Traducido para Rebelión por J. M. y revisado por Caty R.
Me encontré con un comunicado de prensa de JVP (Voz Judía para la Paz) reportando una campaña publicitaria masiva para contrarrestar la Conferencia Anual de AIPAC en Washington. Al parecer, a partir de hoy, levantarán unas 100 vallas con anuncios en el metro de la ciudad con un mensaje simple pero importante: «AIPAC no habla por mí».
AIPAC es sin duda un peligro para la paz mundial y sí, es un hecho positivo que una organización judía afronte su impacto en la política exterior estadounidense.
Pero aún así, las tácticas de JVP son problemáticas. En todo caso, revelan la profunda confusión inherente a la política judía en general y al pensamiento progresista judío en particular.
Por un lado, la campaña de JVP es simple y transparente: dice «AIPAC no habla por mí. La mayoría de los judíos estadounidenses están a favor de la paz. AIPAC no lo está». Pero por otro lado, JVP se queda corto en ofrecer alguna solución universal o ética al conflicto de Oriente Medio.
«Según una encuesta reciente del entrevistador Jim Gerstein «el comunicado de prensa de JVP afirma que el 82% de los judíos estadounidenses apoyan la solución de dos Estados al conflicto israelí-palestino».
Así pues, si he entendido bien, el 82% de los judíos estadounidenses apoya una solución que desestima el derecho de los palestinos más esencial y elemental de volver a su tierra, es decir, apoya la existencia de un Estado judío en la Palestina histórica, a expensas de los palestinos y sus derechos. En otras palabras, los denominados «buenos judíos buscadores de la paz», que son la gran mayoría de los judíos estadounidenses (según JVP), apoyan una solución absolutamente no ética.
Pero la referencia a las estadísticas de Gerstein es aún más vergonzosa. ¿Estamos interesados en lo que los holandeses piensan en cual debe ser la solución del conflicto en Irlanda? ¿Nos importa si los indios aprueban las últimas encuestas italianas? No, no lo sabemos, pero, por alguna razón, estamos desesperados por averiguar lo que los estadounidenses judíos piensan del conflicto palestino-israelí. La razón de esto es obvia. Israel se define como el Estado judío y muchos judíos estadounidenses ven Israel como su patria, y obviamente se preocupan por su patria y su política. A este respecto, el sionismo debe verse como una historia exitosa, una trampa en la que JVP es tan lelo como para caer. Refiriéndose a las estadísticas de Gerstein, el JVP en realidad confirma que los judíos se unen espiritual y políticamente a su Estado judío y por lo tanto están sujetos a un intenso conflicto de identidad.
Chaim Weizmann, el legendario sionista y primer presidente israelí, de alguna manera sabía de todos estos JVP del futuro. Ya en los primeros días del sionismo, observó la inclinación de los judíos hacia la marginalidad política, y escribió «no hay judíos ingleses, franceses, alemanes o estadounidenses, sólo hay judíos que viven en Inglaterra, Francia, Alemania o Estados Unidos». Ya sea que la posición de Weizmann fuera correcta o no, está abierta la discusión, pero claramente, JVP acepta la observación de Weizmann. El JVP se refiere a los estadounidenses judíos como «judíos estadounidenses». Considera que ser judío es una cualidad política primaria y se refiere a ser judío como un grupo etnocéntrico distintivo y marginal.
Curiosamente, el «antisionista» JVP en realidad es la encarnación del sueño húmedo sionista de Weizmann. Puede no estar de acuerdo con AIPAC en algunos temas secundarios como los asentamientos, la ocupación y las políticas israelíes, pero está de acuerdo en lo fundamental. No hay estadounidenses judíos, solamente judíos que viven en Estados Unidos». Y como si esto no fuera suficiente JVP, como AIPAC, apoya la existencia de un Estado único judío en Palestina.
Supongo que desde la perspectiva de Weizmann JVP es sionista hasta los huesos. Promueve abiertamente la solución de dos Estados porque, como AIPAC, se ocupa principalmente de los intereses judíos tribales en lugar de los derechos humanos, la ética o el pensamiento universal.
JVP, como cualquier otro organismo progresista solo de judíos, puede hablar un lenguaje universal, pero todavía piensa tribalmente.
Fuente: http://www.gilad.co.uk/writings/jewish-voice-for-weizmann.html