Recomiendo:
9

¿’Exceso de capacidad’ de China o ‘exceso de ansiedad’ de Estados Unidos?

Fuentes: Rebelión

La teoría del “exceso de capacidad” de China se ha convertido en el último argumento mediático para tratar de justificar las medidas proteccionistas de la Unión Europea y Estados Unidos contra China.

Una de las personas que ha lanzado esta absurda, como veremos, teoría ha sido la secretaria del Tesoro de Estados Unidos Janet Yellen. Toda su argumentación se dirige a intentar obstaculizar las industrias de nuevas energías de China y en concreto a los vehículos eléctricos, las baterías de litio y las instalaciones fotovoltaicas.

La industria de nueva energía de China está logrando importantes avances dentro de la competencia mundial y está aportando un suministro relevante para favorecer la transición verde mundial, en respuesta al cambio climático, y aliviando la presión inflacionista global.

Es precisamente por este progreso industrial de China que Estados Unidos quiere que este país recorte sus capacidades en los sectores industriales emergentes de mayor prosperidad.

De acuerdo con El País, Janet Yellen ha advertido sobre el aumento de la inversión empresarial teledirigida por la política industrial de China hacia los vehículos eléctricos, las baterías de ion-litio y la energía solar: “China es ahora demasiado grande para que el resto del mundo pueda absorber esta enorme capacidad”.

“Los coches chinos invaden Europa”, gritan al unísono periódicos y televisiones.

“La invasión del coche eléctrico chino solo acaba de empezar: Pekín prepara decenas de buques para inundar el mundo”, titula elEconomista.es.

¿Tiene China exceso de capacidad en los coches eléctricos y las energías renovables?

Es evidente que no. Se trata tan solo de argumentos políticos para intentar dañar a la industria china utilizando la manipulación mediática para confundir a la opinión pública. Veamos las cifras:

El término «exceso de capacidad» se ha referido siempre a la situación donde la capacidad de producción en ciertas industrias excede la demanda del mercado en el país donde se encuentran. Y siempre en relación con sectores industriales que por el tipo de inversiones que requieren no tienen fácil adaptarse a las oscilaciones de la demanda, como el acero.

Si nos fijamos en el cuadro de las exportaciones de los cuatro principales países este último año 2023, vemos que China tan solo exporta el 15,9 % de los vehículos que produce (no demasiado lejos de los que importa), mientras que Alemania exporta el 75,5 % de su producción automovilística. ¿Cómo es posible acusar de “exceso de capacidad” a China y no a Alemania, Corea del Sur o Japón?. Sencillamente, ocultando la información y manipulándola.

Además, los mercados norteamericanos y europeos son mercados saturados de coches. Estados Unidos tiene 872 vehículos por cada 1.000 habitantes, Alemania 633 por cada 1.000 habitantes, España 629 por cada 1.000 habitantes. En cambio, China como país emergente en desarrollo tiene una demanda latente que tardará unos cuantos años en poder satisfacer, tiene tan solo 225 vehículos por cada 1.000 habitantes (Datosmacro.com, Expansión. Cifras de 2021).

¿Quien tiene en realidad “exceso de capacidad”? No es China. Y lo que Occidente tiene es, sobre todo, un exceso de ansiedad. No soporta el liderazgo tecnológico e industrial de China en el campo de las energías renovables y está dispuesto a sacrificar los objetivos de descarbonización ante el cambio climático con tal de frenar el ascenso chino.

Y es que los vehículos eléctricos de fabricación china son cada vez más económicos, y sus nuevos modelos son cada vez más espaciosos, más seguros y, en general, mejores, además de cargarse más rápido. La fuerte competencia entre la multitud de fabricantes de coches eléctricos existentes en china es la que genera esta revolución industrial. Por ejemplo, en este 2024 está ya anunciado el lanzamiento en China de 71 nuevos modelos de automóviles.

Estamos ante una estrategia geopolítica de Occidente contra el progreso de China en el sector de las nuevas energías que se disfraza de argumentación económica, que se encuentra vacía de contenido y realidad, y que los medios afines de Occidente repiten sin ningún análisis crítico.

Los nuevos aranceles norteamericanos

El pasado día 14 de mayo, Estados Unidos anunció nuevos aranceles sobre los vehículos eléctricos (EV) chinos, las baterías y componentes de litio, las células fotovoltaicas, los semiconductores y otros productos chinos. Los aranceles sobre los vehículos eléctricos chinos importados se cuadriplicarán, pasando del 25 por ciento al 100 por ciento. El panel de expertos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ya dictaminó que la anterior subida de aranceles violaba las reglas de la OMC. Con esta nueva subida Estados Unidos ignora aún más las reglas del comercio internacional.

Se trata de medidas propagandísticas contra China que difícilmente van a afectar a las exportaciones de este país y si a las empresas norteamericanas. Las ventas de vehículos eléctricos (EV) de empresas chinas en Estados Unidos son prácticamente testimoniales y las únicas exportaciones desde China de EV son las de las empresas automovilísticas norteamericanas que fabrican en China. Y de forma similar ocurre con las baterías y las células fotovoltaicas.

Limitar el comercio mundial por razones políticas para perjudicar a la economía china solo provocará problemas en las empresas occidentales, que verán caer sus ventas en el mayor mercado de vehículos del mundo que es China y que contribuirá al declive de las empresas que no compitan en el mercado. Los GEOS de las principales empresas automovilísticas occidentales ya se han expresado con rotundidad contra esta política norteamericana, desde Carlos Tavares, director ejecutivo de Stellantis, hasta los de Mercedes-Benz o Volkswagen.

De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), oficialmente 2023 ha sido el año más cálido jamás registrado. El informe de la OMM indica que en 2023 se establecieron nuevos niveles récord para los tres principales gases de efecto invernadero.

En la actual situación de urgencia para abordar la transición verde y descarbonizar la economía y mitigar el cambio climático, bloquear las exportaciones chinas de nuevos productos energéticos no tiene sentido. Y solo retrasará y encarecerá la transición verde en Occidente.

En palabras de Wang Yi, ministro de Asuntos Exteriores de China, recogidas por Sputnik, «Parece que algunos en Estados Unidos han perdido la razón en su afán por asegurar la hegemonía unipolar estadounidense. Tomar medidas sin escrúpulos contra China no demuestra la fortaleza de Estados Unidos, sino que solo revela que Estados Unidos ha perdido la confianza y el rumbo«. «No detendrá el desarrollo y el rejuvenecimiento de China, sino que incitará aún más a los 1.400 millones de chinos a seguir adelante con mayor determinación«.

(Artículo publicado inicialmente en China información y economía)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.