Ratas alimentadas con una dieta rica en maíz modificado genéticamente desarrollaron anormalidades en órganos internos y cambios en la sangre, causando temores de que la salud humana pudiera ser afectada al comer alimentos manipulados genéticamente. El «Indepent on Sunday» revela hoy detalles de una investigación secreta de Monsanto, multinacional líder de los alimentos manipulados genéticamente, […]
Ratas alimentadas con una dieta rica en maíz modificado genéticamente desarrollaron anormalidades en órganos internos y cambios en la sangre, causando temores de que la salud humana pudiera ser afectada al comer alimentos manipulados genéticamente.
El «Indepent on Sunday» revela hoy detalles de una investigación secreta de Monsanto, multinacional líder de los alimentos manipulados genéticamente, que muestra que ratas alimentadas con el maíz modificado tenían riñones más pequeños y presentaban variaciones en la composición de su sangre.
De acuerdo con el informe confidencial de 1.139 páginas, estos problemas de salud no se presentaron en otra muestra de roedores que comieron alimentos no manipulados genéticamente, y que también fueron estudiados como parte del proyecto de investigación.
Estos hechos se han desvelado cuando los países de
Sin embargo, la revelación de los efectos sobre la salud en las ratas de Monsanto ha alimentado la disputa sobre la seguridad del maíz como alimento sin más investigación. Varios médicos afirman que los cambios en la sangre de los roedores podrían indicar que el sistema inmune de la rata ha sido dañado o que una afección tal como un tumor había aparecido, y el sistema estaba movilizándose para combatirlo.
El doctor Vyvyan Howard, profesor de anatomía humana en
El doctor Michael Antoniu, experto en genética molecular en
Aunque Monsanto desestimó las anormalidades en las ratas como no significativas y debidas al azar, reflejando variaciones normales entre ratas, una fuente del gobierno británico dijo que los ministros se inquietaron tanto por los descubrimientos, que solicitaron información adicional.
Los ecologistas podrían ver los hallazgos como una vindicación de las investigaciones británicas que hace siete años sugirieron que ratas alimentadas con patatas transformadas genéticamente sufrían daños en la salud. Esta investigación, que fué vigorosamente denunciada por ministros y por el establishment científico británico, se suspendió, y el Dr. Arpad Pusztai, el científico autor de los controvertidos resultados fue obligado a retirarse entre una violenta disputa sobre sus afirmaciones.
El Dr. Pusztai informó de «una enorme lista de diferencias significativas entre ratas alimentadas con maíz manipulado y normal, afirmando que los resultados indicaban con claridad que el comer cantidades apreciables de aquel maíz puede dañar la salud». El estudio nuevo es sobre un maíz designado con el código MON 863, que ha sido modificado por Monsanto para protegerle del gusano de las raíces del maíz, que la compañía describe como «una de las plagas más perniciosas que afectan a los cultivos de maíz en todo el mundo».
Ahora, sin embargo, cualquier decisión para permitir que el maíz se comercialice en el Reino Unido causará la alarma general. Los detalles completos de la investigación con ratas están incluidos en el informe principal, que Monsanto rehusa hacer público en base a que «contiene información confidencial de negocios que podría ser de uso comercial para la competencia».
Un portavoz de Monsanto afirmó ayer «Si cualquier conocido crítico de la biotecnología tuviera dudas sobre la credibilidad de estos estudios, debería haberlas expresado a los reguladores. Después de todo, MON 863 no es nuevo, y ha sido considerado tan seguro como el maíz convencional por nueve otras autoridades mundiales desde 2003.
Geoffrey Lean es editor medioambiental
Publicado en The Indepent, on line edition, 24 de mayo de 2005.