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Un Estado criminal bajo investigación

Fuentes: gilad.online

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

 

image0.jpeg: Cortesía del «ejército más moral del mundo»

«Si tienes la ley, martilla la ley. Si tiene los hechos, martilla los hechos. Si no tienes ni la ley ni los hechos, golpea la mesa» (Consejo legal anónimo).

 

Este fin de semana, los informes de los medios de prensa israelíes muestran que el Estado judío teme la decisión de la CPI (Corte Penal Internacional) de avanzar en una investigación sobre si Israel cometió crímenes de guerra en los territorios palestinos. Dicha investigación puede exponer a funcionarios gubernamentales y militares actuales y anteriores a enjuiciamiento en el escenario global.

La CPI investigará la política de Israel de establecer a sus ciudadanos en Cisjordania, sus acciones durante la guerra de 2014 en Gaza y su respuesta a las protestas palestinas en la frontera de Gaza a partir de marzo del año pasado. La CPI examinará también los disparos indiscriminados de Hamás y otros grupos palestinos en ciudades israelíes.

Israel planea negarse a cooperar con la CPI, aunque tal medida puede incluir una larga lista de funcionarios israelíes como el primer ministro, los ministros de Defensa, los jefes del ejército, los jefes del servicio de seguridad Shin Bet y los oficiales militares, así como soldados de bajo rango, en riesgo de órdenes de arresto internacionales si, en ausencia de una respuesta estatal, la CPI procede con el enjuiciamiento de las personas por los presuntos delitos.

La reacción de Israel a la decisión de investigar de la fiscal superior de la CPI, Fatou Bensouda, es instructiva. En lugar de responder éticamente y mostrar una disposición a defender sus acciones, Israel se esconde detrás de argumentos legalistas talmúdicos que buscan refutar la legitimidad de la CPI y negar su jurisdicción sobre Israel y los criminales de guerra israelíes.

La defensa del fiscal general israelí Avichai Mandelblit se basa en la supuesta «falta de jurisdicción» de la CPI. El sábado, Mandelblit dijo que Israel «es un Estado de derecho democrático, obligado y comprometido a respetar el derecho internacional y los valores humanitarios. Este compromiso se ha mantenido fuerte durante décadas, a través de todos los tiempos difíciles y desafiantes que Israel ha enfrentado. Se basa en el carácter y los valores del Estado de Israel y está garantizado por un sistema de justicia fuerte e independiente… no hay lugar para la intervención judicial internacional bajo tal situación».

¿Es realmente una descripción precisa de Israel? Si Israel es un «Estado de derecho democrático» que se adhiere a un sistema de valores universalista, como insiste Mandelblit, ¿por qué Israel tiene tanto miedo de que la CPI investigue su comportamiento? La realidad de Israel contradice la posición de Mandelblit. Estamos tratando con un Estado criminal, un limpiador étnico institucional que utiliza las tácticas bárbaras que encierran a millones de personas en las prisiones al aire libre más grandes conocidas por el hombre.

Para demostrar cuán no «ético» es el Estado judío, el ministro de transporte israelí, Bezalel Smotrich, pidió al primer ministro Benjamin Netanyahu que otorgue a la Autoridad Palestina un ultimátum de 48 horas para retirar su petición ante la CPI o verá «derribada»a la autoridad política con sede en Ramallah.

El presidente del Partido Azul y Blanco, Benny Gantz, también atacó la decisión de la CPI. Citando sus décadas de servicio militar, incluso como vigésimo jefe de gabinete del ejército, Gantz declaró inequívocamente que «el ejército israelí es uno de los ejércitos más morales del mundo». Gantz se olvidó de mencionar que él mismo es un presunto criminal de guerra y puede ser acusado por la CPI. En 2016 supimos que el Tribunal de Distrito de La Haya estaba celebrando una audiencia para determinar si se debía escuchar un caso de crímenes de guerra contra Gantz en relación con sus decisiones de mando durante la guerra de Gaza de 2014.

La exministra de «Justicia», Ayelet Shaked, calificó la medida de «decisión política, hipócrita y predecible». Shaked dijo que la CPI «no tiene autoridad» para abrir la investigación. Instó al gobierno a «luchar contra la Corte con todas las herramientas a su disposición».

El primer ministro Netanyahu calificó el anuncio de la CPI de «un día oscuro para la verdad y la justicia». Uno podría preguntarse, ¿qué considerará Netanyahu un momento brillante para la verdad y la justicia?

Como ahora vemos y podríamos haber anticipado, la respuesta oficial israelí en oposición a la investigación de la CPI es legalista en lugar de ética. Los funcionarios israelíes hicieron pública una opinión legal de Mandelblit argumentando que el Tribunal no tiene jurisdicción para realizar una investigación. En lugar de intentar refutar el fondo de la denuncia, Israel y sus funcionarios invierten en un intento de negar la jurisdicción del tribunal.

La justificación del desafío de Israel es bastante obvia. Los tomadores de decisiones israelíes son lo suficientemente inteligentes como para comprender el eventual resultado de tal investigación. Agotaría todo lo que quedaría de la voluntad del ejército israelí de luchar. Los combatientes israelíes (soldados, pilotos, operadores de aviones no tripulados, comandantes) sabrían que sus acciones tienen consecuencias legales y, como resultado, podrían ser reacios a ejecutar órdenes militares. La CPI puede haber cerrado la puerta a las opciones y estrategias militares de Israel. Para un país que sobrevive con la espada e invierte en la «Guerra entre las guerras», la investigación de la CPI se entiende como una amenaza letal.

No estoy conteniendo la respiración para que la CPI cumpla su trabajo. Anticipo los intensos esfuerzos del lobby para interferir en el trabajo de la Corte. Sin embargo, ahora sabemos que un intento por parte del poder judío de silenciar la oposición, solo puede realizarse a través de la manifestación de dicho poder . En Gran Bretaña, por ejemplo, el lobby de Israel y sus títeres dentro de la política y los medios se expusieron a través de su guerra implacable contra Corbyn y su partido. Cuando Corbyn y su grupo fueron literalmente eliminados, todos los británicos supieron quién de verdad dirige este país.

El lobby es más que bienvenido para exponer sus dientes afilados e interferir en el trabajo de la CPI. Puede destruir a la Corte Internacional, pero Israel no será exculpado de sus crímenes contra los palestinos, ya que estos crímenes se cometen a la vista de todos.

Fuente: https://gilad.online/writings/2019/12/22/a-criminal-state-under-investigation

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión.org como fuente de la traducción.