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Elecciones en Israel

Victoria ajustada para el partido fundado por Sharon, Kadima, con la participación más baja de la historia

Fuentes: Agencias

El partido Kadima, del primer ministro en funciones, Ehud Olmert, ha ganado las elecciones generales de Israel con un margen menor del esperado, ya que no consigue los suficientes escaños como para gobernar en solitario. Tras declararse vencedor, antes de conocerse los primeros resultados oficiales, Olmert se ha mostrado dispuesto a la «cesión territorial» de […]

El partido Kadima, del primer ministro en funciones, Ehud Olmert, ha ganado las elecciones generales de Israel con un margen menor del esperado, ya que no consigue los suficientes escaños como para gobernar en solitario. Tras declararse vencedor, antes de conocerse los primeros resultados oficiales, Olmert se ha mostrado dispuesto a la «cesión territorial» de su país para alcanzar la paz con los palestinos, a quienes también exige un paso hacia adelante. Olmert, además, considera que con estos resultados electorales los israelíes han respaldado su plan de retirada unilateral de Cisjordania.

Con el 99,5% de los votos escrutados, Kadima obtendría 28 escaños, un resultado peor del esperado. Le sigue el Partido Laborista, con 20 escaños; el ultraortodoxo Shas obtiene 13; el Likud, 12 y el nacionalista Israel Beitenu obtiene 11. Los siguientes por este orden son: la Unión Nacional-Israel Betenu, con 8; y el Partido de los Jubilados, 8, que ha sido la gran sorpresa de la noche electoral. De hecho, no se descarta la eventual presencia de este partido en el futuro Gobierno, debido a su postura favorable al plan unilateral de retirada de Cisjordania propuesto por Kadima. El 0,5% de los sufragios restante corresponde a los votos emitidos por los miembros del Ejército, un resultado que tardará unos días en conocerse pero que no variará el arco parlamentario.

Renunciar a la «amada tierra»

Tras reconocer su victoria, Ehud Olmert ha tenido en primer lugar dos gestos: recordar a Sharon, fundador de Kadima, y acudir al Muro de las Lamentaciones para agradecer el triunfo electoral. Pero Olmert ha apostado por la declaración de intenciones políticas y de gran calado para el futuro del país.

En referencia a las negociaciones con Palestina, Olmert ha asegurado que «no hay alternativa mejor que un acuerdo que se base en una negociación basada en el reconocimiento mutuo, la Hoja de Ruta y por supuesto el cese del terrorismo y el desarme de los grupos terroristas». No obstante, Olmert ha subrayado que si no se puede alcanzar un acuerdo, Israel tomará la iniciativa de fijar unilateralmente sus fronteras.

Olmert se dirigió al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, para decirle que Israel está dispuesto a renunciar a parte de la «amada tierra» con la que ha soñado durante milenios y que espera «escuchar una declaración similar por parte palestina».

Respaldo a la retirada unilateral

Las elecciones se han presentado como un referéndum sobre el plan de Kadima de fijar de forma unilateral las fronteras definitivas de Israel.

Renunciar al odio

«Esperamos una declaración similar de los palestinos y que cumplan su propio sueño renunciando al odio, desarrollando su propia democracia y un futuro de tranquilidad», ha dicho Olmert. «Estamos preparados para trabajar cara a cara para alcanzar este objetivo», han sido las palabras de la primera declaración de Olmert.

El primer ministro en funciones también se ha dirigido a los israelíes y les ha pedido que superen las divisiones internas, «entre judíos y no judíos, religiosos y laicos, sefardíes y ashkenazíes; los que están dispuestos a dividir la tierra y los que no», antes de buscar la paz con los vecinos para lograr el objetivo de lograr «un país democrático, con fronteras permanentes y una mayoría judía permanente».

La participación, en mínimos históricos

Un 57% de los ciudadanos con derecho a voto ha acudido a las urnas hasta las 20.00, con lo que la participación en estos comicios ha sido la más baja de la historia de Israel. En las anteriores elecciones parlamentarias, celebradas en 2003, la participación a esa misma hora era casi seis puntos mayor (62,8%).

En esta ocasión se temía una abstención mayor de lo habitual debido a la situación política especialmente compleja que atraviesa Israel: el anterior primer ministro electo, Ariel Sharon, fundador de Kadima, permanece en coma y sin indicios de recuperación; ningún gobierno se declara dispuesto a retomar las negociaciones de paz con los palestinos tras la victoria de Hamás, a menos que el grupo renuncie al terrorismo; y el jefe del Gobierno en funciones ha puesto sobre la mesa la propuesta de fijar en cuatro años las fronteras definitivas de Israel, retirándose de parte de Cisjordania. La composición del futuro gobierno será clave para este proyecto.

Búsqueda de alianzas

A partir de ahora, Kadima tendrá que optar por una coalición que incluya a la ultraderecha, o bien atraerse a los partidos menores y dejar fuera tanto al Likud como al laborismo. En los últimos días responsables del partido han admitido que tal vez fue un error dar las elecciones por ganadas, una actitud que ha podido empujar a algunos votantes a buscar el voto útil en otros partidos.

Kadima, creado en noviembre pasado por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, se presentó a las elecciones con un programa centrado en un plan para evacuar de forma unilateral parte del territorio de Cisjordania.

Más de cinco millones de electores estaban llamados a votar este martes por uno de los 31 partidos que competían por los 120 escaños del Parlamento israelí (Kneset).

El hundimiento de Likud

Las elecciones de este martes han constatado el definitivo fracaso de la fuerza que ha sido durante años la dominante en el panorama político israelí. El Likud fue desde el año 1977 la fuerza predominante de la política israelí, pero la salida en noviembre pasado del primer ministro, Ariel Sharon -en estado de coma desde el pasado enero cuando sufrió un infarto cerebral-, para fundar Kadima, supuso una verdadera sangría para esa formación.

Sharon decidió abandonar el Likud, partido que el mismo cofundó en 1973, por las desavenencias sobre su política de desconexión, aplicada ya en la franja de Gaza entre agosto y septiembre pasados. El primer ministro fundó entonces Kadima, el vencedor de esta noche, y numerosas personalidades tanto de su partido como del laborismo se sumaron al proyecto, entre ellos el veterano dirigente laborista y padre de los acuerdos de Oslo, Simon Peres.

Palestina advierte del plan de retirada

El primer ministro designado palestino, Ismail Haniye, ha advertido a Israel de que no lleve adelante ningún plan de retirada de forma unilateral porque con ello no traerá la paz a la región. Haniye ha rechazado el plan que propone el primer ministro israelí en funciones y líder de Kadima, Ehud Olmert, para «fijar las fronteras de Israel a expensas de los territorios palestinos ocupados» y que si los sondeos no fallan, el nuevo Gobierno estará en condiciones de llevar a cabo.