Para analizar las causas detrás de los atentados múltiples que tuvieron lugar en París recientemente, asi como las contradicciones que suscitan los lazos entre «Occidente» y sus aliados como Turquía, hablamos con el escritor y militante belga de origen turco Bahar Kimyongür, uno de los mejores especialistas del conflicto en Siria y del fenómeno del […]
Para analizar las causas detrás de los atentados múltiples que tuvieron lugar en París recientemente, asi como las contradicciones que suscitan los lazos entre «Occidente» y sus aliados como Turquía, hablamos con el escritor y militante belga de origen turco Bahar Kimyongür, uno de los mejores especialistas del conflicto en Siria y del fenómeno del «euroyihadismo».
-En su libro Syriana publicado en 2011, denuncia la responsabilidad de Estados Unidos y la CIA en la «fabricación» del conflicto sirio. Siria siendo -le cito- «el país árabe que más resistencia ha opuesto al imperialismo americano y a Israel». ¿Cómo consiguió un pronóstico tan acertado?
-BK: Bastaba con mirar alrededor de Siria: el Líbano sufría guerras repetitivas, Irak estaba destruido, Irán estaba cercado, Palestina estaba laminada… Cada vez que un país árabe trata de rebelarse contra la política expansionista de Estados Unidos, acaba siendo destruido e humillado. En Siria, empezó ya en 2003 cuando Colin Powell viajó a Damas para entrevistarse con Bachar al-Asad y pedirle claramente que dejara de oponerse… Porque Siria es el nexo entre las resistencias iraní y palestina contra Israel, encarnado por el Hezbolá que Siria apoya a nivel económico y logístico. También apoyó a la resistencia iraquí y dio amparo al líder de Hamas Khaled Meshaal cuando este era «persona non grata» en todo Oriente Medio. Todas estas posturas «rebeldes» de Siria llevaron la administración de George Bush a firmar el Syria Accountability and Lebanese Sovereignty Restoration Act en 2003 [un proyecto de ley cuyo fin era acabar con lo que los Estados Unidos consideraban un apoyo de Siria al terrorismo]. EEUU no sólo es una nación, es un imperio con miles de bases militares en todo el mundo…
-Usted apoda Turquía el «guardián de Washington». ¿Cómo explica el cambio de postura de Turquía respecto a Siria?
-BK: Con la llegada de la famosa primavera árabe y por el papel principal que tanto la administración de George Bush como la de Barak Obama han dado a Turquía en el proyecto llamado Gran Oriente Medio -estrategia de remodelación del mundo arabo-musulmán- Erdogan ha visto la oportunidad de restablecer el prestigio del Imperio Otomano. Y personalmente sueña con convertirse en el líder del mundo arabo musulmán. Es por puro oportunismo que ha cambiado de actitud respecto a Siria, convirtiéndose en cabeza de puente de la guerra contra este país. Y cuando digo «puente» quiero decir que todo pasa por Turquía. El periodista norteamericano Seymour Hersh ya habló de la red entre la Turquía y Libia por donde transitan combatientes y armas. Y por Turquía pasa también el dinero de Qatar, de Kuwait, y en definitiva todo lo que los rebeldes necesitan. Incluso la organización del llamado»Estado Islámico» -que hasta Al Qaeda ha condenado por su crueldad- está relacionado con Turquía. Prueba de ello es la total inmunidad con la que han transitado los camiones turcos por un enclave en el norte de Siria (donde se encuentra el mausoleo de Suleiman Chah el abuelo del fundador del imperio otomano) sin ser atacados por el EI, mientras que ese enclave está controlado por él. Así que Turquía acordó un salvoconducto con los peores terroristas del mundo. Erdogan está dispuesto a pactar con el Diablo para asentar su autoridad en Siria.
-¿Puede darnos otros ejemplos?
-BK: Los almacenes situados en las ciudades y pueblos controlados por el EI están repletos de productos exclusivamente turcos. Pero es que ademas, los combatientes de Daech reciben de Turquía nitrato de amonio, que sirve de explosivo para sus atentados kamikazes bajo el pretexto de servir como ayuda agrícola, ya que el nitrato de amonio también es un fertilizante. Dos periodistas estadounidenses, Ben Hubbard et Karam Shoumali, investigaron sobre esas entregas de explosivos a Daesh a través de Turquía el pasado mes de mayo para el diario New York Times. Y recordémonos de los camiones repletos de armas y escoltados por los servicios secretos turcos (MIT) destinados a grupos yihadistas. Los fiscales y gendarmes turcos que registraron esos camiones se encuentran todos en la cárcel. Can Dündar, el periodista que publico las fotos de aquellas armas transportadas por los servicios secretos turcos, se ha exiliado para escapar a una condena por alta traición (el pasado 27 de noviembre, Can Dundar y su colega Erdem Gul del diario Cumhuriyet, fueron detenidos por las autoridades turcas bajo la acusación de haber difundido esas revelaciones, NdlR).
-¿Con quién Turquía contribuye a crear el caos en Siria?
-BK: No hay ninguna ambigüedad en torno al papel de países como Francia o Bélgica en la financiación de grupos terroristas como la brigada al-Faruq que constituyen la espina dorsal del Ejército Sirio Libre. Ahora Francia va e implanta su «plan anti-yihad» con un número de teléfono gratuito, cuando durante los tres últimos años ha hecho la vista gorda con la intensa actividad de redes de reclutamiento de «soldados low-cost» en su territorio para enviarlos a Siria. Pero ahora esos yihadistas se han convertidos en verdaderos caciques de guerra y se vuelven en contra de los que les apoyaron porque no temen ni a Dios ni al Diablo. Y hablo con conocimiento de causa puesto que acompaño a padres de estos combatientes belgas y franceses que intentan recuperar a sus hijos enrolados en Siria. Dentro de las filas de estos yihadistas se encuentran también numerosos convictos a quienes los servicios secretos europeos han prometido una remisión de condena a cambio de espionaje en Siria. ¡Hay que ver el cálculo cínico al que han llegado estos gobiernos europeos! ¿Qué pasa ahora con sus «rebeldes», señor Fabius? Pensaron seguramente que sus dos enemigos iban a anularse: el régimen de Asad y los que consideran unos «ceros a la izquierda» de los suburbios.
-¿Cuál es la postura de Irán respecto a Turquía y a Siria?
-BK: Irán trata de mantener unas relaciones amistosas con Turquía para no aislarse más, pero no espera de Turquía que se ponga de acuerdo con ello sobre Siria. Es una actitud que Irán ya había tenido con el Egipto de Mohamed Morsi que ha criticado duramente a Bashar al-Asad. Son países vecinos que no pueden obviar intereses económicos, comerciales y energéticos comunes. Pero lo cierto es que para Irán, cercado por bases militares estadounidenses y por regímenes árabes hostiles de orientación wahhabita, Siria es el último bastión. Irán es el próximo en la lista de los países que Estados Unidos e Israel quieren derrocar. Así que Irán ejerce una resistencia preventiva enviando a instructores militares a Siria y estrechando los lazos económicos y diplomáticos con el gobierno de Damasco.
-Denuncia las «mentiras mediaticas» en torno al conflicto sirio…
-BK: Varios periodistas han tratado de ridiculizarme por mi libro tachándome de conspiracionista obsoleto. Me recuerdan a una metáfora del poeta turco Nâzım Hikmet sobre el pez dorado que vive en el mar sin conocer el mar… Una gran parte de la prensa internacional sigue pensando que las declaraciones de Snowden, los cables de Wikileaks o el espionaje de la NSA no es más que propaganda. Se han publicado barbaridades y jamás hemos presenciado tal guerra mediática. Desde que empezó el conflicto en Siria, hay toda una batería de desinformación que funciona permanentemente. No se trata tanto de definir si Bashar al-Asad es un monstruo o no. Se trata de desenmascarar la propaganda que se oculta detrás de la información. Por ejemplo, la prensa tradicional ha ocultado desde el principio el factor confesional y religioso en el conflicto. En las manifestaciones se podía oír claramente la llamada al genocidio de Alauitas y shiítas. Los Estados del Golfo no han tragado la alianza de Siria con Hezbolá y han jugado con el sentimiento primario anti-shií que siente una parte de la población suní conservadora para alentar un conflicto ideológico. Ahora sí, se empieza a hablar del apoyo de Qatar y de Arabia Saudí a la oposición…El gran problema de los medios de comunicación «mainstream» es que han elegido un campo de antemano y así han perdido todo sentido crítico.
-Ultimamente la extrema derecha europea viene relacionando el drama de los refugiados con el fenómeno del terrorismo, dando crédito a la idea de que las redes terroristas de Daech habrian aprovechado la situación para enviar potenciales terroristas al suelo europeo. La histeria antiimmigración llegan hasta los Estados Unidos, y es utilizada de manera insistente por ciertos analistas de medios mainstream. ¿Qué puedes decirnos de las manipulaciones sobre el tema de los refugiados?
-BK: La ecuación más comúnmente difundida en Occidente es «un refugiado = un militante antirégimen sirio». Ecuación que fue desmentida por el periodista Justin Salhani en un artículo publicado el 24 de abril de 2013 en el Washington Post y cuyo título era «Assad aún goza de partisanos entre los refugiados sirios». Había hablado con la diáspora siria en Líbano y parecía sorprendido de encontrar refugiados pro Assad de todas confesiones (hasta suníes) y hasta entre las víctimas de bombardeos por el ejército sirio. Estos refugiados se dieron cuenta de que habían sido engañados por grupos armados, por jeques del Golfo y por potencias occidentales y que el único en garantizar la seguridad, la estabilidad y la cohesión nacional es Assad.
La situación de los refugiados sirios en los campos en Turquía es diferente. Estos campos están bajo el control de grupos yihadistas y los civiles no tienen libertad de expresión. Los que criticaron a los yihadistas han sido entregados a la policía turca o expulsados de los campos. Lo que no sabe la gente porque los medios de comunicación tradicionales no lo cuentan es que para la gran mayoría de los sirios, el régimen de Bashar al-Asad es un mal menor. Porque a diferencia del proyecto político de la oposición (que consiste en dejar la administración del país entre las manos de hordas yihadistas versión Mad Max), el gobierno de Bashar al-Asad ha asegurado una cierta paz social e intercomunitaria y ha establecido la convivencia como verdadero culto. Siria es el único país árabe del mundo donde los musulmanes van a la iglesia y los cristianos van a la mezquita con gusto.
-Pero tampoco todo era perfecto con el régimen de Assad…
-BK: No y lo que yo reprocho al régimen sirio es que, al margen de ser relativamente generoso en el plan social y cultural, siempre ha sido inflexible en el plan político, negándose a llegar a cualquier compromiso. Esto, lógicamente, ha creado un descontento entre la población que han sabido aprovechado grupos y «think-tanks» teleguiados por las potencias extranjeras que veían allí una oportunidad de desestabilizar al régimen. Claro que ha habido problemas políticos, errores, abusos y crímenes cometidos por el gobierno. Pero dictadura o no, una parte del pueblo sirio ha elegido resistir en contra del neocolonialismo y la injerencia del terrorismo. Lo que sí importa saber hoy es quién intenta recuperar este descontento popular sirio y con qué fines.
El principal reto para resolver el conflicto sirio no es Assad, sino la supervivencia de Siria como estado unitario, como nación compuesta de pueblos diversos pero solidarios. Assad no me interesa como individuo, son los 13 o 14 millones de sirios de todas las confesiones que continúan a apoyarle con cuerpo y alma quienes me interesan. En esta guerra han muerto 94.000 soldados y milicianos pro Assad. Son de hecho las primeras víctimas de la guerra en lo que respecta al número, ya que son mas numerosas que los civiles o los terroristas asesinados. Si tantos ciudadanos sirios han dado su vida por la Siria de Assad, hay que plantearse unas preguntas sobre sus motivaciones. La defensa de un hombre no puede explicar ese sacrificio. Hay un modo de vida, un proyecto de sociedad que el pueblo sirio no puede abandonar, y por los cuales lucha hasta el final. La Siria de Assad, no son únicamente salas de tortura. Son escuelas, hospitales, museos, una vida cultural intensa, la igualdad ciudadana, la seguridad…
Fuente: http://www.investigaction.net/Turquia-es-la-cabeza-de-puente-de.html?lang=es