Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
The Long War Journal informó en su artículo «Exprisionero de Guantánamo muere dirigiendo grupo yihadista en Siria» de que:
Ibrahim Bin Shakaran, un marroquí que pasó más de tres años en el centro de detención de Guantánamo antes de ser liberado bajo custodia marroquí, ha muerto mientras dirigía un grupo yihadista que combate contra fuerzas del Gobierno sirio.
Bin Shakaran, quien es también conocido como Abu Ahmad al Maghribi, Abu Ahmad al Muhajir y Brahim Benchekroune, murió «como mártir, Insha’Allah, en batallas por el Cerro # 45 en Latakia,» según Kavkaz Center, un brazo propagandístico de Emirato Islámico Cáucaso.
Bin Shakaran dirigía un grupo islamista conocido como Sham al Islam, con base en Latakia y que está formado primordialmente por combatientes de Marruecos, según el Instituto Washington para Política de Cercano Oriente. Bin Shakaran creó el grupo «no solo para reclutar combatientes para la guerra en Siria, sino también para establecer una organización yihadista en el propio Marruecos».
Sham al Islam ha estado combatiendo junto a la filial siria de al Qaida, el Frente Al Nusrah para el Pueblo del Levante, así como Ahrar al Sham y el Ejército de los Emigrantes y Partidarios en una continua ofensiva en la provincia costera de Latakia.
Curiosamente falta en el informe de The Long War Journal toda mención de cómo Bin Shakaran llegó al norte de Siria para comenzar. Claramente es así porque involucraría la mención de Turquía, un antiguo miembro de la OTAN, la organización que invadió y ocupó Afganistán, contra la cual Bin Shakaran había estado combatiendo y de la cual huyó antes de ser capturado.
The Long War Journal también menciona Kavkaz Center, calificándolo de «brazo de propaganda del Emirato Islámico Cáucaso». Solo el Kavkaz Center ha sido respaldado por la ahora difunta «Sociedad de Amistad Rusa-Chechenia» financiada por la Fundación Nacional por la Democracia (NED). Mientras The Long War Journal se presenta como un resuelto combatiente contra el terrorismo, su contraparte respaldada por Occidente, el Kavkaz Center promueve el terrorismo en Rusia.
«The Long War Journal» es un proyecto de la neoconservadora Fundación por la Defensa de Democracias (FDD). La FDD ha contado entre sus miembros a políticos y responsables políticos estadounidenses como el actual Vicepresidente de EE.UU. Joseph Biden, William Kristol, Steve Forbes, Charles Krauthammer, Paula Dobriansky – muchos de los cuales firmaron el ahora tristemente célebre Proyecto para un Nuevo Siglo Estadounidense y quienes habían sido los principales propugnadores de la así llamada «Guerra contra el Terror» y de los dos costosos conflictos librados en su nombre – las guerras en Iraq y Afganistán.
El centro de detención en Guantánamo forma parte del legado de la «Guerra contra el Terror», un continuo punto de disputa entre el gobierno de EE.UU. y activistas por los derechos humanos, y evidentemente en su supuesto papel de mantener a peligrosos terroristas fuera del campo de batalla.
Un modelo que corresponde a la conspiración
Lo que parece probar el caso de Bin Shakaran, es que Guantánamo y la mayor red «antiterror» mantenida por EE.UU. están realmente redirigiendo terroristas de los teatros de operación de la OTAN a zonas de conflicto en los que la OTAN actualmente no puede intervenir directamente. En el caso de Bin Shakaran esa zona de conflicto es el norte de Siria. A Bin Shakaran se suman otros detenidos por EE.UU. como Abdel Hakim Belhadj, quien estuvo combatiendo a tropas de la OTAN en Afganistán, fue brevemente capturado en Malasia y torturado por la CIA en Tailandia, antes de dirigir un ataque respaldado por la OTAN contra el Gobierno libio de Muamar Gadafi en 2011.
Otros miembros del grupo combatiente de Bin Shakaran también fueron reclusos en Guantánamo. Incluyen a Mohammed al Alami, nacido en Marruecos, del que informa Reuters en su artículo «Exprisionero de Guantánamo muere en Siria después de sumarse a brigada islamista». En ese artículo, Reuters declara:
Un exprisionero de la base naval de EE.UU. en la Bahía de Guantánamo murió combatiendo con los rebeldes antigubernamentales en Siria, según un grupo de oposición islamista que publicó un vídeo de su funeral en YouTube.
Reuters agregó:
Alami fue el segundo exdetenido de Guantánamo conocido que murió este año, agregó Zelin. Un segundo comandante de Al Qaida en la Península Arábiga (AQAP) fue muerto en un ataque de drone de EE.UU. en Yemen en julio.
Numerosos terroristas, cuyos dirigentes eran exreclusos detenidos por EE.UU., fueron albergados, financiados, y armados dentro de territorio de la OTAN y enviados a Siria bajo cobertura aérea y de artillería de la OTAN, lo que corresponde al modelo de una conspiración en lugar de una serie de coincidencias muy poco probable. Fue proféticamente señalado en el artículo publicado en 2007 del periodista galardonado con el Premio Pulitzer Seymour Hersh «La redirección: ¿Está beneficiando la nueva política del gobierno a nuestros enemigos en la guerra contra el terrorismo?»
«Para debilitar a Irán, que es predominantemente chií, el gobierno de Bush ha decidido, en efecto, reconfigurar sus prioridades en Medio Oriente. En el Líbano, la administración ha cooperado con el gobierno de Arabia Saudí, que es suní, en operaciones clandestinas con el propósito de debilitar Hizbulá, la organización chií respaldada por Irán. EE.UU. también ha participado en operaciones clandestinas que apuntan a Irán y a su aliado Siria. Un subproducto de esas actividades ha sido el refuerzo de grupos extremistas suníes que tienen una visión militante del islam y son hostiles a EE.UU. y simpatizan con Al Qaida.»
Es más obvio que nunca que la conspiración descrita por Seymour Hersh en 2007 ha sido ejecutada en serio en 2011 y continúa hoy, mientras los responsables políticos belicistas de Occidente admiten que terroristas recluidos en sus centros de detención dirigen ahora la lucha en una guerra de su propio diseño.
EE.UU. y sus socios del eje no libran una «Guerra contra el Terror», libran una «Guerra de Terror». Mientras tratan de mostrar la aparición de Bin Shakaran y otros en Siria como el resultado desafortunado de una política mal planificada, todo fue, por su propia admisión, parte del plan, años antes de que comenzara la denominada «Primavera árabe siria».
Tony Cartalucci, investigador y escritor geopolítico residente Bangkok, escribe sobre todo para la revista en línea «New Eastern Outlook«.