Traducción: Carlos Sanchis
Mi reacción inmediata al registro de Marwan Barghouti como candidato para la presidencia de la Autoridad Palestina fue positiva. Primero de todo, estoy siempre a favor de los oprimidos. Y ¿quién puede estar más oprimido que un prisionero?.
Segundo, respeto a este hombre. Me he reunido con él para planear actos conjuntos por la paz. Me he manifestado por él y he sido echado por la fuerza del edificio del juzgado que lo procesaba, con un fondo formado por una patulea de derechistas con intenciones de linchamiento aullando.
Tercero, la candidatura de Marwan Barghouti pone el destino de los prisioneros palestinos en la agenda; prisioneros de guerra que son tratados como delincuentes comunes por Israel.
Cuarto, su candidatura (si la ejerce) determinará una fase para un escenario sin precedentes en el mundo árabe: unas elecciones donde la victoria de un candidato no está asegurada de antemano. Una confrontación Abu Mazen-Marwan Barghouti sería una contienda auténtica.
Al repensarlo asumí puntos de vista opuestos.
El mundo entero está siguiendo estas elecciones para ver si el pueblo palestino es capaz de unirse en tiempos de crisis, tras la muerte del Padre de la Nación. En sus 45 años como líder de la lucha por la liberación, Yasser Arafat tuvo éxito en mantener la unidad de su pueblo, una labor casi imposible. Muchos han vaticinado que tras su muerte la nación ser rompería en cientos de astillas. La unidad alrededor de Abu-Mazen ha confundido – al menos hasta ahora- estas esperanzas (o miedos)
No soy un devoto de la «Unidad». El debate y la diputa son la sangre vital de la democracia, y cuando llegue el momento, los palestinos tendrán que debatir sobre el rumbo a tomar en el futuro su lucha de liberación. Pero: ¿ es el momento adecuado?
Creo que no. La división entre los palestinos en este momento proveerá de pretextos a los enemigos de la paz en el liderazgo israelí y norteamericano. Exclamarán con gran gozo: «¿ Veis? «¡No hay con quién hablar!». Es importante para el pueblo palestino mostrarle al mundo que, verdaderamente, hay con quien hablar. Y puesto que tanto el presidente Bush como su guía y mentor, Ariel Sharon, ya han declarado que Abu Mazen es «moderado» y «pragmático», les va a resultar difícil retornar al mendaz eslogan «¡No tenemos compañero!» (Derechos de Copyright: Ehud Barak.)
Además es importante que Abu Mazen sea elegido, y elegido por una amplia mayoría.
Ha de dársele una oportunidad, No sólo a él personalmente, sino a todo lo que representa: la creencia que sin ataques suicidas y sin la intifada armada, los palestinos pueden ahora alcanzar sus mínimas metas nacionales: Un Estado palestino en Cisjordania y en la franja de Gaza, frontera en la Línea Verde (con posibles pequeños cambios de territorio), Jerusalén como capital de los dos estados, evacuación de los asentamientos y un acuerdo para una solución práctica al problema de los refugiados.
Quizás sea una creencia ingenua. Quizás no hay en absoluto oportunidad alguna, quizás ahora son los palestinos los que no «tienen socio». Pero es importante para los palestinos – y para el mundo entero – poner esta creencia a prueba. Después de un año, a finales del 2005, será posible extraer conclusiones- y entonces el tiempo estará maduro para el gran debate entre los palestinos. Si Abu Mazen es capaz de mostrar logros palpables; habrá ganado. Si no, probablemente estallará la Tercera Intifada.
Este debate palestino será la gran oportunidad para Marwan Barghouti de tomar parte y presentar su propio enfoque. Hasta entonces, creo, será bien aconsejado si apoya a Abu Mazen. Después de todo él mismo pensaba eso hasta esta semana.
¿Tienen las esperanzas de Abu Mazen una base real?
Esta semana, el presidente de Egipto, Husni Mubarak, aconsejó a los palestinos que pusieran su confianza en Sharon . Puede hacer la paz, dijo, añadiendo discretamente también » si él quiere.»
El interés de Mubarak está claro. Cada año obtiene un gran subsidio de los Estados Unidos, una donación que es vital para la estabilidad de su régimen. Esta financiación depende del Congreso de los Estados Unidos, al que lenguas maliciosas le llaman » Territorio Israelí Ocupado». Así, está interesado en ser amigable con Sharon y ayudarle en su predicamento presente.
Sharon está en medio de una delicada maniobra política. Le ha largado un puntapié al Partido Shinui, su único socio de coalición que le quedaba para gobernar. El enorme y poderoso Comité Central de su partido no le permite formar una coalición puramente «secular» con el Partido Shinui y con el partido Laborista, así es que tiene que caer en los Ultra-ortodoxos en lugar de los Shinui.
Ahora se asemeja a un trapecista del circo que ha soltado la barra y volando por el aire, tiene que agarrase a otra. Hay muchos en su propio partido que están tratando de empujar lejos la otra barra, para que se caiga al suelo y se rompa el cuello.
Si Sharon no tiene éxito habrá elecciones. Eso significa que durante muchos meses todo el sistema político estará paralizado, la «desconexión» de Gaza no tendrá lugar, la paz estará fuera de la agenda. Esto puede significar el fin de la carrera política de Abu Mazen.
Si, por otra parte, Sharon obtiene su nueva coalición con el Partido Laborista y los Ultra-Ortodoxos, y compra el consentimiento de los ultra ortodoxos a su plan de «desconexión», será el comienzo de una carrera de obstáculos. ¿Conseguirá el gobierno movilizar al público para una retirada de toda la Franja de Gaza?. ¿Será capaz de retirar a los colonos sin un derramamiento de sangre? ¿ Entregará el «Eje de Filadelfia» que aísla la Franja del mundo?. ¿Estará de acuerdo en reabrir el puerto y el aeropuerto de Gaza? ¿ Proporcionará » paso seguro» entre la Franja y Cisjordania? ( Esto fue un punto principal de los acuerdos de Oslo, regularmente violado por todos los gobiernos israelíes desde entonces.)
Todo ello será un corto sprint comparado con el maratón de Cisjordania. Es un secreto a voces que Sharon elaboró el «plan de desconexión» no sólo para librarse el mismo de la responsabilidad de un millón y cuarto de palestinos en la Franja de Gaza, pero principalmente porque así, tranquilamente se anexa el 58% de Cisjordania. ¿Va a abandonar este sueño?
Los optimistas creen que la retirada de Gaza – si verdaderamente tiene lugar, Dios lo quiera – engendrará una dinámica propia. Hay una «Ventana de Oportunidad». Después que Sharon y Bush demonizaran a Yasser Arafat durante años y explotaran el odio orquestado para sabotear cualquier paso hacia la paz, esta coartada ahora ha desaparecido con el mismo líder palestino. También, Bush querrá utilizar su ultima legislatura para conseguir algo significativo. Lo mismo para Simón Peres. La opinión pública mundial lo va a exigir. Europa se involucrará. Europa se involucrará. Sharon puede ser barrido por la corriente que el mismo ha creado. Como dice el viejo dicho judío: » ¡Si Dios lo quiere, hasta un palo de escoba puede disparar!»
Otros son mucho más pesimistas. Apuntan a la legendaria obstinación de Sharon. Va a posponer hablar de Cisjordania hasta la puesta en práctica de su plan de desconexión. Lo que nos llevaría a finales del 2005. El año siguiente, 2006, estará consagrado a las elecciones. Y cosas asís. Mientras tanto, crea «hechos sobre el terreno».
¿Quiénes tienen razón los optimistas o los pesimistas? De verdad, nadie puede hoy predecir lo que sucederá. Depende de muchos factores, incluido el del campo israelí por la paz. No es necesario decir que vamos a cooperar con cualquier liderazgo palestino elegido por su pueblo, y no nos corresponde a nosotros interferir en este proceso.
Un año pasará antes de que sepamos si verdaderamente hay una Ventana de oportunidad» o sólo una «viuda de oportunidad»
4.12.04