Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
Un informe exclusivo de una fuente confidencial de alto rango de Israel dice que un avión-bomba se estrelló y explotó en la máxima base aérea israelí secreta, Sdot Micha . Esta base (también citada aquí) aloja todo el arsenal de misiles israelí, incluidos los Jericós de largo alcance, capaces de atacar a Irán. Hubo testigos civiles y militares del accidente, que ocurrió dentro de la valla del perímetro de la instalación, que cubre una gran área de las afueras de Bet Shemesh.
Los testigos e Israel desean de evitar la presión de tomar represalias contra los iraníes, y exigieron la publicación de un artículo en la portada en los medios. Allí se afirma que un avión de avanzada tecnología de Israel se estrelló cerca del moshav Yesodot, a 10 millas de Sdot Micha. Israel también sostiene que el avión no tripulado despegó de la base aérea de Tel Nof. Los testigos del hecho pueden ser capaces de producir un video documentando la ubicación exacta del accidente a menos que sea incautado por el ejército israelí.
El artículo de portada me recuerda de una manera crucial uno similar enviado por los EE.UU. cuando perdió el control de sus aviones no tripulados de avanzada dentro de Irán. Se hizo todo lo posible para hacer creer al mundo que el avión se estrelló por accidente y nosotros negamos vehementemente que fuera derribado por la capacidad de guerra electrónica iraní. Cuanto más negamos, la gente más cree que protestamos exageradamente.
Aunque si se estrella un avión no tripulado dentro de Israel parecería que se tuvieran las huellas de Irán por todas partes (ciertamente ellos tienen una gran motivación), es difícil creer que Irán podría hacer volar a un avión no tripulado 1.000 millas con tal precisión. Por lo tanto, inevitablemente, la culpa caerá sobre Hizbulá, un aliado de Siria e Irán, que a menudo adquiere sus armas más avanzadas en Irán. Hizbulá podría haber lanzado el avión desde el sur del Líbano. Pero me parece poco probable que pudiera dominar el conocimiento tecnológico para llevar esto adelante sin la ayuda de ingenieros iraníes.
No hubo víctimas israelíes y la explosión del avión no tripulado no causó daños significativos en la base. Pero el hecho de que Irán o sus aliados han intensificado la guerra psicológica de nervios de tal manera, eleva la temperatura dentro de Israel, una vez conocida la verdadera historia. Se confirmará entre los halcones como Bibi, Barak y Bogie Yaalon la necesidad imperiosa de atacar a Irán. Y las personas israelíes de a pie serán mucho más tolerantes hacia la guerra dado este nuevo grado de amenaza. Sin embargo, la «belleza» (si tal frase fuera apropiada) de un ataque de aviones no tripulados es que es difícil, como en el asesinato de científicos nucleares por parte del Mossad, saber con exactitud quién es el culpable de la agresión. En ese sentido se eleva la temperatura, pero lo hace de una manera calibrada cuidadosamente.
El hecho de que Israel no pudo detectar semejante amenaza y detenerla antes de que hiciera daño, indica también algunas lagunas en los sistemas de defensa de Israel. Es cierto, los drones son difíciles de defender en contra de Irán e Hizbulá y puede que no tengan muchos a su disposición. Pero es evidente que se puede hacer un daño significativo, como vimos hacer a EE.UU. en sus ataques con drones en Pakistán. Imagine que un avión no tripulado equipado con una ojiva (el actual parece que solo era una trampa explosiva sin equipamiento de ojiva o misil), teniendo como objetivo, ¿la Kirya? Esa, por supuesto, sería la siguiente etapa de desarrollo e Israel podría esperarla en un futuro no muy lejano. Sin duda un paso mucho más sofisticado que simplemente estrellar un avión no tripulado en una base aérea. Pero de ninguna manera va más allá de la esfera de las posibilidades para los ingenieros iraníes, en algún momento.
Siempre he sostenido que hay que pagar un precio por las negras campañas de operaciones de Israel contra Irán. En este caso, el precio fue muy bajo. Pero no siempre será así. Siempre hay un precio que pagar. La única pregunta es cuándo vas a tener que pagar y cuánto.