Ciudadanos estadounidense piden refugio en México para conseguir atención médica, a la que no tienen acceso en Estados Unidos.
Ciudad Juárez (México)- Mientras el presidente de EE.UU., Donald Trump, se empeña en criminalizar a los inmigrantes que llegan a su país, un nuevo fenómeno comienza a suceder en la frontera con México: ciudadanos estadounidense piden refugio en México para tener un acceso razonable a la salud. Ya no se trata de estadounidenses que se retiran a países del sur para vivir cómodamente con los dólares de sus pensiones. Poco a poco van siendo más los casos de estadounidenses que pasan las de Caín para tener acceso a servicios de salud que se les niega en su país.
En la Casa del Migrante, en Ciudad Juarez, han conocido varios casos de estadounidenses que llegan a pedir ayuda como migrantes sin recursos. El pasado fin de semana llegó a la Casa del Migrante Juan Pérez, ciudadano nacido en Texas, hijo de mexicana, de 58 años de edad y técnico de computadoras, inhabilitado para trabajar por una insuficiencia renal grave. Recibe una pensión por su invalidez que es insuficiente para vivir al norte de la frontera y las medicinas que recibe del MedicAid son las más baratas y dejaron hace tiempo de ser efectivas para su condición. Las medicinas que necesita son inaccesibles para él en EE.UU. con lo que recibe de pensión. Así que decidió emigrar a México. Hace unos días se quedó sin dinero y acudió a pedir ayuda a la Casa del Migrante, donde reside temporalmente con otros migrantes mexicanos y centroamericanos que viajan en sentido contrario.
En la Casa del Migrante puede dormir tranquilo, comer y asearse dignamente y le están ayudando con el consulado estadounidense para que pueda cobrar en México su pensión por invalidez. «Estoy tratando de emigrar para encontrar un lugar donde sanar. Busco una casita chiquita donde descansar, ir al médico. Allí las medicinas cuestan mucho y aquí hay medicamentos que allá no lo tienen», explica Pérez. Sostiene que buscando ayuda efectiva en EEUU para su condición, «un hombre» le habló de que en México se podían encontrar. Quiso demandar para conseguir que se las proveyeran en EE.UU., pero «un abogado me dijo que no vaya a la Corte con un caso así porque ellos son muy poderosos». Buscó distintas opciones con la ayuda de su abogado, pero decidió que la mejor alternativa era cruzar a México. «Muchos están haciendo lo mismo que yo para sanar y descansar (…) Es trágico, pero no podemos pagar las medicinas allá. Es trágico que allá solo me querían dar medicinas baratas que no me hacen nada. Tengo Medicaid, pero el dinero que paga no es suficiente», lamenta. «Aquí me están ayudando a buscar una casita. Si no, tengo que volver a EEUU donde no tengo nada ya», añade. Sobre la política de cero tolerancia a la inmigración de Trump, expresa que también «es trágico que se trate así a los mexicanos, que son buenos, que son trabajadores».
Notas desde la frontera entre EE.UU. y México – Primera parte: http://rebelion.org/noticia.php?id=243599
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