Traducido para Rebelion por Guillermo F. Parodi
Con ocasión de un encuentro público en Roma con el secretario del Partido comunista sirio Ammar Bagdash y una entrevista colectiva para conocer las causas, el desarrollo y las consecuencias de la guerra civil en Siria. O, dicho de otra manera, de la tentativa de desestabilización de un país que no forma parte de planes para el control imperialista del Medio Oriente.
-¿Por qué este ataque a Siria?
-Siria constituye un dique contra el expansionismo estadounidense en Medio Oriente, sobre todo después de la ocupación de Irak. Pero el verdadero protagonista de este proyecto es en realidad el presidente israelí Simon Peres, que persigue ese propósito desde los años 80. Los comunistas sirios han dado un nombre a este proyecto: la gran Sión. Siria rechazó todas las imposiciones de los Estados Unidos en Medio Oriente, apoyó a la resistencia irakí, la libanesa y el derecho nacional del pueblo palestino.
-¿Pero cómo nacieron la revuelta, la crisis y la guerra civil en Siria?
-En el análisis de los comunistas sirios, las condiciones han sido planteadas igualmente con las medidas liberales adoptadas en 2005. Esta política tuvo tres efectos negativos: un aumento de las desigualdades sociales; la exclusión social cada vez más difundida en los suburbios; la degradación de las condiciones de vida de la población. Eso favoreció a las fuerzas reaccionarias, como los Hermanos Musulmanes, que se apoyaron en el subproletariado, sobre todo el rural. Cuando denunciamos todo eso hasta en el Parlamento, nos han acusado de adoptar una postura ideológica y de ser idiotas.
En Siria, quieren rehacer lo que pasó en Egipto y en Túnez. Pero allí se trataba de dos países filoimperialistas. El caso de Siria era diferente. Comenzaron con manifestaciones populares en las regiones rurales de Daraa y de Idleb. Pero en las ciudades hubo inmediatamente grandes manifestaciones populares de apoyo a Assad. Por otro lado, al principio la policía no disparaba, fueron ciertas personas entre los manifestantes las que comenzaron con las acciones violentas. En los siete primeros meses, hubo más muertos del lado de la policía y del Ejército que en el otro lado. Cuando el método de las manifestaciones no funcionó, pasaron al terrorismo con asesinatos dirigidos a personas notables (dirigentes, altos funcionarios, periodistas), atentados y sabotajes de infraestructuras civiles. El Gobierno reaccionó adoptando ciertas reformas como la realizada sobre el multipartidismo y sobre la libertad de la prensa, reformas que hemos apoyado. Pero las fuerzas reaccionarias las rechazaron. Los comunistas aceptamos esta ecuación: los discursos y los actos deben confrontarse con discursos y con actos. Pero el terrorismo debe confrontarse con la soberanía de la ley y el restablecimiento del orden.
A continuación, se pasó a la tercera fase. La rebelión verdadera y armada. Atentados y asesinatos dirigidos fueron la señal para comenzar el ataque a Damasco. Luego los ataques se concentraron contra Alepo, que por su posición geográfica hace más fácil el acceso y el abastecimiento desde el extranjero. El Gobierno reaccionó imponiendo la hegemonía de la ley. Conviene decir que la intervención del Ejército y los bombardeos aéreos se produjeron en una zona donde la mayor parte de los civiles ya había huído. A la contraofensiva del ejército sirio, los rebeldes reaccionaron de modo bárbaro, incluso en las zonas donde no había combatientes. Y luego asediaron Alepo.
¿Por qué Siria resiste, cuál es su significado?
-Estos diez últimos años en Oriente Medio, Irak fue ocupado, Libia tuvo que rendirse, Siria al contrario resiste. ¿Por su mayor cohesión interna, sus fuerzas armadas más poderosas, sus alianzas internacionales más sólidas o porque todavía no hubo intervención militar directa de las potencias imperialistas?
-En Siria, a diferencia de Irak y de Libia, siempre hubo una fuerte alianza nacional. Los comunistas trabajan sin interrupción con el Gobierno, desde el 1966. Siria no habría podido resistir contando solamente con su Ejército. Resistió porque pudo contar con una base popular. Además, pudo contar con la alianza con Irán, China y Rusia. Y si Siria está aún de pie, otros regímenes van a caer porque quedará claro que existen otras vías. Nuestra lucha es internacionalista. Un experto ruso me dijo: «el papel de Siria se parece al de España contra el fascismo».
-¿Qué efectos pueden tener los acontecimientos de Egipto en la situación actual de Siria?
-Hay una relación dialéctica entre lo que pasó en Egipto y lo que pasa en Siria. La base común es el descontento popular, pero la resistencia siria aceleró la caída del régimen de los Hermanos Musulmanes en Egipto y esto ayudará mucho a Siria porque esto muestra que los Hermanos Musulmanes han sido rechazados por el pueblo.
-En una entrevista reciente, el presidente sirio Assad afirmó: «En Siria hicimos fracasar la ofensiva del islamismo político». ¿Qué opina al respecto?
-Los comunistas sirios no utilizamos la categoría de islam político. El islam tiene una cierta diversidad en sus bases. Tiene reaccionarios proimperialistas como los Hermanos Musulmanes y progresistas como Hezbolá e Irán. No soy un admirador del modelo iraní pero son nuestros aliados en la lucha contra el imperialismo. Después de nuestro quinto Congreso, juzgamos a Irán tomando como base su posición contra el imperialismo. Nuestra voz de orden es: por un Frente Internacional contra el imperialismo.
-En Italia, gran parte de la izquierda piensa que los rebeldes combaten un régimen fascista, el de Assad. ¿Qué opina de esa postura?
-Si partimos de la definición de fascismo -un movimiento reaccionario que usa de medios violentos en los intereses del capitalismo monopolista- en Siria, el capitalismo monopolista no domina al poder. Son más bien los rebeldes quienes representan los intereses del gran capital. Las rebeliones, como nos enseña la historia, no son siempre revoluciones. Pensemos en los «contra» de Nicaragua, en los franquistas de España, y hay otros.
-¿Pero toda la oposición a Assad es reaccionaria? ¿O, como lo demuestran los enfrentamientos internos entre Ejército Libre Sirio y militantes yihadistas, o estos últimos días entre kurdos y yihadistas, existen elementos progresistas con los que se puede iniciar un diálogo?
-Entre los opositores, algunos pasaron varios años por las prisiones sirias y nosotros reclamamos y nos hemos batido por su liberación. Estos opositores a Assad están no obstante contra toda injerencia o intervención extranjera. Algunos viven en Damasco y trabajamos juntos por un diálogo nacional. El mismo Haytham Menaa de la Coordination Democrática condena el uso de la violencia por parte de la oposición armada así como la injerencia externa. Otros como Michel Kilo vienen de la izquierda, pero traicionaron sus ideas pero no pueden de todos modos cambiar la naturaleza reaccionaria de la rebelión.
-¿Cómo explica la intensificación de las divergencias entre Arabia Saudita y Catar, que también se refleja en las divisiones de las milicias rebeldes?
-Es verdad, la influencia y el papel de Catar disminuyen, las de Arabia Saudita aumentan. El asunto de los enfrentamientos con los kurdos es otra historia. Hubo unos enfrentamientos entre kurdos de la Unión Democrática Kurda y los militantes yihadistas de Al Nusra, pero también hubo unos enfrentamientos entre diversos grupos kurdos entre ellos mismos.
-¿Qué ocurre con los palestinos que viven en los campos de refugiados en Siria?
-Recientemente me encontré con el responsable de la OLP y me dijo: «si Siria cae, adiós Palestina». Hamás actuó a veces con precipitación, cometió muchos errores y causó problemas. Podemos decir que la organización, que pertenece a la gente de los Hermanos Musulmanes, volvió a sus orígenes y está ahora bajo el ala de Catar. Pero también es peligroso para ellos. ¿Ahora, después de lo que pasó en Egipto, que sucederá en la franja de Gaza? La mayoría de los militantes que entraron en los campos de refugiados palestinos en Siria no era palestina. La mayoría de los palestinos está totalmente en contra de toda injerencia en los asuntos sirios.
En Yarmouk, el 70% de los habitantes son sirios porque los campos de refugiados en Siria no son unos guetos como en otros países. Todavía hay combates en Yarmouk pero la población siria se fue. El Comité ejecutivo de la OLP viajó dos veces a Siria para plantear el tema de la protección de los campos de refugiados. Yarmouk ha sido asediado por Al Nusra con la ayuda de Hamás que procuró provocar el ejército, que recibió la orden de no reaccionar.
-Hablamos poco de eso pero, ¿qué papel juega Jordania en la crisis y la guerra civil en Siria?
-La monarquía jordana siempre colaboró con el imperialismo y hay una actividad intensa de los Hermanos Musulmanes. Jordania aceptó la presencia de militares estadounidenses en su territorio y el cuarto ataque a Damasco salió justamente del territorio jordano.
-¿Y cuál es el papel de Israel en Siria?
-Israel apoya a los rebeldes armados, pero cuando no logran cumplir sus objetivos, son los aviones israelíes de combate los que toman el relevo. Esto pasó en Damasco pero también hace algunos días en Latakia.
-¿Cómo salir de la tragedia?
-No se puede lograr ningún progreso social, o la democracia, si se está sometido a fuerzas exteriores. La voz de orden es defender la soberanía nacional y las condiciones de vida de nuestro pueblo. Como lo declaré a la ANSA, el medio principal para salir de la masacre siria pasa primero por terminar con las ayudas a la oposición armada por parte de los países reaccionarios e imperialistas. Una vez que la ayuda exterior haya terminado, se pondrá fin a todas las operaciones militares incluso las del Gobierno sirio. Y reactivar un proceso democrático con elecciones legislativas y reformas políticas, lo que evidentemente no es posible en esta fase de la lucha armada. El futuro político de Siria se decidirá en las elecciones, particularmente las elecciones presidenciales de 2014.
Fuente original: http://www.michelcollon.info/Entretien-avec-Ammar-Bagdash.html
rCR