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Una campaña contra el acoso desmonta estereotipos en espacios públicos

Fuentes: SEMlac

La Plaza Carlos III, un concurrido centro comercial de la capital cubana, resultó el lugar escogido este sábado 17 de agosto para un «performance» que visibilizó las creencias y actitudes de las personas asociadas a polémicos temas como el piropo, la manera de vestir o la opinión de estos sobre el acoso sexual callejero. Con […]

La Plaza Carlos III, un concurrido centro comercial de la capital cubana, resultó el lugar escogido este sábado 17 de agosto para un «performance» que visibilizó las creencias y actitudes de las personas asociadas a polémicos temas como el piropo, la manera de vestir o la opinión de estos sobre el acoso sexual callejero.

Con un simbólico vestido naranja que combinaba escote, short corto y sobre falda, diseñado específicamente para esta acción, la joven actriz cubana Camila Arteche recorrió la rampa del establecimiento, al tiempo que interpelaba a clientes y trabajadores, promocionaba mensajes contra esta forma de violencia y presentaba la campaña Evoluciona.

Ante preguntas como ¿qué es el acoso?, ¿la forma de vestir da algún derecho a los hombres para acosar a las mujeres? o ¿el piropo es acoso?, las reacciones fueron diversas.

Tanto hombres jóvenes como adultos consideraron que ellos «miran a las mujeres si se visten atractivas» y aunque no les da el derecho de lanzarles mensajes a ellas, «eso los provoca».

Muchas personas evaden hablar del tema bajo el término de «acoso sexual», en tanto consideran los llamados «piropos» como algo natural y hasta «sano»; criterio con el cual discrepó la mayoría de las mujeres abordadas, quienes alegaron sentirse con frecuencia incómodas.

Otros hombres reconocieron que el acoso sexual callejero «se trata de una actitud machista, grosera y vulgar, que no es del gusto de la persona hacia la cual se dirigen los mensajes», si bien no ven lo «negativo» de «halagar» a una mujer en la calle. Cuando se les pedía colocarse en el lugar de ellas y ser ellos los «piropeados» todo el tiempo, los juicios comenzaban a cambiar y aceptaban lo desagradable de la situación.

Tomarle el pulso al «acoso»

Para Mareelen Díaz Tenorio, especialista del Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), acciones como esta tienen varios saldos positivos. «En primer lugar, contribuye a sensibilizar sobre un mal social que es el acoso sexual hacia las mujeres, y la figura de Camila Arteche, como una mujer joven que también habrá vivido experiencias negativas en relación con el acoso callejero, al igual que tantas mujeres, constituye un potencial importante, una llamada de atención», explicó a SEMlac.

Al tratarse de una campaña dirigida a jóvenes entre 18 y 24 años, que este tipo de intervención «sea protagonizada por una figura que es referente y es escuchada por muchas personas, sobre todo población joven, es el primer elemento positivo de esta acción en medio del verano y en una institución como Carlos III, que tiene previstas actividades culturales y en las cuales se ha insertado la campaña», dijo la especialista.

De acuerdo con Díaz Tenorio, la estrategia de hacer entrevistas a las personas que acuden a un espacio público como este centro comercial, sobre todo haciendo preguntas a hombres jóvenes, constituye un elemento importante para escuchar la voz de las personas y también para tener una retroalimentación de por dónde van los estereotipos, cuáles son las creencias o esos imaginarios sociales concretos que son negativos.

Aportar a una causa de todas

La actriz Camila Arteche insistió en que «todas las mujeres de algún modo nos sentimos identificadas con el tema porque todas salimos a la calle y hemos recibido en algún momento acoso callejero». Resaltó que luego de esta experiencia tiene una mayor comprensión de cómo actúan e influyen los imaginarios y estereotipos en las personas.

Luego de la intervención pública, la joven artista escribió en su perfil de la red social Facebook: «Tengo derecho a salir a la calle con la ropa que me sienta cómoda, que me guste. No lo hago para que los hombres me piropeen, ni necesito que ‘se metan conmigo’ para subir mi autoestima. No lo hago para satisfacer a nadie, lo hago para satisfacerme yo. Es tiempo de que las mujeres salgan sin miedo, sin estar incómodas por los comentarios en cada esquina, sin sentirse culpables de que somos nosotras las que ‘provocamos'», señaló.

Arteche agradeció a la campaña Evoluciona «por hacerla parte» y a la diseñadora de vestuario Marie Álvarez Torres «por ese magnífico diseño, porque como tiene grabado en su tela: No me silbes que no soy perra. Yo no me llamo mami. Mi cuerpo no quiere tu opinión. No se ve, pero es mi espacio. El acoso te atrasa».

Álvarez Torres comentó que, al proponerle hacer el vestido para esta acción, decidió que no podían faltar en la prenda un escote o short. «No hay día que una mujer salga a la calle vestida así que no reciba acoso, como si el modo en que una se vista les diera ese derecho. Por eso pensé en esas prendas y en la sobrefalda, que es también muy llamativa, con la cual puedes cubrirte y a la misma vez te la puedes quitar».

Apuntó que trabajar con la campaña Evoluciona ha sido una experiencia gratificante para ella como mujer. «Cada vez que salimos a la calle, nos preocupamos por cómo nos vamos a vestir para que no nos aborden y estamos más enfocadas en lo que vamos a recibir que en la confianza de cómo queremos lucir para nosotras mismas», dijo.

A juicio de la diseñadora, los artistas tienen un rol muy importante en una causa como esta, pues los jóvenes confían y siguen constantemente a esos referentes.

«Somos gente expuesta a la sociedad, conocida y con una responsabilidad enorme en lo que queremos transmitir», confirmó Arteche.

Experimentos sociales, promoción de mensajes contra la violencia de género, talleres de capacitación, intervenciones en fiestas populares, sitios culturales y espacios públicos diversos han sido herramientas de comunicación utilizadas por la campaña Evoluciona, que concibe el acoso callejero como una expresión de la violencia machista.

La campaña es coordinada por el no gubernamental Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR), junto a la Federación de Mujeres Cubanas, el Centro Nacional de Educación Sexual y el Centro de Estudios sobre la Juventud, con el apoyo de la cooperación internacional.