Joe Biden, vicepresidente de EEUU, se reunió ayer con el presidente libanés, Michel Sleiman; el primer ministro, Fuad Siniora; el ministro de Defensa, Elias al-Murr, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, durante su histórica visita a Líbano a tan sólo 16 días de las elecciones generales que celebra el país. En sus primeras declaraciones […]
Joe Biden, vicepresidente de EEUU, se reunió ayer con el presidente libanés, Michel Sleiman; el primer ministro, Fuad Siniora; el ministro de Defensa, Elias al-Murr, y el presidente del Parlamento, Nabih Berri, durante su histórica visita a Líbano a tan sólo 16 días de las elecciones generales que celebra el país. En sus primeras declaraciones vinculó la ayuda estadounidense a ese país con el resultado electoral, que podría favorecer al movimiento chií Hizbulah.
Los libaneses están llamados a las urnas el 7 de junio. En estas elecciones Hizbulah y sus aliados se enfrentarán a la coalición antisiria mayoritaria en el Parlamento y que cuenta con el apoyo de EEUU.
Nada más llegar a Líbano, Biden manifestó que su país «evaluará su programa de ayudas en función de la composición y las políticas del Gobierno» que surja de esos comicios. Se trató de una referencia clara a Hizbulah, considerada una organización «terrorista» por Washington. El movimiento chií es minoría en el Parlamento pero podría alzarse con la victoria en las urnas.
«No vengo a apoyar a ningún partido o institución», matizó Biden, antes de agregar que «la composición del Gobierno libanés saldrá de la decisión del pueblo libanés. Nadie puede decidir en su lugar». No obstante, señaló que «yo apelo a quienes piensan situarse del lado de quienes obstaculizan los esfuerzos de paz a no dejar pasar esta ocasión (las legislativas) para alejarse de ellos», también en alusión a Hizbulah.
Hizbulah critica la injerencia
Poco antes de la llegada de Joe Biden a Beirut, Hizbulah criticó la visita de Biden, es el más alto cargo estadounidense que visita Líbano en los últimos 26 años, desde que en 1983 lo hiciera George Bush padre tras el atentado contra un cuartel de marines estadounidenses que dejó 214 muertos y que la Casa Blanca atribuyó al movimiento chií.
La visita de Biden se produce tras la realizada en abril por la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y Hizbulah la consideró una injerencia en el proceso electoral y en los asuntos internos de Líbano, además de denunciar el apoyo de EEUU a Israel.
«Parece que la visita forma parte de la supervisión estadounidense de la campaña electoral a un partido libanés que se siente amenazado políticamente habida cuenta de los cambios regionales y de resultados electo- rales previstos», señaló a France Presse Hassan Fadlalah, diputado de Hizbulah, en clara referencia a la mayoría antisiria .
«Pedimos a todos los libaneses, de todas las tendencias, que impidan una injerencia que representa una violación flagrante de la soberanía libanesa», añadió. Según denunció, «esta visita se produce mientras la Administración estadounidense trata de imponer su visión al futuro Gobierno y de dictar las líneas rojas que limiten su programa».
En un comunicado, Hizbulah indicó que «el alto interés americano en Líbano plantea fuertes sospechas de la razón real que hay detrás de ello, especialmente desde que se ha convertido en una clara y detallada intervención en los asuntos libaneses».
Compromiso «real y serio»
Joe Biden, por su parte, pidió unos comicios «equitativos, libres y transparentes» y reiteró el compromiso «real y serio» de la Casa Blanca con la soberanía de Líbano, para despejar los temores de la mayoría antisiria ante el acercamiento entre Washington y Damasco.
Biden tenía previsto anuncia junto al ministro Al-Murr un paquete de ayuda militar para Líbano. Desde la guerra entre Hizbulah e Israel en verano de 2006, Washington ha ampliado su ayuda militar a ese país para que fortalezca sus Fuerzas Armadas como contrapeso al movimiento chií, única formación libanesa que no depuso las armas tras el final de la guerra civil (1975-1990). Desde verano de 2006, esa ayuda ha superado los 400 millones de dólares.
discriminación
Durante su encuentro con el presidente libanés, Michel Sleiman, Joe Biden le aseguró que «estamos con ustedes para garantizar un Líbano soberano, seguro y con instituciones fuertes».
Renovado interés de EEUU por los Balcanes
El vicepresidente estadounidense, Joe Biden, manifestó en su gira por los Balcanes el renovado interés de la Casa Blanca por esa región todavía frágil y un tanto olvidada por el anterior Gabinete, y reiteró su apoyo a las aspiraciones europeas de Bosnia, Serbia y Kosovo al tiempo que insistió en la necesidad de continuar con las reformas para avanzar hacia su integración en la Unión Europea.
Biden puso fin al impasse en las relaciones entre EEUU y Serbia desde que Kosovo proclamara su independencia. Pese a que el presidente serbio, Boris Tadic, reiteró que nunca la reconocerá, Biden indicó que esto no será una «condición previa» para que EEUU apoye la integración de Serbia en la UE, al considerar que esas diferencias no deben congelar la situación indefinidamente, sobre todo, teniendo en cuenta que Belgrado debe jugar un «papel constructivo de primer orden», en la estabilidad regional.
El vicepresidente de EEUU cree que Tadic juega un papel positivo respecto a la República Srpska (enclave serbio en Bosnia) y que Serbia no tiene interés en absorber la RS. Belgrado ha declarado reiteradamente su apoyo a la integridad territorial de Bosnia y a sus ambiciones europeas.
http://www.gara.net/paperezkoa/20090523/138507/es/Visita-historica-Biden-Libano-vispera-elecciones-cruciales