Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se reunieron este lunes en Luxemburgo con el objetivo de trazar estrategias para arremeter contra Siria e Irán, respondiendo al veto de China y Rusia al Proyecto de Resolución presentado por Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal en el Consejo de Seguridad de la ONU la […]
Los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea se reunieron este lunes en Luxemburgo con el objetivo de trazar estrategias para arremeter contra Siria e Irán, respondiendo al veto de China y Rusia al Proyecto de Resolución presentado por Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal en el Consejo de Seguridad de la ONU la semana anterior.
En una mezcla de prepotencia -impotencia Susan Rice, embajadora estadounidense ante esa organización, atribuyó la posición de China y Rusia, al deseo de esos países de seguir vendiendo armas al régimen de Bashar Al – Assad, acto que calificó de «bofetada al pueblo de Siria», al defender a «dictadores desesperados y crueles». La reacción de Hillary Clinton fue inmediata: «…el Consejo de Seguridad de la ONU no cumplió con su responsabilidad…los países que vetaron el proyecto de resolución, tendrán que dar explicaciones al pueblo sirio». ¿No habrá querido decir, al gobierno de los Estados Unidos?
La Doctrina Carter, promulgada en enero de 1980 subraya (2): «Cualquier intento de una fuerza extranjera por establecer control sobre la región del Golfo Pérsico, será considerada como un asalto a los intereses vitales de Los Estados Unidos de América, por lo cual, tal asalto será repelido por todos los medios que sean necesarios, incluida la fuerza militar»(3). En la zona caracterizada por Zbignew Brzezinski y Bernard Lewis como «arco crítico», Estados Unidos pretende una redefinición de fronteras, de Estados y de regímenes políticos (4). Alrededor de esta «área de crisis» se perfilan dos ejes de poder. Uno integrado por China, Rusia, Irán, países del Asia Central y otro OTAN – Turquía. Los esfuerzos de la Casa Blanca persiguen la balcanización del norte de África y destruir el eje integrado por Siria, Líbano e Irán, lo cual condicionará su expansión hacia el este.
El «caos constructor» sustenta como teoría la estrategia imperial para destruir toda forma de resistencia, arrojando a las masas hacia el desconcierto y condicionando la estabilidad de las élites. Los grupos opositores – muchas veces con la asesoría y el financiamiento de los centros de poder – son utilizados para consumar los intereses de dominación. Sin embargo es evidente que no cuentan con un programa político, de transformación social, y constituyen marionetas que entregan sus naciones a los inversores extranjeros.
El 26 de septiembre Benjamín Netanyahu – primer ministro israelí – planteó que queda poco tiempo para que Irán logre construir armas nucleares. Algunos analistas políticos anticipan una orden de la Secretaría de Defensa de los Estados Unidos para que Israel bombardee Irán, intentando evitar que el gobierno de Mahmoud Ahmadinejad gane tiempo. De suceder -parece improbable – pudiera recibir la respuesta conjunta de Siria e Irán, unidas en un acuerdo militar suscrito en 1998 y ratificado en el 2006 – 2008.
La Casa Blanca y la Unión Europea mueven con celeridad sus piezas contra Siria e Irán. Este domingo la América Latina intervino de forma directa en la situación Siria, a través de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América (ALBA) al enviar una representación a ese país (5). Después de entrevistarse con Bashar Al – Assad, el canciller venezolano Nicolás Maduro sentenció: «lo primero que vamos a hacer es decir la verdad sobre la guerra mediática y psicológica que hay contra el estado árabe…vamos a apoyarlos en todos los organismos internacionales empezando por la ONU… la ONU no puede ser un instrumento de guerra para los países imperialistas o el sionismo».
Estados Unidos, por su parte, nombró esta semana a Robert Stephen Ford como embajador en Damasco, brazo derecho de John Negroponte cuando era el «verdugo de Honduras», quien dirigió con mano de hierro la representación diplomática estadounidense en Iraq. Este domingo el diario sirio Al Baath acusó a Stephen Ford de respaldar a grupos antigubernamentales armados y existen evidencias de su participación en una protesta junto a los opositores al gobierno aduciendo «defender la democracia».
El clima de tensión se acentúa no sólo en esa área geográfica, sino a nivel global. Como señaló el Director Nacional de Inteligencia para los Estados Unidos, John Michael Mc Connell, Rusia y China también constituyen «amenazas mortales» para la Casa Blanca. Rusia tiene mucho poder energético lo cual puede revertirse en poder político. China está generando un equilibrio de poder preocupante para la Casa Blanca – y que será contrarrestado a toda costa, como evidencia el proyecto de ley que busca ejercer presión sobre China con el objetivo de que aprecie el valor de su moneda. Fue aprobado por la Cámara de Representantes y ahora deberá hacerlo el Senado, antes de que pueda ser firmado por Barack Obama.
De las tres dimensiones del poder estadounidense: militar, económico, y cultural – este último poder blando o solf power -, el poder económico está seriamente fracturado. Por tanto la construcción del poder se asienta en el potencial militar – poder duro o hard power – sobre el cual se sustentan tres objetivos medulares: salvar el mito del crecimiento económico, constituir un negocio, y controlar las reservas energéticas planetarias. Como asegura André Criscaut: «…la política internacional se ha mediorientalizado en una suerte de neo medievalismo de grandes sectores y bolsones de riquezas contenidos dentro de un marco de protección y seguridad militar». El gobierno de los Estados Unidos utilizó los sucesos del 11 -S para sustentar la construcción de poder desde el eje estratégico-militar, donde evidencian ventajas comparativas.
Notas:
- En el texto del Proyecto de Resolución se ofrecía un plazo de 30 días al presidente sirio Bachar al-Assad para poner fin a la violencia contra los manifestantes y comenzar un proceso de reformas. De incumplir con la resolución, el proyecto proponía al Consejo evaluar sanciones contra el gobierno sirio. Rusia y China afirmaron que votaron en contra pues el texto se fundamentaba en una filosofía de la confrontación.
- «La geopolítica de la energía», publicado por el Centro para los Estudios Internacionales y Estratégicos (CSIS) en noviembre de 2000, extiende la teoría de la doctrina Carter no sólo al Medio Oriente sino a todas las regiones con grandes reservas petroleras.
- Creó la Fuerza Conjunta de Tareas de Despliegue Rápido (Rapid Deployment Joint Task Force-RDJTF), un conjunto de fuerzas designadas para ser empleadas en el Medio Oriente, pues hasta ese momento no existía una infraestructura para cumplir ese fin. En 1983, el presidente Reagan transformó la RDJTF en Comando Central (Centcom), nombre que aun se mantiene. El Centcom ejerce la autoridad sobre todas las fuerzas de combate norteamericanas desplegadas en el área del Golfo Pérsico incluyendo Afganistán y el Cuerno de África.
- El área nombrada como «arco crítico» abarca desde el Golfo de Guinea hasta el Mar Caspio pasando por el Golfo Pérsico
- Estuvieron presentes los cancilleres de la República Bolivariana de Venezuela y de Cuba, Nicolás Maduro y Bruno Rodríguez, el ministro de Comunicación boliviano, Iván Canelas, el subsecretario de Exteriores ecuatoriano Pablo Villagómez y la embajadora de Nicaragua en Naciones Unidas, María Rubiales.