Quizás a estas horas ya lo han hecho, o quizás no, han retrasado su falso juicio a Ahed Tamimi durante más de tres meses por el temor al escándalo que supone condenar a una niña que lucha por la libertad de Palestina y se atreve desde hace años a hacerles frente como colonialistas y como […]
Quizás a estas horas ya lo han hecho, o quizás no, han retrasado su falso juicio a Ahed Tamimi durante más de tres meses por el temor al escándalo que supone condenar a una niña que lucha por la libertad de Palestina y se atreve desde hace años a hacerles frente como colonialistas y como sionistas.
En estos días, ya, se ha sabido que van a «juzgar» a Ahed Tamimi. Los colonialistas, a falta de razón, quieren ocultarse en lo más oscuro de un edificio al que llaman «juzgado», y allí a puerta cerrada y sin que esté presente ninguna persona, pretenden sentenciar a la niña a años y años de cárcel por haber dado un bofetón a un ocupante colonial, representante de la miseria humana.
Los colonialistas no quieren que les veamos ni les oigamos, quieren llevarse allí a Ahed Tamimi, y de allí los miliares saldrán escondiéndose como es su condición.
Ahed Tamimi, te enseño mi mano para que veas que ya he abofeteado al mercenario ocupante, a todos los mercenarios ocupantes desde 1948 hasta hoy, y continuaré haciéndolo con los nuevos si es que los hubiere, así hayan escupido sobre todas y cada una de las Resoluciones de la ONU, del Consejo de Seguridad, de los Acuerdos de Ginebra, de las sentencias del Tribunal Internacional de La Haya, de las denuncias de todos los pueblos del mundo…
Sus desafíos no los hacen legales, sólo los descubren más y más enemigos de la Humanidad.
Ahora, cuando después de más de tres meses de tener prisionera a Ahed Tamimi, los colonialistas, la vergüenza de la Humanidad, quieren condenar a quien con todo el pueblo de Palestina lucha por su independencia, por la vuelta de los refugiados, por la libertad de los prisioneros, por el fin del apartheid, por el fin de los asentamientos coloniales, por la devolución de todo lo que les han robado, por el honor de sus mártires que han sido y son ejemplo de conciencia, de lo que es justicia de verdad, ahora los colonialistas quieren decir, escondiéndose en un cuarto oscuro y sin presencia de nadie, que son más fuertes que nunca condenando a una niña a la cárcel, y es así como sin poder impedirlo les sale del estómago un grito, para que lo oiga todo el mundo, diciendo que son criminales de guerra, que esa acusación internacional responde a su ocupación neocolonial de Palestina.
Yo abofeteo a un soldado colonialista israelí, a uno tras otro, como lo hizo Ahed Tamimi.
Lector, lectora, ahora que quieren juzgar a nuestra niña Ahed por ser valiente, hazlo conmigo, di conmigo: Yo abofeteo a todos los soldados colonialistas israelíes, como lo hizo Ahed Tamimi. Los abofeteo por el daño que han hecho al pueblo palestino, por la libertad de Ahed, por la libertad de todos los prisioneros y prisioneras de Palestina, y lo hago por la libertad de Palestina.
Ramón Pedregal Casanova, es autor de los libros: «Gaza 51 días», «Palestina. Crónicas de vida y Resistencia», «Dietario de Crisis», «Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero», y «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios». Presidente de la Asociación Europea de Cooperación Internacional y Estudios Sociales AMANE. Miembro de la Comisión Europea de Apoyo a los Prisioneros Palestinos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.