido el creador de la organización terrorista, es su principal aliado en Oriente Medio. Con la ayuda que suministran a los llamados rebeldes moderados, dan su apoyo para llevar a cabo ataques con éxito en Irak y Siria.

Los dirigentes estadounidenses, junto a sus colaboradores israelíes y turcos, estiman que el ISIS no  va a ganar la guerra, lo que significaría que Assad se va a quedar en el poder. Es por ese motivo que Obama ha pasado al Plan B, debido a que los peces gordos del Pentágono se dan cuenta de que van a necesitar implicarse más sobre el terreno, si quieren un cambio de gobierno en Siria.

Los estadounidenses recuerdan lo acaecido en Irak y no pretenden repetir otro fiasco sangriento en el Medio Oriente. Washington quiere que Estambul haga el trabajo pesado, mientras que EE.UU. proporcione apoyo logístico y cobertura aérea.

Washington analiza una invasión directa de Siria por las fuerzas militares del ISIS, con el propósito de controlar una gran zona del país para posteriormente ser ocupado por las tropas estadounidenses y de la OTAN. Los planes para una nueva división imperialista de Siria y Oriente Medio.

Jabhat al-Nusra comparte la ideología y las tácticas del ISIS, siendo la única diferencia su voluntad de trabajar con los Estados Unidos y Turquía, que actúan como la fuerza aérea para Al Qaeda contra el gobierno sirio. Es del todo probable que una vez que se inicia la operación para la creación de una zona segura, muchas tropas del ISIS simplemente se uniran a al-Nusra, debido a que no hay ninguna diferencia de principios.

Si el objetivo de Obama en Siria fuese realmente derrotar al ISIS, se podría haber logrado en cuestión de semanas. La única razón por lo que esto no ha sucedido es que EE.UU. y sus aliados siempre han considerado a ISIS/ Al Nusra un   aliado   contra Siria, Hezbolá e Irán, para   mantener a este monstruo bajo control y no eliminarlo. Occidente hasta ahora ha provocado un crecimiento del terrorismo, que se ha extendido geográficamente, sus recursos materiales han aumentado y su mano de obra se ha duplicado. Con el objetivo de balcanizar los estados de Oriente Medio, en base al documento del plan Yinon y al mapa publicado en   Armed Forces Journal   por Ralph Peters en 2006 , para lograr la supremacía regional de Israel.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.