La localidad de Umm el-Fahm, de mayoría palestina y situada en los Territorios de 1948 [Estado de Israel], fue ayer el escenario de violentos disturbios en respuesta a una manifestación de extremistas judíos que acudieron en actitud provocadora. La calma llegó después de varias horas de enfrentamientos entre varias decenas de contramanifestantes palestinos y la […]
La localidad de Umm el-Fahm, de mayoría palestina y situada en los Territorios de 1948 [Estado de Israel], fue ayer el escenario de violentos disturbios en respuesta a una manifestación de extremistas judíos que acudieron en actitud provocadora.
La calma llegó después de varias horas de enfrentamientos entre varias decenas de contramanifestantes palestinos y la Policía israelí, que realizó diez detenciones.
En el mismo momento en el que los manifestantes judíos, unos 70, llegaron a Umm el-Fahm, la Policía israelí disparó granadas lacrimógenas y ensordecedoras y empleó un cañón de agua para dispersar a los contramanifestantes palestinos.
Algunos contramanifestantes, encapuchados y subidos a los tejados, lanzaron piedras contra los policías y los manifestantes judíos. Asimismo, levantaron una barricada de fuego con neumáticos y ramas.
«¡Liberad Palestina!», «¡Por nuestra sangre y nuestra alma, nos sacrificamos por ti, Palestina!», coreaban mientras ondeaban banderas palestinas.
«No permitiremos que estos fascistas, estos racistas nazis, lleguen a nuestras casas», destacó Ahmad Bweirat, de 75 años.
«Vienen a contestar la legitimidad de la presencia árabe [palestina] en el país, en coordinación con los extremistas de derecha que se sientan en el Gobierno», afirmó Afu Aghbariyeh, diputado de la formación izquierdista Hadash en la Knesset [Parlamento israelí] y natural de Umm el-Fahm.
«¡Muerte a los terroristas!» coreaban por su parte los extremistas judíos, que reclamaban la ilegalización del Movimiento Islámico de los Territorios de 1948 y la cadena perpetua para su líder, el jeque Raed Salah, quien ya ha sido encarcelado en varias ocasiones.
«El Movimiento Islámico forma parte de la yihad islámica internacional», declaró el diputado israelí Michael ben Ari, de la formación ultraderechista Unión Nacional.
El portavoz de la Policía israelí, Micky Rosenfeld, destacó que «la calma ha llegado tras la marcha de los manifestantes judíos» y la detención de diez lanzadores de piedras, que fue llevada a cabo por agentes disfrazados de contramanifestantes palestinos.
Más de un millar de policías, entre ellos la unidad montada y guardias fronterizos, se desplegaron en la zona, constantemente sobrevolada por un helicóptero.
La manifestación fue denunciada por el ministro laborista de las Minorías, Avichai Braverman, que la calificó de «provocación destructiva».
Fue autorizada por el Tribunal Supremo tras un recurso de los organizadores contra una prohibición de la Policía, según los medios. Conmemoraba el 20ª aniversario de la muerte en Nueva York del rabino Meir Kahane, inspirador del movimiento Kach, racista antiárabe, ilegalizado en 1994.
Olivos infectados por el vertido de una colonia
Miles de olivos pertenecientes a los habitantes de la aldea palestina de Deir al-Hatab, al norte de Cisjordania, han sido destruidos tras haber sido inundados por los vertidos de una colonia sionista vecina, afirmó el martes el alcalde, Abdel Karim Hussein, a France Presse.
Los agricultores no descubrieron el desastre hasta el martes, cuando el Ejército israelí les permitió acceder a sus campos por primera vez en un año. El paso al olivar está habitualmente prohibido debido a su cercanía con la colonia sionista de Elon Moreh. «Recibieron autorización para ir a sus campos el martes por la mañana y cuando llegaron el propietario apenas podía distinguir su tierra, ya que estaba inundada por el agua de los vertidos y los productos químicos», explicó el alcalde.
La temporada de recolección de olivas ha vuelto a despertar tensiones entre la población palestina y los habitantes de las ilegales colonias sionistas de Cisjordania.
Un portavoz de los colonos del norte de Cisjordania, David Ha Ivri, aseguró que era «imposible» que las aguas residuales de la colonia de Elon Moreh hubieran dañado los campos de Deir al-Hatab, destacando que los daños «habrán sido causados por aldeas palestinas próximas».