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Carta del coordinador de Izquierda Unida al presidente del gobierno español sobre la masacre de Gaza

Un Gobierno que ordena asesinar a un pueblo no debería tener embajador en esta España

Fuentes: Rebelión

Sr. Presidente Los Reyes Magos o Papa Noel han llegado con menos regalos que el pasado año a algún que otro millón de hogares de familias en nuestro país, pero que se sienten comparativamente afortunadas cuando conocen que en la franja de Gaza a más de 100 niños les han traído un modesto ataúd de […]

Sr. Presidente

Los Reyes Magos o Papa Noel han llegado con menos regalos que el pasado año a algún que otro millón de hogares de familias en nuestro país, pero que se sienten comparativamente afortunadas cuando conocen que en la franja de Gaza a más de 100 niños les han traído un modesto ataúd de madera y a otros centenares más les han traído dolorosas heridas y amputaciones de miembros de por vida, sin tan solo disponer de anestesia o calmantes para paliar su dolor por el bloqueo de la ayuda humanitaria que el Gobierno de Israel, el mismo que ordena los asesinatos, impone a una población horrorizada y aterrorizada, ante la pasividad de los gobernantes que tienen capacidad para haber parado la barbarie.

Estoy entre los que pensamos que ese no es el camino de la paz. Que la respuesta a los cohetes de Hamás, asesinando a más de 600 palestinos y miles de heridos con el bombardeo y la invasión de Gaza, es la semilla que hará germinar a otras 6.000 ó 60.000 personas dispuestas a tirar piedras contra los tanques, hacer cohetes caseros, buscar armas a quien se las quiera facilitar o, lo que es más inhumano, dramático e irracional, convertirse en bombas humanas contra otra población civil inocente para acabar con el invasor.

Estoy entre los que pensamos que aunque este cruel castigo a los palestinos le sirva para ganar las elecciones al ala más fascista de los responsables de Israel, han perdido la guerra global de la humanidad y están erosionando la solidaridad que históricamente tenemos con el pueblo judío ante el exterminio nazi. Hoy estamos con el pueblo judío que se horroriza y se opone a la acción de ese Gobierno enloquecido.

Sr. Presidente, su declaración y la acción de su Gobierno ante lo que ya se califica de genocidio, no es entendible ni aceptable. No se puede entender a estas alturas que anteponga en su declaración la seguridad del invasor a la dignidad del invadido. La dignidad de los segundos lleva 60 años violándose por los gobiernos de los primeros apoyados por EEUU y por una Europa que antepone los intereses comerciales a la Declaración Universal de Derechos Humanos. ¿Cómo se entiende, si no, el incumplimiento sistemático por Israel de todas las declaraciones de la ONU, de la propia convención de Ginebra o del más reciente Acuerdo Preferente de Asociación de la UE con el Estado hebreo en su disposición segunda?

Las declaraciones de buenas intenciones no bastan si no las acompañamos de hechos concretos que las respalden. Parar la invasión, la muerte y el sufrimiento del pueblo palestino es lo inmediato y lo urgente. Pedir que se levante el bloqueo para hacer llegar la ayuda humanitaria es urgentísimo, pero eso no nos lava la conciencia. El terror y el horror de ese millón y medio de personas en el campo de concentración en que han convertido la franja de Gaza probablemente hubiera sido evitable si desde la Comunidad Internacional no se hubiera sido tan permisivos con el lobby judío.

Entiendo, Presidente, que España debería haber liderado ya la propuesta de ruptura del Acuerdo de Asociación de la UE con Israel y que su embajador debería haber sido llamado a consulta para invitarle a abandonar España mientras persista el ataque y la invasión en Gaza. Un Gobierno que ordena asesinar a un pueblo no debería tener embajador en esta España, cuya ciudadanía asiste atónita y horrorizada ante la masacre que conocemos a pesar del bloqueo informativo impuesto por las autoridades de Israel. Los 600 millones de euros de la balanza comercial casi equilibrada que tenemos con Israel no justifican en modo alguno esa amistad de que Vd. habló con quienes violan tan dramáticamente los derechos humanos.

En nombre de IU, considero que no puede haber amistad con un Gobierno que practica tan alto nivel de tiranía y que, afortunadamente, no representa el sentir de una parte importante de la sociedad israelí. Por todo ello, le pido fraternalmente que considere estas sugerencias y estudie urgentemente su puesta en práctica.

Mientras tanto, reciba un cordial saludo en este año que comienza tan dramáticamente.