Todo aquel que haya caminado por las calles de La Habana habrá notado que en muchos paredones hay pintadas artísticas inspiradas en datos de la realidad de la isla. Una de ellas, cerca de la Plaza de la Revolución, es sobre «Los Cinco»: así llaman en Cuba a los agentes de seguridad de ese país […]
Todo aquel que haya caminado por las calles de La Habana habrá notado que en muchos paredones hay pintadas artísticas inspiradas en datos de la realidad de la isla. Una de ellas, cerca de la Plaza de la Revolución, es sobre «Los Cinco»: así llaman en Cuba a los agentes de seguridad de ese país caribeño, cuyas funciones eran monitorear posibles acciones terroristas en Miami contra Cuba y que fueron detenidos en 1998 por el FBI. Aún hoy permanecen presos y están acusados de «conspiración para cometer delitos contra Estados Unidos», entre otros cargos. La mayoría de los cubanos considera a Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, René González y Antonio Guerrero como verdaderos héroes que sufrieron -y siguen padeciendo- una injusticia; según señalan, el proceso llevado a cabo contra estos hombres se ha politizado. Artistas plásticos y escritores se habían encargado de reflejar esta historia. Y ahora el cine brinda la posibilidad de indagar en los aspectos desconocidos de uno de los procesos judiciales más extensos en la historia jurídica de Estados Unidos: el documental El proceso: la historia no contada, del documentalista Rolando Almirante, podrá verse hoy (lunes 28) a las 15 en el auditorio del Hotel Bauen (Callao 360), como parte de la programación del primer Festival Internacional de Cine Político (Ficip).
En diálogo telefónico con Página/12, Almirante dice que, hasta el momento del estreno de su documental en 2006, «se conocía el tema de ‘Los Cinco’, se conocía que estaban presos en las cárceles de Estados Unidos, pero en cuanto a los detalles del injusto proceso judicial que todavía tiene lugar, el espectador común no había llegado hasta ese punto». Almirante destaca que El proceso… ofrece «la posibilidad de que los espectadores puedan conocer los pormenores de boca de los abogados defensores y de otros actores del proceso judicial que aparecen en el documental». En ese sentido, para el documentalista cubano, su investigación es válida «tanto para nuestro país como para la comunidad internacional, que también necesitaba un poco de esa indagación. Y este documental es un aporte pequeño al esclarecimiento de los detalles, de los factores que hacen injusta esta causa».
-¿Cómo se llegó a la situación contradictoria de que quienes investigaban posibles actos terroristas contra Cuba fuesen acusados de terroristas por Estados Unidos?
-Nuestra vida es una paradoja. Entonces, no sólo es una paradoja en lo cotidiano sino también en las relaciones con otros países. Es lamentable que los fiscales acusadores norteamericanos hayan visto a estas personas como terroristas. Como cineasta, yo me pude acercar a muchas fuentes de información. Y por nosotros corre el deber de aportar datos a la verdad. Y esta gente estaba previniendo esa ola de terrorismo que, además, se desató en nuestro país en los años ’90. Es una paradoja porque ellos estaban previniendo eso. Y en el propio documental hay una serie de imágenes que lo revelan. No está ni siquiera dicho o inferido por el narrador: se ven las avionetas de Hermanos al Rescate lanzando pasquines hacia la ciudad de La Habana, violando flagrantemente el espacio aéreo nacional, violando la soberanía aérea nacional. También se ven los desastres y las secuelas de la oleada de bombas que detonaron en los años ’90 en las instalaciones hoteleras y de recreaciones de La Habana. O sea, no es nada inferido, no es algo que está inventado: están las fotografías, los hechos y los testimonios.
-El film tiene un valioso material testimonial, ya que hablan no sólo los defensores sino también los acusadores de «Los Cinco». ¿Con esto buscó contrarrestar la opinión de que su trabajo sea tildado de «parcial»?
-A veces se nos acusa de propagandistas. Y si vamos al concepto intrínseco de la propaganda, que es ensanchar ese estado de convencimiento que tiene determinada persona, de algún modo nosotros estábamos yendo contra las corrientes de información del mundo, donde los grandes monopolios mediáticos estaban diciendo lo contrario. Si nosotros como cubanos nos hubiésemos quedado solamente con las opiniones (muy válidas por cierto y muy genuinas) de los abogados defensores, de los testigos de la defensa, a la luz de la costumbre occidental, el documental hubiese quedado cojo. Por eso hicimos una tarea que no fue nada fácil: la de tener la opinión de los fiscales acusadores, de esas personas que pensaban o que piensan de modo distinto a nosotros. Y el documental lo plasma y ofrece la posibilidad a los espectadores de pensar: ahí están los hechos.
-¿Por qué cree que este caso fue uno de los procesos judiciales más largos en la historia jurídica de Estados Unidos?
-Aún sigue siendo uno de los procesos más largos porque realmente está atravesado por una voluntad política. De alguna manera, el proceso ha estado matizado políticamente por los cubanos norteamericanos de Miami, por ese lobby que es muy fuerte. Y uno como espectador también, porque nosotros no somos juristas. Estamos viendo que la fiscalía pone uno y otros argumentos para que el proceso se dilate, y estos muchachos se han convertido en una suerte de moneda de cambio.
-¿Cómo se ha manifestado el pueblo cubano en el reclamo por la liberación de «Los Cinco»?
-La gente no cesa de pedir la liberación de «Los Cinco». En algún momento estaba matizado por actividades públicas. Ahora es mucho más interior. Yo creo que en el pueblo cubano existe un consenso de que el proceso judicial es injusto, de que esta gente estaba haciendo algo útil y que es injusto que hayan tenido que pagar tanto tiempo. Y que, además, la posibilidad de una solución a ese caso está bastante borrascosa. La gente cubana lo conoce y se solidariza mucho con el caso de estas madres que no tienen a sus hijos, con las esposas que no ven a sus maridos y con los hijos que ya crecieron. Hay una solidaridad con este caso a nivel de pueblo.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/espectaculos/5-21196-2011-03-28.html