Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Una votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas llama a Israel a abrir su programa nuclear a la inspección.
La resolución, aprobada por una votación de 174 contra seis y seis abstenciones, llama a Israel a adherir al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) «sin mayor demora» y a abrir sus instalaciones nucleares a la inspección por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Los que votaron en contra fueron Israel, EE.UU., Canadá, las Islas Marshall, Micronesia y Palau.
Las resoluciones adoptadas por la Asamblea General de 193 miembros no son legalmente vinculantes pero reflejan la opinión mundial y tienen peso moral y político. Y la resolución se suma a la presión sobre Israel mientras enfrenta críticas por sus planes de aumentar las colonias en Cisjordania, una acción considerada como represalia por el reconocimiento de la calidad de Estado de Palestina por la Asamblea.
Israel se niega a confirmar o desmentir la posesión de bombas nucleares aunque la creencia generalizada es que las posee. Se ha negado a unirse al tratado de no proliferación junto con tres Estados con armas nucleares: India, Pakistán y Corea del Norte.
Israel insiste en que primero debe haber un acuerdo de paz en Medio Oriente antes del establecimiento de la propuesta zona regional libre de armas de destrucción masiva. Sus rivales en la región argumentan que el arsenal nuclear no declarado de Israel presenta la mayor amenaza para la paz en la región.
Aunque EE.UU. votó contra la resolución, votó a favor de dos párrafos en ella que fueron objeto de votaciones separadas. Ambas apoyan la adhesión universal al TNP y llaman a los países que no forman parte a que lo ratifiquen «a la brevedad». Los únicos votos negativos sobre esos párrafos fueron de Israel e India.
La votación fue una secuela de la cancelación de una conferencia de alto nivel para la prohibición de armas nucleares en Medio Oriente. Todas las naciones árabes e Irán habían planificado su asistencia a la cumbre a mediados de diciembre en Helsinki, Finlandia, pero EE.UU. anunció el 23 de noviembre que no tendrá lugar, citando la agitación política en la región y la posición desafiante de Irán respecto a la no proliferación. Irán y algunas naciones árabes respondieron que el verdadero motivo para la cancelación fue la negativa de Israel a participar.
Justo antes de la votación del lunes, el diplomático iraní Khodadad Seifi dijo a la Asamblea que «la verdad es que el régimen israelí es la única parte que rechazó las condiciones para una conferencia». Llamó a «fuerte presión sobre ese régimen para que participe en la conferencia sin ninguna condición previa».
El diplomático israelí Isi Yanouka dijo a la Asamblea General que su país ha subrayado continuamente el peligro de la proliferación nuclear en Medio Oriente, distinguiendo por su nombre a Irán y Siria. «Todos estos casos cuestionan la seguridad de Israel y proyectan una oscura sombra sobre la perspectiva de iniciar un proceso regional de seguridad significativo», dijo.
«El hecho de que los patrocinadores incluyen en esta resolución anti-israelí lenguaje que se refiere a la conferencia en 2012 prueba sobre todo la mala intención de los Estados árabes respecto a esta conferencia».
El diplomático sirio Abdullah Hallak dijo a la Asamblea que su gobierno estaba molesto porque la conferencia no tenga lugar por «el capricho de solo una parte, una parte con armas nucleares».
«Llamamos a la comunidad internacional a presionar a Israel para que acepte el TNP, se deshaga de su arsenal y sistemas de lanzamiento, a fin de permitir la paz y la estabilidad en nuestra región», dijo.
Los principales patrocinadores de la conferencia son EE.UU., Rusia y Gran Bretaña. El ministro de Exteriores británico, Alistair Burt, dijo que está siendo postergada, no cancelada.
Fuente: http://www.guardian.co.uk/world/2012/dec/04/un-tells-israel-nuclear-inspectors/print