Traducido del árabe para Rebelión por Antonio Martínez Castro
¿Hay que empezar rezando?
De acuerdo: «quien sitia un campo de refugiados es un criminal, aquel que mata de hambre o sed es un criminal y quien calla ante una injusticia perpetrada contra un pueblo es un criminal» ¿y luego?
Esta es una afirmación que viene repitiendo la oposición al Gobierno sirio enemiga de la Resistencia libanesa que, en su mayor parte, ya sea por la trayectoria, la ideología, la política o la geografía, nunca ha estado del lado de los palestinos ni se ha sobrecogido por los atropellos y asesinatos que han padecido. Otra afirmación que se viene repitiendo desde que murió Ariel Sharon es: «Sharon ha muerto tranquilo al ver que hay en Yarmuk quien completa lo que él empezó en Sabra y Chatila».
Quien quiera creerse que Sharon es capaz de hacer gestos solidarios, que se lo crea.
Quien piense que con una consigna imbécil como esa puede ayudar a los palestinos es un mediocre. Y libres son los palestinos de creérsela o no.
Pero la verdad es otra,
Yarmuk no es Sabra y Chatila,
Siria no es el Líbano,
El ejército sirio no es el ejército israelí de ocupación ni el ejército libanés de milicias racistas,
Los grupos armados del campo no son revolucionarios palestinos,
La corriente salafista palestina no es la OLP,
El camino a Palestina no pasa por Damasco.
La cruda verdad debe ser dicha por mucho que algunos enredadores intenten explicarla al gusto yihadista de estos días en sintonía con el Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS). Además es una verdad que debe ser arrojada a la cara de los palestinos en primer y último lugar; al pueblo antes que a los dirigentes y a los refugiados antes que a los del interior, los de la tierra usurpada en el 48, Cisjordania y la Gaza liberada en forma de enorme prisión.
La cruda verdad es que la responsabilidad de lo que sucede en Yarmuk es al cien por cien de los palestinos. Esta verdad se basa en la dura realidad y quien la niegue o piense lo contrario que empiece reconociendo, sin consignas, que los palestinos en Siria son ciudadanos que han disfrutado de lo que no ha disfrutado ningún otro palestino en ningún otro lugar del mundo, ni siquiera en Cisjordania y Gaza. Sin embargo también es cierto que los palestinos de Siria, al igual que los sirios, conocen la opresión, la oligarquía y la miseria, y además han sufrido el fastidio de vivir en un campo y las prácticas de fuerzas palestinas próximas al poder en Damasco.
Pero ¿qué pasa hoy en Yarmuk?¿¿Quién lo ha convertido en su objetivo para destruirlo? ¿Quién ha espoleado a los palestinos para que se vean implicados en derrocar el gobierno Bashar al Asad?
La cruda verdad es que desde mediados de 2011 el campo de Yarmuk está en el corazón de la crisis siria. Nadie imaginaba que el campo fuese a mantenerse neutral, así como nadie con dos dedos de frente esperaba que parte de los vecinos de Yarmuk fuese a alzarse en armas contra al Estado sirio. Los enfrentamientos en el campo empezaron antes de que parte de los palestinos se sumasen a la «revolución», después controlaron un sector importante y finalmente lo convirtieron en base de los grupos armados de la «revolución siria».
El ejército sirio respondió bombardeando el campo y causando la muerte de rebeldes armados y también de civiles. Después vino la gran huida quedándose en el campo aquellos que se niegan a trasladarse sin cesar y los grupos armados con sus familias. Desde hace muchos meses y hasta hoy el campo es refugio de: Estado Islámico de Iraq y Siria (EIIS), Yabhat al Nusrah, Liwa Ahrar al Sham, Liwa Ahfad al Rasul, Liwa al Tawhid, Alwiya al Furqan…
Pero el grupo más destacado es el conocido como Kataib Aknaf Bait Almaqdis compuesto por miembros de Hamas. A pesar de que el mando de Hamas ha declarado que dicho grupo está fuera de la estructura de la organización, no ha condenado sus acciones y su líder es uno de los principales hombres de la seguridad personal de Jaled Mashaal, presidente de la oficina política de Hamas. Además miembros de esta organización proporcionan ayuda logística a los grupos armados que operan fuera del campo y fuera de Damasco como han demostrado los datos aportados por Hizbulá sobre Quseir y otras zonas de Siria, cuyos túneles se han hecho a la manera en la que Hizbulá entrenó a Hamas para introducir armas en la Franja de Gaza y hacer frente a las agresiones israelíes durante la etapa de cooperación conjunta.
Aún así el ejército sirio no ha entrado en el campo y no entrará. Esta es una decisión conocida por todos, incluso por los grupos armados que permanecen allí dentro porque saben que el ejército sirio no entrará. Por lo tanto no habrá una solución definitiva mientras los palestinos no exijan a los grupos armados que salgan y dejen el campo al margen de todo problema sirio interno.
La cuestión de fondo va más allá de Yarmuk y guarda relación con la postura predominante que han adoptado los movimientos islamistas tanto de la Palestina histórica como de la diáspora. La cuestión es que la masa del pueblo palestino debe saber que la actitud de los islamistas en Egipto y Siria contradice los principios básicos sobre el futuro de su causa y está causando desastres similares a los producidos por las conspiraciones de los sucesivos regímenes árabes.
En este contexto, ¿qué palestino puede explicar ese entusiasmo para atacar al Gobierno de Bashar al Asad en Damasco? ¿En interés de quién destruyen Siria aliándose con los enemigos de Palestina?
¿Alguien puede explicarnos el ardor que lleva a un joven palestino del 48 o de Cisjordania o de Gaza a dar la vuelta al mundo para llegar a Siria e inmolarse en lugar de atravesar unos pocos metros para reventarse contra la ocupación israelí? No está de más que aporte unos cuantos datos sobre la «contribución» de los yihadistas palestinos a los combates de Siria.
Según un informe de la BBC (15/12/2013), desde el principio de la crisis han muerto 30 palestinos que salieron de Gaza para combatir en Siria, mientras que se estima que el número total de los gazauíes que combaten en Siria supera las 70 personas. Una fuente salafista de Gaza declaró en el canal France 24 que «hay decenas de yihadistas que han salido de Gaza para hacer la yihad en nombre de Dios en Siria». El destacado dirigente del movimiento salafista de Gaza, Abu Abdallah al Maqdisi, declaró a la misma emisora que estima que unos 27 yihadistas han salido de Gaza para luchar en Siria y que de entre ellos algunos han vuelto, otros han muerto, así como hay quien está herido y permanece allí, y quien ha dejado Siria para ir a otros países.»
Entre los muertos se cuentan los suicidas Dr. Wisam el Atal y Fahed el Habbash. En la homilía oficial que el gobierno de Hamas rindió a éste último lo llamaba «mártir yihadista» en Siria. Además los Cuerpos de Intervención y Mantenimiento de la Paz de la policía de la Franja de Gaza han anunciado mediante esquelas que Al Habbash murió en Homs en las filas de Yabhat el Nusrah. Su hermano dijo al medio de comunicación británico que Fahed «quiso combatir a los chiíes de Siria».
También está Mohammad Qunayta que era un mando de las Brigradas Izz el Din el Qassam y que murió en las filas del EIIS a cuyos combatientes se encargaba de entrenar. También está Mohammad Yihad el Zaanin (23 años) que murió igualmente en las filas del EIIS. El movimiento salafista de Gaza anunció que «Abdallah es un mártir que murió en operación suicida en la tierra bendita de Al Sham». Del mismo modo el Centro Ibn Taimiya de Gaza despidió en homilía a Nidal el Aashi y Saad Shaalan como «mártires del Movimiento Salafista en la tierra de Al Sham».
Según estimaciones del Centro General Meit Amit de Información sobre Inteligencia y Terrorismo perteneciente a Patrimonio Histórico de los servicios de inteligencia israelíes ( www.terrorism-info.org.il ) entre 15 y 20 palestinos de los árabes del interior participan en los combates de Siria, además de unos cuantos de Cisjordania. El informe también indica que el mayor número de palestinos que lucha en Siria procede de Jordania.
Entre los palestinos del 48 que han muerto en Siria está Muayed Zaki Ighbariya del pueblo de Msharifeh próximo a Umm el Fahem (lo despidió su familia en septiembre de 2013).
¿Qué hacen? ¿Por qué lo hacen? ¿Quién los ha convencido de que su problema está en Siria? La única salida para los refugiados palestinos de los campos sirios es hacer una revisión radical.
Quien quiere liberar Palestina no se junta con los asesinos que trabajan a las órdenes de EE.UU. y al servicio de las fuerzas criminales de la ocupación israelí.
Ibrahim al Amin es redactor jefe del periódico libanés al Akhbar.