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Una encuesta cubana describe los maltratos físicos sufridos por mujeres

Fuentes: IPS

El estudio de alcance nacional contó con el apoyo de ONU Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

Bofetones, golpes, empujones, tirones de pelo o lanzar objetos con el fin de dañar, son las manifestaciones de violencia física declaradas con mayor fuerza por las mujeres en sus relaciones de pareja, según la Encuesta Nacional de Igualdad de Género (ENIG-2016).

Elaborada por el Centro de Estudios de la Mujer (CEM) junto al Centro de Estudios de Población y Desarrollo y publicada esta semana por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), la encuesta confirmó que la frecuencia de la violencia física en las relaciones de pareja es muy inferior a la de la violencia psicológica.

El maltrato más duro

Los resultados del estudio, aplicado en 2016, muestran que 22,6 por ciento de las mujeres de 15 a 74 años han sufrido violencia, ya que fueron víctimas de alguna manifestación «en algún otro momento de su vida».

Pero solo 2,4 por ciento del total de mujeres alguna vez unidas dijeron haber sufrido agresiones físicas en los últimos 12 meses.

De ellas, 69,8 por ciento indicaron que fueron abofeteadas o golpeadas por su pareja en los últimos 12 meses, a 60,6 por ciento su pareja «la ha empujado o le ha halado los pelos» y a 43,1 por ciento «le ha lanzado cosas que pudieran herirla».

Aunque con menos peso, la ENIG-2016 también reveló que las mujeres reconocen haber sido pateadas o arrastradas (23,5 por ciento) y haber sido asfixiadas o quemadas deliberadamente (20,6 por ciento).

La ENIG-2016 constató que 51,9 por ciento de la población cubana de 15 a 74 años -el 50,2 por ciento de las mujeres y el 53,7 por ciento de los hombres- considera que la violencia contra la mujer es poca en el país, mientras que 30 por ciento valoró que es mucha.

Las mujeres (32,8 por ciento), al parecer, tienen mayor percepción del problema que los hombres (27,1 por ciento), al ser un poco más las que afirman que es mucha.

La violencia, arrojó la encuesta, se encuentra entre los diferentes motivos por los cuales las personas entrevistadas rompieron con su relación de pareja anterior. En este apartado, fueron más mujeres que hombres, lo que apunta a que son ellas quienes, por lo general, vivencian más estas situaciones.

El hecho de que hayan decidido disolver el vínculo por este motivo se atribuye a una concientización y una búsqueda activa de solución a este problema social.

En contraste, apenas 3,7 por ciento de las mujeres víctimas de violencia en la relación de pareja ha acudido a alguna institución o servicio a pedir ayuda.

La violencia no fue reconocida por la mayoría de la población entre los tres principales problemas de hombres y mujeres en la Cuba actual.

El 10,5 por ciento de las personas encuestadas la identificó como problema para las mujeres, y son las mujeres orientales quienes más lo señalan así, en comparación con las de las restantes regiones del país.

A pesar de que una mujer está en riesgo de recibir cualquier tipo de agresión por parte de su pareja a cualquier edad, los datos aportados por la encuesta destacan en las edades más jóvenes y hasta los 54 años un mayor reconocimiento de la ocurrencia de este fenómeno adverso.

Se hizo la luz

El estudio aporta las primeras cifras nacionales desde 1989 que ofrecen una mirada al problema de la violencia de género desde la ciencia, gracias al trabajo conjunto del CEM de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y la estatal ONEI, y con el apoyo de ONU Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas.

La ENIG-2016 consistió en un cuestionario de la vivienda y el hogar y un cuestionario individual, con preguntas cerradas, los cuales fueron aplicados por encuestadores entrenados al efecto, mediante entrevistas cara a cara a 19.189 personas de 15 a 74 años residentes permanentes, en una selección al azar de 14.099 viviendas.

Entre los objetivos de esta investigación se encuentran profundizar en concepciones, valoraciones, prejuicios y estereotipos de la población cubana relacionados con la igualdad de género; identificar los avances en la igualdad de género en Cuba y las manifestaciones de desigualdades aún existentes.

Igualmente, se propuso ofrecer un conjunto de recomendaciones a las políticas públicas y, en especial, a los organismos responsables de la educación, la cultura y los medios de comunicación, a fin de contribuir a la deconstrucción de estereotipos y prejuicios existentes en la sociedad cubana.