El Centro Palestino de Derechos Humanos (PCHR, por sus siglas en inglés) reitera su enérgica condena de la política israelí de arrestos y detenciones arbitrarias, así como de torturas, malos tratos y desapariciones forzadas de palestinos y palestinas de Gaza, como parte de su genocidio continuo contra la población civil de la Franja. Desde el 7 de octubre de 2023 se desconoce la suerte y el paradero de miles de palestinos, desde niños hasta ancianos. Los y las palestinas se enfrentan a torturas y malos tratos generalizados, mientras que las autoridades de ocupación israelíes siguen ocultando información importante sobre su situación o negando a los abogados el acceso adecuado a los centros de detención, lo que da lugar a numerosas desapariciones forzadas.
Cada día que pasa, los detenidos palestinos corren el riesgo de perder la vida o, como mínimo, de sufrir daños físicos y mentales irreparables. El empeoramiento de las condiciones de detención, junto con el uso de métodos inimaginables de tortura (como violencia física y psicológica extrema, violencia sexual, inanición y negligencia médica), contribuyen a una crisis devastadora. El PCHR ha documentado ampliamente estos abusos mediante:
- la recopilación de testimonios de detenidos palestinos liberados en Gaza;
- la presentación de solicitudes a las autoridades israelíes para localizar a detenidos desaparecidos; y
- la realización de visitas a las cárceles.
Testimonios de detenidos palestinos liberados en Gaza
El PCHR, a través de sus trabajadores de campo y abogados sobre el terreno, ha logrado obtener testimonios de más de 130 detenidos que fueron arrestados después del 7 de octubre de 2023 y liberados. Sus testimonios brindan un relato desgarrador de la tortura, la humillación y la deshumanización infligidas por las fuerzas de ocupación israelíes (FOI) durante su período de detención. Todos los entrevistados eran civiles, incluidas mujeres, menores, ancianos y personas con discapacidad. Entre ellos había médicos, paramédicos, enfermeras, periodistas, abogados y funcionarios públicos. La mayoría de ellos fueron arrestados en diferentes lugares de la Franja de Gaza durante operaciones terrestres, en viviendas, escuelas, hospitales y puestos de control militares, cuando intentaban huir de los bombardeos o buscar refugio. Varios fueron utilizados como escudos humanos antes de ser trasladados a centros de detención. Los otros testimonios obtenidos por el PCHR se referían a trabajadores palestinos de Gaza arrestados dentro de la Línea Verde después de los sucesos del 7 de octubre de 2023. A pesar de tener permisos válidos emitidos por las autoridades de ocupación israelíes fueron detenidos y torturados.
Solicitud a las autoridades israelíes para localizar a detenidos desaparecidos
Desde el comienzo del genocidio en curso, el PCHR también ha trabajado incansablemente en la recopilación de información sobre la suerte y el paradero de los detenidos palestinos en campamentos militares bajo el control del ejército israelí y en prisiones administradas por el Servicio Penitenciario Israelí (SPI). A fecha de 31 de octubre de 2024, el PCHR envió 15 comunicaciones a las autoridades israelíes pertinentes en relación con 303 palestinos y palestinas arrestadas por las FOI. En respuesta, las autoridades proporcionaron información sobre la suerte y el paradero de 209 personas (88 en la prisión de Negev, 18 en la prisión de Nafha, 26 en la prisión de Ofer, 64 en el campamento militar de Ofer, 8 en la prisión de Askalan, 4 en la prisión de Al Ramla y 1 en la prisión de Moscobiyeh), al tiempo que afirmaron que 91 personas no estaban bajo su custodia. Esto a pesar de los múltiples testimonios de testigos presenciales de que muchas de estas personas fueron arrestadas y secuestradas por las FOI. Entre los desaparecidos hay docenas de menores palestinos.
Según la información enviada al PCHR, todas las personas detenidas lo han sido en virtud de la “Ley de encarcelamiento de combatientes ilegales” que, entre otras cosas, permite los arrestos masivos y la detención indefinida de civiles sin cargos. Algunos de los detenidos han sido presentados ante tribunales de distrito israelíes, como se muestra en el documento proporcionado al PCHR, y se ha fijado una fecha para su liberación, aunque algunos de estos detenidos negaron haber sido presentados ante ningún tribunal. Se esperaba que algunos de ellos fueran liberados en las últimas semanas y meses, pero su detención se ha prolongado indefinidamente en virtud de esa ley. Otros no han sido presentados ante un tribunal de distrito ni se les ha dado una fecha de liberación, sin que se haya dado ninguna explicación sobre el mantenimiento de su detención.
De las 209 personas, el PCHR ha sido informado de la muerte de tres detenidos palestinos, dos de ellos murieron en el campo de detención de Sde Teiman. Estos tres forman parte de las docenas de palestinos cuyas muertes se han producido dentro de la detención israelí. El primero es Amro Hatem Fawzi Ouda, de 32 años, que trabaja como vendedor en una tienda de comestibles. Fue arrestado en su casa en el barrio de Al Zaitun, en la ciudad de Gaza el 7 de diciembre de 2023 y murió el 13 de diciembre de 2023 en Sde Teiman, una semana después de su arresto. El segundo es Hussein Saber Hussein Abu Obaida, de 31 años, que trabaja como vendedor en una pastelería. Fue arrestado en su casa en el Barrio Japonés en Jan Yunis el 22 de enero de 2024. Murió el 29 de enero de 2024 en Sde Teiman, casi una semana después de su arresto. La tercera persona es Ali Abdulá Soliman, de 64 años, profesor jubilado que fue detenido el 2 de enero de 2024 en su casa de Jan Yunis durante una operación terrestre de las fuerzas de ocupación israelíes. Las autoridades israelíes afirmaron que murió el 5 de febrero de 2024, un mes y tres días después de su detención, pero a diferencia de los dos casos anteriores, no se proporcionó información sobre el lugar de su muerte.
Según el Centro de Control y Mando Militar de Prisiones, el organismo de las FOI responsable de la gestión de los campos de detención, “la Policía Militar abrió una investigación para esclarecer las circunstancias de la muerte”. Sin embargo, basándose en las décadas de experiencia del PCHR con el sistema judicial y de investigación israelí, es casi seguro que no se han llevado a cabo ni se llevarán a cabo investigaciones creíbles para determinar las circunstancias de sus muertes, dada la larga trayectoria de falta de voluntad e incapacidad de Israel para llevar a cabo investigaciones genuinas y transparentes sobre los crímenes o violaciones cometidos contra los palestinos.
Cabe señalar que, debido a la falta de voluntad de las autoridades israelíes para proporcionar información sobre un gran número de detenidos, especialmente niños, el PCHR envió al Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre Desapariciones Forzadas comunicaciones relativas a 141 palestinos para presionar a Israel a que revelara información sobre su suerte y paradero.
Visitas a prisiones
En los últimos tres meses, el abogado del PCHR en la Línea Verde ha visitado a 35 detenidos palestinos de Gaza, recluidos en el campamento militar de Ofer, la prisión de Ofer, la prisión de Negev y la prisión de Nafha. El informe del abogado sobre las condiciones de detención actuales corrobora los testimonios recogidos por el PCHR de las personas detenidas liberadas.
Al reunirse con el abogado del PCHR, los detenidos palestinos parecían agotados física y mentalmente y totalmente desconectados del mundo exterior, hasta el punto de que no sabían la fecha ni la hora. Tampoco sabían la duración de su detención ni los cargos que se les imputaban. Durante el interrogatorio se les informó de que su detención era indefinida y que se mantendría hasta el final de la campaña militar en la Franja de Gaza.
Los detenidos dijeron al abogado del PCHR que siguen siendo sometidos a torturas y malos tratos, incluida la privación de alimentos, agua, sueño y la posibilidad de practicar su religión. Algunos detenidos informaron haber perdido entre 20 y 30 kilos de peso debido a la escasez de alimentos y al consumo de agua contaminada, que contiene altos niveles de cloro. También informaron de la falta de suministros de higiene personal, ya que a los detenidos sólo se les permite ducharse una vez cada dos semanas durante dos minutos y en grupo. Esto ha provocado la propagación de enfermedades de la piel entre ellos, especialmente la sarna.
También afirmaron que los obligaban a dormir en colchones extremadamente delgados, en celdas y tiendas de campaña superpobladas y que eran sometidos a palizas, insultos y constantes redadas durante el día y la noche por parte de los guardias de la prisión y sus perros, para infundir miedo y humillación en sus mentes y corazones.
Además, ninguno de los detenidos pudo ver a un médico ni se le proporcionó ningún medicamento ni atención médica. Uno de los detenidos visitados sufre parálisis de las extremidades inferiores con una tasa de discapacidad del 70%. No se le proporcionó ninguna silla de ruedas ni un colchón médico, muletas ni ningún tipo de atención médica. Cuando lo trajeron a la visita, los soldados lo arrastraron. Otros informaron que sufrían úlceras en la piel, sarna, quemaduras como resultado de ser torturados con ácido nítrico y problemas respiratorios.
Cabe señalar que el abogado del PCHR, al visitar a los detenidos en las cárceles y campamentos militares, fue sometido a procedimientos estrictos y humillantes, incluyendo un registro personal muy exhaustivo, esperas muy largas antes de entrar en las instalaciones y la confiscación de todas sus pertenencias, incluidos documentos, poderes notariales e incluso su teléfono personal.
Las reuniones se celebraron en barracones rodeados de alambres de púas que contenían una mesa y una silla. Sobre ellos se colocó una cámara para grabar la entrevista. Las fuerzas de ocupación israelíes llevaron a los detenidos uno por uno con las manos y los pies atados, los ojos vendados y obligados a inclinarse en un ángulo de 90 grados. Una valla de alambre de púas los separaba del abogado y, según se informó, entre cuatro y cinco soldados estuvieron presentes durante la reunión.
La tortura como forma de genocidio
La tortura y los malos tratos sistemáticos y generalizados a los que han sido sometidos los y las detenidas palestinas, así como su desaparición forzada, están intrínsecamente vinculados al genocidio en curso contra los palestinos y palestinas en Gaza. Cabe destacar que el artículo II(b) de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 incluye el “causar lesiones graves a la integridad física o mental de los miembros del grupo” como uno de los cinco actos de genocidio enumerados en él. Cabe señalar que la documentación del PCHR contiene una cantidad exhaustiva de declaraciones genocidas que se han hecho contra los detenidos.
A la luz de las atrocidades en curso, el PCHR reitera su llamado a la comunidad internacional para que tome inmediatamente todas las medidas necesarias para presionar a Israel para que (1) cese su actual genocidio contra los palestinos de Gaza, incluida la tortura y los malos tratos a los detenidos, (2) proporcione información sobre la suerte y el paradero de miles de personas que han desaparecido por la fuerza, (3) libere sin demora a los detenidos arbitrariamente y (4) conceda al Comité Internacional de la Cruz Roja, así como a los abogados, acceso inmediato para visitar a los detenidos.
Además, el PCHR pide a la Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional que investigue a los responsables de la comisión de crímenes del Estatuto de Roma contra los palestinos, incluidos los detenidos palestinos, y que presente más órdenes de arresto contra los funcionarios y comandantes militares israelíes que sean responsables de los crímenes cometidos contra el pueblo palestino.
El PCHR señala que la Dra. Alice Jill Edwards, Relatora Especial sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, no ha abordado ni puesto de relieve adecuadamente la tortura sistemática y generalizada que sufren los y las detenidas palestinas desde hace 14 meses. A pesar de las presentaciones detalladas y basadas en pruebas y los llamamientos urgentes realizados por varias organizaciones palestinas de derechos humanos, entre ellas el PCHR, la Relatora Especial no ha reconocido, investigado ni intervenido adecuadamente en relación con la situación de las personas detenidas palestinas y ha decidido ignorar su sufrimiento y el dolor de sus seres queridos.
Traducción: viento sur: https://vientosur.info/victimas-olvidadas-muertes-tortura-y-desapariciones-forzadas/