Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
El mensaje de Weinstein es peligroso para la democracia porque declara que los periodistas cuya «conducta» no sintonice con las autoridades podrían ser juzgados e incluso encarcelados.
El periodista Uri Blau de Haaretz, que recibió los documentos clasificados que habrían sido tomados por un ex soldado de las FDI. Foto: (Archivo)
La decisión del Fiscal General Yehuda Weinstein de acusar al periodista de Haaretz Uri Blau de «espionaje grave» por estar en posesión de información clasificada de documentos del Ejército de Israel, representa una amenaza palpable para la prensa libre en Israel, en particular para la capacidad de criticar y exponer al público las acciones del gobierno.
Como escribimos aquí hace un año, «someter a juicio a un periodista por cumplir su misión profesional constituiría una mancha en la democracia israelí y es un daño crítico a la libertad de expresión».
Los asuntos de guerra y paz, las relaciones exteriores y las operaciones militares están en el corazón de la vida pública israelí y ocupan un lugar central en el discurso político y mediático del país. Para que esos temas tengan espacio debe haber informes confiables para los medios y provenientes de las propias fuentes de los altos funcionarios diplomáticos y militares.
Tal información para los medios debe basarse necesariamente en «que poseen informes secretos», en palabras del Código Penal. No hay manera de cubrir las Oficinas del Primer Ministro, los ministerios de Defensa y Extranjero, las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia sin obtener documentos e información que se clasifican en algún nivel. Los medios de comunicación israelíes ya de por sí operan bajo la censura militar, que no existe en otras democracias.
Blau cumplió su misión y se movió de acuerdo con las normas. Obtuvo la información de una fuente y las partes de la información publicada con la autorización del censor. Los documentos que poseía eran para su uso en su trabajo, y nadie afirma que los usara para otra cosa o que tuviera la intención de socavar la seguridad nacional.
En el centro de la acusación del enjuiciamiento que se está elaborando aparece la demanda del servicio de seguridad Shin Bet que acusa a Blau de no cumplir un acuerdo de devolver los documentos. Eso es lo que surge del anuncio realizado por Weinstein, que basa su decisión de acusar a Blau en su «conducta».
El mensaje de Weinstein es peligroso para la democracia. Declara que los periodistas cuya «conducta» no sintonice con las autoridades se arriesgan a ser procesados e incluso encarcelados. El resultado es que los medios de comunicación se verán impedidos para cumplir con su deber y se abstendrán de informar por encima del oficialismo. Este resultado es totalmente inaceptable.
Al esforzarse por exponer lo que está sucediendo en el ejército israelí, Uri Blau estaba trabajando en nombre de todos los israelíes, y llevarlo a juicio es un precedente peligroso que causa un grave daño al interés público.
Fuente original: http://www.haaretz.com/print-edition/opinion/a-danger-to-democracy-1.433811