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¿Y ahora, nucleares sí?

Fuentes: Ciberlinea.com

Hace unas semanas saltaron las alarmas en el mundo del ecologismo cuando James Lovelock hizo unas declaraciones que corrieron como pólvora por diferentes foros (Creator of the Gaia Hypothesis Urges Nuclear Power) Estas mismas declaraciones, que seguramente han sido mal interpretadas en varios de esos foros, hoy han transcendido hasta las publicaciones en papel, levantando […]

Hace unas semanas saltaron las alarmas en el mundo del ecologismo cuando James Lovelock hizo unas declaraciones que corrieron como pólvora por diferentes foros (Creator of the Gaia Hypothesis Urges Nuclear Power) Estas mismas declaraciones, que seguramente han sido mal interpretadas en varios de esos foros, hoy han transcendido hasta las publicaciones en papel, levantando tanto revuelo que este tema pasa a ser portada de revistas como Muy Interesante en septiembre-2004.

¿Nos están pidiendo que cambiemos de actitud? ¿Ha llegado el momento de plantearse ese cambio de actitud? ¿Y ahora, nucleares sí? Veamos como está la situación.

James Lovelock
En primer lugar decir para todo aquel que aun no lo conozca que James Lovelock es el creador de la ‘Hipótesis Gaia’, corriente filosófica que encuentra a sus principales adeptos entre los ecologistas, de ahí la importancia de que precisamente sea esta persona la que plantee esta nueva situación. Lo que Lovelock viene a decirnos es que nuestro planeta se enfrenta a un acuciante problema, el de una continua y creciente demanda energética. Al ritmo que crece esta demanda energética, el problema va a estar en cómo cubrir esa demanda. Los combustibles fósiles son además de cada vez más caros, finitos, responsables del calentamiento global del planeta y por lo tanto del cambio climático que venimos sufriendo. Visto así, son la peor de las soluciones. Las energías alternativas son ideales, pero de momento insuficientes y lo van a seguir siendo durante muchas décadas. Finalmente ya sólo queda plantearse como solución real el uso de las centrales nucleares. No es que Lovelock haya dado un giro en sus planteamientos y de pronto se haya posicionado a favor de las centrales nucleares, sino que entiende que la demanda energética va a estar ahí, que lo agentes sociales van a cubrirla sea como sea y por lo tanto plantea el uso de las centrales nucleares como la vía menos mala.

Despilfarro energético
Es cierto que vivimos en una sociedad con creciente demanda energética, es más, yo diría que vivimos en una sociedad con una creciente actitud despilfarradora. Recuerdo el lugar en el que trabajaba anteriormente, en el que se daban situaciones que me resultaban muy irritantes. Allí podíamos llegar a tener según la temporada unas 3 horas para salir a almorzar. Bien, pues lo irritante era ver como había personas que todos los días dejaban encendidos sus PCs durante esas tres horas. Por supuesto estas máquinas no realizaban durante ese tiempo ninguna actividad, de ahí el considerar esta actitud despilfarradora. Si en ese lugar había docenas de PCs, dónde estoy ahora hay cientos y al multiplicarse el número de usuarios evidentemente se ha multiplicado el número de despilfarradores de energía. Hay casos sangrantes, como el del usuario al que se ha dotado con un PC, que llega al trabajo por la mañana, enciende la máquina, realiza su trabajo sin tocar para nada en toda la jornada el PC y lo apaga al marcharse. Tenemos aquí un PC encendido durante toda una jornada que no se ha tocado y usado nada más que para encenderlo y apagarlo. Pues bien, estos no son los casos más sangrantes, otros usuarios simplemente dejan sus PCs encendidos las 24 hora del día, fines de semana incluidos. Extrapolemos esta situación a todos esos despachos y demás puestos de trabajo que conozcamos y veremos que el despilfarro energético es realmente inmenso. Medio en broma medio en serio se me ocurre pensar que Windows95 debe de ser el sistema operativo más ecológico que ha existido en la historia. Eran tan frecuentes sus cuelgues, que los usuarios aprovechaban cualquier oportunidad para apagarlo y así a la vuelta poder encenderlo de nuevo y tenerlo lo más estable posible.

Detalles
Además de los casos evidentes de despilfarro energético, hay otros que nos pasan totalmente desapercibidos, pero están ahí. Manuel Toharia en su programa de TV ‘Atlantia’ nos contaba algo muy curioso. Habían calculado cual podría ser, aproximadamente pero con datos que pretendían ser lo más reales posibles, el consumo energético que provocan en un país como España todos esos leds/lucecitas que muestran el estado de espera/Standby de nuestros electrodomésticos. Hablamos de esa luz pequeñita que nos indica que nuestro televisor está en modo espera, pendiente de que pulsemos el mando a distancia para encenderse automáticamente. La realidad es que en cada casa suele haber varias de estas luces que están encendidas 24 hora al día 365 días al año: la del televisor, la del equipo de sonido, vídeo, homecínema, otros aparatos en las cocinas modernas, despertadores, aires acondicionados,… Los cálculos de consumo que mostró Toharia eran impactantes. Todos los hogares de un país, con esas pocas lucecitas andando los 365 días del año, arrojaban un consumo energético anual realmente exagerado. Y sin embargo ahí está esa demanda energética, que hacemos de forma casi inconsciente, pero que sabemos va a seguir creciendo con el paso del tiempo. Sumémosle a este consumo el de los puesto de trabajo, el de esa impresora que no se apaga nunca que está también encendida los 365 días al año, la luz de nuestros monitores que realmente nunca apagamos, la fotocopiadora, el fax… Si estos detalles que normalmente se nos escapan ya provocan un elevado consumo energético en nuestra sociedad, pensemos en las máquinas, cada vez más presentes en todos nuestros procesos productivos y sobre todo en algo que parece más necesario que evidente de cara al futuro, la progresiva sustitución de nuestros actuales automóviles con motores de combustión por otros con motores eléctricos. Toda esta creciente demanda energética, principalmente de energía eléctrica, habrá que cubrirla, cómo?

Las centrales nucleares de hoy
No pretendo hacer un alegato a favor de las centrales nucleares, nada más lejos de mi intención, sino más bien intentar despertar vuestras conciencias para evitar esos consumos innecesarios, como medida para intentar paliar en parte esa creciente demanda energética. Está claro que la demanda energética existe, que crece continuamente y que los agentes sociales (típicamente políticos) van a hacer todo lo posible para cubrirla, o de lo contrario crearían una crisis social. Lovelock da un giro a favor de la energía nuclear basándose en el estado tecnológico actual de las modernas centrales nucleares. Las centrales de hoy poco o nada tienen que ver con las que se instalaron hasta la década de los 80, tristemente famosas por desastres como el de Chernobyl. Las centrales nucleares de hoy están tecnológicamente mucho más avanzadas, son mucho más seguras, más eficientes, los residuos nucleares, que siguen estando ahí, también se tratan de forma más eficiente, en definitiva, no son como las de antes y se ha avanzado sobre todo en su seguridad, y a esto es a lo que se agarra Lovelock, insisto, proponiendo este giro a favor de la energía nuclear como la solución menos mala. De las energías alternativas algunas incluso cuentan ya con muchos detractores y es que la eólica en concreto supone un tremendo impacto visual. La mareomotril, dónde se puede usar? La solar, siendo la solución ideal, tampoco es aplicable en según que zonas del planeta y en cualquier caso la energía obtenida con ella no suele ser suficiente, aunque el futuro promete. Como vemos ni tan siquiera la suma de las energías alternativas es ni será capaz de cubrir nuestras demandas como sociedad, así que no nos queda más remedio que plantearnos seriamente el problema.

¿Quieres tener una central nuclear cerca de ti? ¿No? Pues ahorra energía.

© Pedro Capiscol
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