Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.
El Centro de Historia Oral, que está encajonado en una tranquila parte del sótano del edificio principal de la inmaculada Universidad Islámica de Gaza, podría confundirse a primera vista con el despacho del administrador o del registro. Pero sus montones de archivos de metal pueden contener más recuerdos por metro cuadrado que cualquier otro lugar de la ocupada Franja de Gaza.
El investigador Nermin Habib afirmó que el centro lleva a cabo entrevistas a aquellas personas que fueron testigos tanto de la Nakba («la catástrofe», en árabe), la limpieza étnica anterior a la fundación del Estado de Israel en 1948, como de la Naksa («la derrota»), la ocupación por parte de Israel de Cisjordania, Gaza, los Altos de Golán y la península del Sinaí en 1967.
«Ya hemos hecho 1.500 entrevistas orales y archivado los archivos en audio de las entrevistas», añadió Habib. «Un encuentro [con la persona entrevistada] puede durar entre media hora y dos o tres horas. También podemos tener encuentros de seguimiento. También hemos hecho 120 [entrevistas] escritas. En el futuro tenemos intención de hacer entrevistas en vídeo. Esperamos utilizarlas para hacer un documental sobre la historia de Palestina».
El Centro de Historia Oral, que se creó como parte de la facultad de artes de la universidad en 1998, tiene un personal de experimentados investigadores de campo y graduados recientes de los departamentos de historia, prensa y medios, y estudios sociales de la universidad.
«Empezar desde cero»
Su trabajo con la primera generación de refugiados empieza por encontrarlos. «Se hace por medio de la experiencia, de relaciones», afirmó Habib. «Construimos el archivo desde cero. En Gaza no hay un centro sistemático de referencia para esta información».
El Centro de Historia Oral investiga diferentes campos. Más allá del desplazamiento y de la vida de los refugiados, tiene programas sobre las regiones de Palestina, su folclore, política y cultura, así como sobre las violaciones por parte de Israel de los derechos palestinos.
«Estamos haciendo todo lo posible por mantener la identidad palestina y la herencia palestina, sus costumbres y tradiciones (como la comida y la vestimenta) después de la Nakba», afirmó Habib. «La historia oral tiene vínculos con todos los campos del conocimiento, como la medicina popular. Parte de nuestro trabajo de historiadores es transmitir esta información. Tratamos de documentar la historia del pueblo palestino y los principales acontecimientos que han dado forma a la causa palestina».
La Franja de Gaza tiene la mayor proporción de personas refugiadas de cualquier territorio del mundo. Hay pocos aspectos de la vida, desde la economía a la política hasta el amplio abanico de comidas y dialectos locales de todas partes de Palestina, que no se vean afectados por la Nakba, durante la cual aproximadamente 750.000 palestinos fueron desplazados por las fuerzas sionistas y cientos de pueblos y ciudades despoblados.
A principios de 2013 la Agencia para los Refugiados Palestinos de la ONU (UNRWA) había registrado a más de 1.2 millones de refugiados palestinos en Gaza, en una población total de casi 1.7 millones.
Según el grupo de palestino de defensa de los refugiados BADIL, durante la Naksa en 1967 el ejercitó israelí expulsó a entre 400.000 y 450.000 palestinos más.
A finales de 2011 al menos 7.4 millones de palestinos eran desplazados, lo cual supone un 66% de la población global palestina de 11.2 millones de personas. Eso los convierte en el mayor grupo de refugiados y que más tiempo lleva siéndolo del mundo, según un informe receinte de BADIL.
El desplazamiento de palestinos por parte de Israel continúa a través de políticas como la transferencia forzada de presos políticos puestos en libertad, las demoliciones de casas, las revocaciones de los permisos de residencia en Jerusalén y el Plan Prawer Plan, una medida propuesta por el parlamento de Israel, el Knesset, según la cual se expulsaría a 40.000 beduinos palestinos de sus hogares en la región de Naqab (Negev).
Una generación que «nos deja»
Pero con la limpieza étnica de 1948 ocurrida hace más de 65 años está disminuyendo rápidamente la cantidad de personas que fueron testigos de primera mano, tanto en Gaza como en otras partes.
«Empezamos a darnos cuenta de que la generación que había sobrevivido a la Nakba nos estaba dejando», afirmó Haidar Heid del Proyecto de Historia Oral, otro intento de recopilar los relatos de 1948.
Según Eid, el equipo del proyecto ha grabado 64 horas de entrevistas. Se está acabando el tiempo para completar el resto.
«La mayoría de estas personas se está muriendo. Para el proyecto tenían que tener al menos diez años cuando ocurrió la Nakba, así que hablamos de personas de setenta y ochenta años».
Eid, profesor de literatura de la Universidad al-Aqsa de Gaza, es miembro del comité directivo de la Campaña Palestina por el Boicot Académico y Cultural a Israel (PACBI, por sus siglas en inglés).
«No transigir»
«Una de las principales reivindicaciones del movimiento de boicot, desinversión y sanciones [a Israel] es la implementación de la Resolución 194 de la ONU que pide claramente el retorno de los refugiados palestinos a las tierras, pueblos y ciudades de las que fueron limpiados étnicamente en 1948 y a ser compensados por ello», afirmó Eid. «Con el Proyecto de Historia Oral apoyamos esta reivindicación y la hacemos real. Pasamos de la limpieza étnica como un término abstracto a lo práctico, a la vida misma. Una pregunta interesante que a veces hacemos a los refugiados es si aceptarían cualquier solución que transigiera con su derecho al retorno. Todos los refugiados a las que hemos entrevistado están de acuerdo en que no aceptarían arreglo alguno acerca de su derecho al retorno. Desde su punto de vista, eso no es una solución».
El Proyecto de Historia Oral de Gaza trabaja en cooperación con Palestine Remembered, un archivo de información en internet sobre la limpieza étnica de Palestina, y con la organización israelí Zochrot, que defiende el retorno de los refugiados palestinos. Eid lo calificó de «forma de co-resistencia» opuesto a proyectos que normalizan la limpieza étnica y la ocupación de Palestina por parte de Israel.
«La avalancha de proyectos de normalización ha tenido lugar a expensas de las dos terceras partes del pueblo palestino que son personas refugiadas», añadió, estableciendo así la diferencia con otros tipos de cooperación entre palestinos e israelíes . «Más que 1967, 1948 es el pecado original en el que se basan estos proyectos».
La mayoría de las entrevistas del Proyecto de Historia Oral las hacen jóvenes voluntarios. Muchos de ellos pertenecen a la Campaña de los Estudiantes Palestinos por el Boicot Académico a Israel, la filial juvenil de la PACBI.
«Volver sobre el trauma»
«Hay que decir que es cansado «, afirmó Eid. «He evitado grabar a mis familiares, porque es extremadamente difícil. No es fácil volver sobre el trauma. Pero están muy contentos de hablar de todo lo que sea anterior a 1948.»
Las entrevistas del Proyecto de Historia Oral consisten en tres secciones: Palestina antes de 1948, su limpieza étnica y la vida de los refugiados.
«Les preguntamos por cosas de la vida cotidiana, la vida diaria en el pueblo o la ciudad, bodas, funerales y cafés», afirmó Eid . «Les preguntamos si todavía conservan un thobe [una prenda tradicional] o cualquier cosa del pueblo. Normalmente les encanta. Cuando se van acercando al momento de la verdad en el que esa persona fue obligada a abandonar su pueblo, es desgarrador. Muchos empiezan a llorar. Te pueden dar detalles minuciosos de las cosas más extrañas».
Los relatos pueden ser no solo emotivos sino también brutales. «Aquellos palestinos que se negaron a abandonar Palestina básicamente fueron masacrados», afirmó Eid.
«Esto es la encarnación del sueño sionista de crear un Estado con una mayoría judía. Para garantizarlo se necesita un proceso o bien de limpieza étnica o bien de genocidio».
Él mismo refugiado, Eid citó su propia historia para ilustrar la importancia de la historia oral para el relato palestino.
«Soy de un pueblo llamado Zarnuga, que está en el extrarradio de Ramle [en el actual Israel]», señaló. «Solo he encontrado tres fotos de Zarnuga. Solo tres. La historia de la masacre de Tantura se basa en gran parte en la historia oral. Ahora la gente sabe que la masacre tuvo lugar en el pueblo de Tantura a unos 30 metros al sur de Haifa, gracias a la historia oral», añadió Eid.
La historia oral también desempeña un papel importante en la continuidad de la historia palestina. «Este trabajo es muy beneficioso para las nuevas generaciones de palestinos», afirmó Nermid Habib. «Les permite conocer qué hicieron sus abuelos».
Israel está «tratando de lavar su imagen»
El 12 de agosto varios grupos de solidaridad con Palestina publicaron una carta abierta en protesta por una conferencia internacional sobre historia oral programada por la Universidad Hebrea de Jerusalén para junio de 2014 y en la que pedía a los historiadores orales que la boicotearan.
La PACBI se adhirió a la carta. La han firmado Eid y otras 350 personas que trabajan en el campo de la historia oral.
«Israel está tratando de lavar y de embellecer su imagen», afirmó Eid. «Una de las cosas que como historiadores, pero también como refugiados queremos plantear aquí en Palestina es si en la conferencia se tratará la Nakba, si abordará la limpieza étnica de palestinos en 1948. Creo que es una pregunta retórica, la respuesta a lo que sabemos».
Los historiadores orales de Gaza ni se plantean asistir a la conferencia. A la mayoría de los palestinos se les prohíbe la entrada en el actual Israel. La Ley de Prevention de la infiltración de 1954 incluso criminaliza la presencia de refugiados palestinos en Israel.
Pero puede que por medio de estas exclusiones que ya duran mucho tiempo Israel esté poniendo de relieve sin querer tanto la relevancia del trabajo sobre los refugiados como los elementos más oscuros de su historia y sociedad.
«El relato sionista ha sido el relato que ha reconocido Occidente», señaló Eid. «Antes de 1948 no había nada. Había un vacío entre 1948 y los 2.000 años anteriores a esa fecha. Estamos contribuyendo a proporcionar una alternativa a eso. Forma parte de lo que llamamos el contra-relato».
«Los relatos de los ancianos son más fiables que los libros de historia», afirmó Habib. «Ellos mismos fueron testigos de los acontecimientos. También existen relatos escritos. Es fundamental añadir un nuevo tipo de referencia».
Joe Catron es un activista estadounidense en Gaza, Palestina. Es el coeditor de The Prisoners’ Diaries: Palestinian Voices from the Israeli Gulag , una antología de relatos de los presos liberados en el intercambio de presos de 2011. Su blog es joecatron.wordpress.com y su tweeter @jncatron