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Sobre el accidente ferroviario de Santiago de Compostela

Un «chiste» (¿nacionalista?) y una carta (humanista)

Fuentes: Rebelión

No es seguramente necesario pero para evitar posibles confusiones vale la pena recordar que para cualquier persona razonable -o que intenta ser razonable- lemas como «Marca España», «Marca Catalunya» o «Barcelona, la millor botiga del món», todos ellos, sin excepción nacional o urbana, suenan a cultura-postmoderna-publicitaria-tendenciaortodoxa-diseño-idiotizante-del-capitalismo-neoliberal-realmente-existente. Sentado lo anterior, cabe recordar que a finales de […]

No es seguramente necesario pero para evitar posibles confusiones vale la pena recordar que para cualquier persona razonable -o que intenta ser razonable- lemas como «Marca España», «Marca Catalunya» o «Barcelona, la millor botiga del món», todos ellos, sin excepción nacional o urbana, suenan a cultura-postmoderna-publicitaria-tendenciaortodoxa-diseño-idiotizante-del-capitalismo-neoliberal-realmente-existente.

Sentado lo anterior, cabe recordar que a finales de julio, cinco o seis después del accidente de Santiago, ese accidente en el que los medios de intoxicación informativa y algunos responsables institucionales han crucificado a un trabajador sin que presunciones de inocencia y cotas mínimas de respeto humano valgan un pimiento, a finales de julio decía, en el Punt-Avui, un diario independentista-nacionalista catalán de difusión no minoritaria en ámbitos sociales de estas profundas y solidarias coordenadas político-culturales, se publicaba un «chiste» que lleva la firma «JAP». Es éste:

 ¿Chiste? ¿Esto es un «chiste»? ¿Una ocurrencia rebelde? ¿Un insulto tal vez? ¿Un abono inorgánico cultural-de-nuevo-tipo para los sectores más hooligans-fanatizados del independentismo catalán que hablan abiertamente, y sin recato alguno, de sus sentimientos y finalidades? La elección de la respuesta está abierta, no es necesario que me pronuncie. ¿Se imaginan qué hubiera pasado si el accidente se hubiera producido en Arenys de Mar y el «chiste» sobre la «Marca Qatar-Catalunya» hubiera aparecido en el ABC?

Paso la página.

En esas mismas fechas se publicaba en un diario gallego una carta de Carolina Besada [1]. Estaba dirigida a su hija fallecida en el accidente de Santiago. También a todos nosotros… y a quien corresponda:

Soy la madre de Carolina Besada Garrido, escribe la señora Garrido, madre de la la joven que falleció a los 18 años en el accidente de tren de Santiago. «Me gustaría hacerles llegar este escrito y les agradecería que le diesen la máxima difusión. Mi hija siempre me dijo que se sentía orgullosa de que fuese una luchadora y sé que no le hubiese gustado que me quedase callada. Esto es en homenaje a ella. A todas aquellas personas que ayudaron a nuestros seres queridos y a nosotros mismos en esos duros momentos quiero decirles que cada uno de sus gestos llenan de calor nuestra alma. Los que se sintieron conmocionados por lo ocurrido han de saber que su empatía nos da fuerza. Todos nos habéis recordado que el mundo está lleno de seres excepcionales. A los que, como nosotros, sienten dolor por su pérdida, les envío un abrazo sincero y todo mi cariño. Pensemos que están en paz y dejemos que el tiempo nos ayude a que su recuerdo nos inunde de amor. Gracias por todos los abrazos, besos y palabras de ánimo sincero que hemos recibido, incluso de personas a las que no conocíamos, anónimas o con «cargos».

Por último, prosigue la madre de la joven fallecida, «quiero dirigirme a los que se creen «importantes» y desfilaron ante nuestros ojos para las cámaras, con sus trajes y uniformes, para «hacerse ver», cuando llevábamos doce horas de angustia, sin saber si podríamos volver a abrazar a los nuestros. También al maquinista que, de confirmarse, nos ha destrozado con su irresponsabilidad. A los que vinieron a darnos un falso pésame porque su cargo o su partido se lo «exigía» (que sepáis que eso se transmite; habríais demostrado alguna compasión quedándoos en vuestros lujosos despachos). A los que cedieron a las presiones «de arriba» y nos torturaron prometiendo información que luego no nos daban. A los que prefieren «recortar» vidas a tener que renunciar a su coche oficial. Para deciros que vuestros actos os están pudriendo el corazón, pero que quizá no sea demasiado tarde para que rectifiquéis y colaboréis en hacer de este mundo un lugar en el que lo importante vuelvan a ser las personas.

Va por ti, mi niña.»

Se entiende, es comprensible, la referencia al maquinista del tren accidentado.

La anterior es una carta de una mujer luchadora que habla a su hija también luchadora -«va por ti, mi niña»-, una carta en la que habla de seres excepcionales y de otros muchos que desfilan, que simplemente desfilan y posan ante las cámaras. ¿Lo otro qué es? ¿Qué es este dibujo con esas vías? ¿Desde qué instancias de abyección, desconocimiento, ignominia, servilismo acaso odio, ha sido pensado un «chiste» -quina gràcia, quin riure, què divertit que és tot!- de esas características?

Nota:

[1] http://www.farodevigo.es/galicia/2013/07/30/nina/853411.html

Salvador López Arnal es miembro del Front Cívic Somos Mayoría y del CEMS (Centre d’Estudis sobre els Movimients Socials de la Universitat Pompeu Fabra, director Jordi Mir Garcia)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.