Traducido del francés para Rebelión y Tlaxcala por Caty R.
«Un Estado que se pasa de la raya de esta forma ya no se distingue de una organización terrorista», escribe a propósito de Israel el periodista israelí Gideon Levy en Haaretz. Una declaración a la que sólo cabría añadir que ese «ya» está de más.
Una bandera negra
«Una bandera negra pende sobre la operación ‘acoso y derribo’ en la franja de Gaza. Cuanto más ‘rueda’ la operación, más negra se vuelve la bandera. Las ‘lluvias de verano’ que estamos arrojando sobre la franja de Gaza no sólo son inútiles, sino que, ante todo y de manera flagrante, son ilegales. No es legal cortarles la electricidad a 750.000 personas. No es legal empujar a 20.000 personas a huir de sus casas y convertir sus ciudades en ciudades fantasmas. No es legal invadir el espacio aéreo de Siria. No es legal secuestrar a la mitad de un gobierno y a un cuarto de un parlamento.
Un Estado que se pasa de la raya de esta forma ya no se distingue de una organización terrorista. A medida que los pasos se vuelven más duros, más monstruosos y más estúpidos, desaparece el sostén moral que pudieran tener y cada vez es más fuerte la impresión de que el gobierno israelí ha perdido la cabeza.
(…) Lo que estamos haciendo ahora en la franja de Gaza no tiene nada que ver con la liberación del soldado Shalit. Es una venganza a gran escala que el ejército y Shin Bet [1] acarician desde hace tiempo, sobre todo por la profunda frustración de los mandos del ejército que se sienten impotentes frente a los Qassam [2] y las audaces incursiones de la guerrilla palestina. Hay mucho trecho entre el ejército que vomita su rencor y una operación inteligente y legítima para liberar al soldado capturado.
(…) No es casual que nadie mencione que el día anterior del asalto al fuerte de Kerem Shalom el ejército se llevó a dos civiles, un doctor y su hermano, de su casa en la franja de Gaza. ¿Cuál es la diferencia? Nosotros nos llevamos a civiles y ellos capturaron a un soldado. Nosotros somos un Estado y ellos una organización terrorista. Amos Gilad es ridículamente patético cuando dice que la captura de Shalit es ‘ilegítima e ilegal’, y no lo dice cuando el ejército se lleva a los civiles de sus domicilios ¿Cómo puede proclamar un alto funcionario del Ministerio de Defensa que ‘la cabeza de la serpiente’ está en Damasco, cuando el ejército emplea exactamente los mismos métodos?
(…) ¿Qué escándalo se habría provocado si los palestinos hubieran detenido a la mitad de los miembros del gobierno israelí? ¿ Cómo los calificaríamos?
El castigo colectivo es ilegal y carece totalmente de inteligencia. ¿Hacia dónde van a correr los habitantes de Beit Hanun? Los periodistas militares dicen que ‘no han sido expulsados’ sino que les han ‘recomendado’ que se vayan -si quieren salvar la vida, naturalmente-. ¿Y a qué les llevará este paso inhumano? ¿A mantener el gobierno israelí? ¿A que los recluten como informadores y colaboradores para Shin Bet? ¿Qué pueden hacer los granjeros pobres de Beit Hanun y de Beit Lahia contra los Qassam? ¿Acaso bombardear un aeropuerto ya destruido liberará al soldado o es lo que necesitan para decorar las primeras planas?
¿Alguien pensó en lo que podría haber pasado si los aviones sirios hubieran derribado uno de los aviones israelíes que sobrevolaban con insolencia el palacio del Presidente? ¿Habríamos declarado la guerra a Siria? ¿Otra ‘guerra legal’? ¿El apagón total sobre la franja de Gaza reducirá la influencia de Hamas o agrupará más a la población a su alrededor? Y aunque el gobierno de Hamas caiga, como quiere Washington, ¿qué pasará al día siguiente? Preguntas para las que nadie tiene respuestas adecuadas. Aquí, tranquilamente, como de costumbre, disparamos. Pero esta vez no sólo disparamos; además bombardeamos, oscurecemos, destruimos, sitiamos, detenemos como el peor terrorista. Y nadie rompe el silencio para preguntar: ¿por qué diablos? ¿Con qué derecho?.»
NOTAS
[1] Shin Bet: La agencia nacional de inteligencia israelí.
[2] Cohetes Qassam: misiles artesanales que fabrica el brazo armado de Hamas, las «Brigadas Ezzedine Al Qassam», que les presta su nombre. Actualmente consiguen un alcance útil de algunos kilómetros y pueden transportar una carga de cinco kilos, aunque son muy imprecisos.
Original en inglés: http://www.haaretz.com/hasen
Versión francesa: http://www.europalestine.com
Caty R. es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.