Una carta secreta del presidente Barack Obama al premier israelí Benjamín Netnayahu, revelada por el estadounidense judío David Makovsky, Senior Fellow y Ziegler del Instituto Washington para Política del Cercano Oriente-WINEP (siglas en inglés), dejó en evidencia la desigualdad de las ‘conversaciones directas’ entre la potencia ocupante y el ocupado. Incrementando el espíritu de ‘plan […]
Una carta secreta del presidente Barack Obama al premier israelí Benjamín Netnayahu, revelada por el estadounidense judío David Makovsky, Senior Fellow y Ziegler del Instituto Washington para Política del Cercano Oriente-WINEP (siglas en inglés), dejó en evidencia la desigualdad de las ‘conversaciones directas’ entre la potencia ocupante y el ocupado. Incrementando el espíritu de ‘plan dilatador’, más que de paz.
Makovsky, con estrecha vinculación con Dennis Ross actual consejero especial de Obama y ex emisario especial en Oriente Medio (1988-2000), publicó la reveladora carta en un artículo en la página web del WINEP. En ella, afirmó que la nota del presidente Obama es el resultado de conversaciones entre altos funcionarios del gobierno de EEUU con el ministro de Defensa israelí Ehud Barak (responsable de crímenes de guerra en la invasión a Gaza) y el jefe negociador Yitzhak Molcho, escogido por Netanyahu para dirigir el equipo israelí en las actuales negociaciones con la Autoridad Palestina.
Con holgado proteccionismo. Obama, citó en su escrito una larga lista de favores de Estados Unidos a cambio de que Israel acepte una prorroga de 2 meses en su moratoria finalizada el 26 de septiembre, que permita la continuación de la supuesta congelación de las edificaciones en los asentamientos, a sabiendas, que esa moratoria de 10 meses, fue una notable pantalla para mostrar solo el espíritu conciliador israelí. Jamás fue cumplida. Y las construcciones crecieron en esos meses en más de un 33 por ciento.
En la práctica y sin disimulo, Netanyahu había dado ‘carta blanca’ para reiniciar las edificaciones. Destellado por las organizaciones sionistas de los colonos judíos cercanos al partido Likud, que celebraron desaforadamente el reinicio de la colonización el pasado domingo (26/9), con una gran fiesta en el asentamiento ilegal de Revava, al norte de la Ribera Occidental, movilizando a miles de israelíes en más de 80 autobuses. Mientras, otros grupos comenzaron la construcción en seis puntos incluyendo Jerusalén ocupada. Netanyahu, tampoco se ruborizó por los 16 asesinatos de palestinos, entre ellos un bebe de 14 meses y 3 menores de 17 años, durante las ‘conversaciones directas’ iniciadas el 2 de septiembre.
Sin tomar en cuenta estos detalles. La mayoría de los favores propuestos por Obama, son propicios a las necesidades de seguridad estratégica de la poderosa potencia nuclear israelí. Sin embargo, Netanyahu, que hoy además de la retorica de la seguridad, pretende el reconocimiento palestino de un Estado Judío, no respondió a la misiva. Como una estrategia sumada a la estrategia de sus funcionarios para ceñir más el frente interno palestino.
Inquietos. Makovsky, aseguró que los asesores del presidente Obama se reunieron con legisladores judíos el pasado miércoles (29/9) en Washington, para informarles del contenido de la carta. Ross, les comentó a los congresistas que Netanyahu no aceptó la oferta porque no cumplían con todas sus exigencias y como primer ministro, no tenía el apoyo político para extender el congelamiento de la construcción.
Entre otros compromisos que Obama ofreció a Netanyahu, en su ya no tan secreta carta, se esconde un resbaladizo acuerdo. A cambio de congelar las construcciones por 2 meses, Estados Unidos, se ocuparía de vetar cualquier resolución anti-Israel en la ONU durante el próximo año, además, de tratar el futuro de los asentamientos como parte de un acuerdo sobre el estatuto definitivo con los palestinos.
En ásperos compromisos adicionales. Obama, otorgó una serie de garantías para evitar el control y el contrabando de armas y misiles en un futuro Estado Palestino. Al estilo de dueño y patrón, aceptaría la presencia de soldados israelíes a lo largo del Valle del Jordán (territorio palestino al que Israel reclama ilegítimamente como propio). Promoviendo un pacto global de defensa regional para la protección de Israel de la amenaza de Irán, luego del establecimiento de un Estado Palestino.
Con más dólares. El presidente de Estados Unidos se comprometió en su texto a mejorar las capacidades de seguridad de Israel, aumentando los tres mil millones de dólares que Israel recibe anualmente de EEUU y el compromiso de entregar armas de avanzadas y sistemas de alertas, incluidos satélites.
Magullado el derecho palestino en la epístola. Lo que no se interpreta si así será el Estado Palestino que desea Obama y la comunidad internacional el año próximo en la ONU o con mayor honestidad intelectual, un servil Bantustán palestino, para completar el sistema de apartheid como pretende Israel, con laxa banca en las Naciones Unidas.
Desde la hipocresía a la ironía
La socarronería del presidente Obama, se suma a l a hipocresía del premier Netanyahu con la ironía de su canciller Avigdor Lieberman. Durante su discurso ante la ONU, el pasado martes (28/9), hablando de las ‘conversaciones directas’, Lieberman aseguró «que pasarán décadas en encontrar la paz con los palestinos» y la «necesidad de modificar las fronteras israelíes y el desplazamiento de los árabes (palestinos) que viven en Israel (desde antes de 1948), que no juren lealtad al Estado judío». Cuando la hipocresía de Netanyahu frente al mundo se puso en marcha y se lo reprochó sin pedirle la renuncia, el jefe de la diplomacia israelí, Lieberman, irónicamente le respondió «yo dije lo que todos nosotros pensamos».
(*) – Fue el primer Embajador del Estado de Palestina en la Argentina
– Analista internacional sobre la situación de Palestina
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