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Uno por 1.027 presos… ¿y presas?

Fuentes: GEA PHOTOWORDS

El Gobierno de Israel y Hamas han pactado el intercambio de prisioneros. En realidad de prisionero por prisioneros. Hamas ha accedido a liberar al soldado franco-israelí Gilad Shalit a cambio de la entrega por parte de Israel de 1.027 presos palestinos que estaban en cárceles israelíes. Sin embargo, poco o nada se está hablando de […]

El Gobierno de Israel y Hamas han pactado el intercambio de prisioneros. En realidad de prisionero por prisioneros. Hamas ha accedido a liberar al soldado franco-israelí Gilad Shalit a cambio de la entrega por parte de Israel de 1.027 presos palestinos que estaban en cárceles israelíes. Sin embargo, poco o nada se está hablando de que en el canje apenas hay presas palestinas . Son muchas y en precarias condiciones.

El intercambio, aunque en líneas generales un éxito para Israel, ha suscitado polémica en el país hebreo. Gran parte del parlamento lo celebra ya que Shalit ha trascendido de un soldado a un símbolo. «Shalit es el ejemplo para todos los jóvenes israelíes que entran en el ejército de que nunca se les abandonará», declaraba este miércoles el máximo responsable de las fuerzas armadas israelíes. La mayoría de diputados también se mostraron a favor, considerando Shalit es la representación del país, y tenía que volver con vida aunque el precio fuera elevado. Las voces en contra, de algunos políticos hebreos, afirmaban que el precio se pasó de alto, y que la entrega de 1.027 palestinos perpetuará el terrorismo en Gaza a cambio de salvar la vida a un solo soldado.

Hamas, por su parte, también considera un éxito el acuerdo y ha entregado una lista a Israel con los presos que deberán ser liberados. Entre ellos, y según el Gobierno judío, no figura ningún «terrorista de peso». Tampoco, tal y como ha llamado la atención sobre ello la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género , se encuentran apenas mujeres. De los 1.027 liberados, sólo 27 serán mujeres, algo que para esta ONG española supone una injusticia, ya que son cientos las mujeres encarceladas en prisiones israelíes que se hallan en un «limbo jurídico».

No es un tema menor. Las mujeres presas palestinas se exponen a una indefensión si cabe mayor que los hombres. Por ello, la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género reivindica que el canje contemple la total liberación de las mujeres presas palestinas. La ONG presidida por Cristina del Valle ha trasladado a las Naciones Unidas, la situación que sufren las mujeres palestinas en las cárceles israelíes, tras realizar hace años un informe y mantener su seguimiento en los constantes viajes de la Plataforma a Palestina. Además, una de las integrantes de la ong, Paz Martín Lozano ha representado a nuestro país en la Comisión Internacional de Mujeres por una Paz Palestino-Israelí Justa y Sostenible (IWC) de la ONU. «Son mujeres que están sufriendo una constante violación de sus derechos, abusos físicos, psicológicos y sexuales», explica Cristina del Valle. La ONG ha denunciado ante Naciones Unidas esta situación, y ha trasladado el informe a la Autoridad Nacional Palestina.

El resto del mundo, mientras tanto, contempla este intercambio sorprendido. ¿Es justo? ¿En qué se basa? ¿Por qué ambas partes parecen satisfechas?

Todo depende del prisma desde el que se entienda el asunto. Hace pocos meses, GEA PHOTOWORDS entrevistaba a Issa Qaraqa, ministro de presos de la Autoridad Palestina. Qaraqa explicaba que, a día de hoy, existen unos 7.000 presos palestinos encarcelados en prisiones israelíes. Es decir, no son presos comunes encarcelados por delitos, son presos únicamente palestinos, encarcelados por Israel en prisiones destinadas a ellos y sometidos a juicios y leyes diseñadas por Israel unilateralmente en el marco del conflicto. Esto deriva en una laxitud a la hora de juzgar que, a ojos del derecho internacional, la mayoría de presos palestinos están encarcelados de una manera, como mínimo, alegal. Palestina va más allá, y considera que se trata de presos políticos encarcelados por resistir, algo que, en un caso de ocupación como el que padecen, ellos consideran un derecho reconocido por la comunidad internacional. Es decir, han sido encarcelados sin cometer ningún delito y, por tanto, exigen que sean liberados. Desde este punto de vista el canje no parece injusto para ellos, ya que los presos palestinos, desde su prisma, deben ser liberados.

Enfrente Shalid, soldado capturado en conflicto. Un prisionero de guerra. No es un preso, no ha habido juicio. Fue capturado hace seis años y privado de libertad. El grupo Hamas ha utilizado su vida como herramienta de negociaciones e Israel en una muestra de la bajeza y las miserias de la guerra. Israel lo considera un prisionero de guerra, no un preso que haya cometido ningún delito, y por tanto debe ser liberado acorde a los derechos humanos y tratados internacionales.

Y más allá de los conceptos y las consideraciones, el acuerdo. Al margen de toda ley, tratado o derecho. El mundo debate y discute sobre la justicia del intercambio, sobre si los presos palestinos esto o los capturados israelíes aquello. Y Hamas e Israel a los suyo. Perpetuando el conflicto. Sin intenciones visibles de querer solucionarlo. Intercambiando prisioneros. Gestionando violencia. Y felicitándose por ello.

http://geaphotowords.com/blog/?p=10520#more-10520