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¡Dignidad y libertad!

1.600 por 6.500 para 11 millones de palestinos

Fuentes: Rebelión

Huelga de hambre Coincidiendo con el Día del preso Palestino, 17 de abril, 1.600 presos políticos palestinos en las mazmorras del ocupante sionista, declaran una huelga de hambre indefinida, hasta conseguir sus peticiones básicas de trato humano, bajo el lema de «Dignidad y libertad». Las peticiones se engloban en los artículos que regulan las leyes […]

Huelga de hambre

Coincidiendo con el Día del preso Palestino, 17 de abril, 1.600 presos políticos palestinos en las mazmorras del ocupante sionista, declaran una huelga de hambre indefinida, hasta conseguir sus peticiones básicas de trato humano, bajo el lema de «Dignidad y libertad». Las peticiones se engloban en los artículos que regulan las leyes internacionales en materia del trato a los presos y en especial a los presos de una población bajo ocupación. Quieren mejorar condiciones como el régimen de visitas familiares, permitiendo a los niños visitar a sus padres sin acoso, las negligencias médicas, el cierre de hospitales, la liberación de los presos enfermos, la política de traslado entre cárceles y juzgados o el fin de la detención administrativa o políticas de aislamiento. «Tras haber pasado los últimos 15 años en una cárcel de Israel, he sido testigo y víctima del sistema ilegal israelí de arrestos arbitrarios masivos y maltrato de presos palestinos», denuncia Marwan Barghouti, que arrastra cinco cadenas perpetuas, «Después de agotar todas las opciones, decidí que no hay otra alternativa que resistir a estos abusos haciendo una huelga de hambre», añade este líder junto a otros de esta huelga de hambre masiva.

Motivos

La penosa situación de los presos palestinos es denunciada por ONG y por organismos de la misma ONU. Por ejemplo; Amnistía Internacional pide al ocupante sionista el fin de política «ilícita y cruel» con presos palestinos. El Centro Palestino para los Derechos Humanos, PCHR está extremadamente preocupado por la vida de los miles de presos y presas palestinas, en huelga de hambre desde hace catorce días en las cárceles israelíes, para protestar por el deterioro de sus condiciones de vida y la privación de sus derechos humanos más básicos. Según el reglamento del Servicio Penitenciario se considera un delito que un recluso rechace su comida, y por tanto aquellos que participen de la huelga podrían recibir sanciones disciplinarias. Estas medidas ya están siendo practicadas a los huelguistas, algunos ya pasan sus días en los agujeros de aislamiento, o están siendo privados de los servicios básicos y también se practica el traslado de cárceles para aminorar el efecto de la huelga. Todo ello en clara e infraganti violación de los DDHH.

Ejemplos:

Mussa’ab Bashir expreso político en las cárceles del ocupante sionista y consejero editorial de la Revista PALESTINA DIGITAL, habla de su experiencia personal: «los presos palestinos tardan tres días para llegar a su destino de 60 km. (hospital, juzgado…) con varias paradas de muchas horas. Nos montaban en un autobús con asientos metálicos «posta» y frenaban fuerte para que nos cayéramos y nos hiciéramos daño, estando esposados, lo que nos impedía agarrarnos (de hecho muchos se lastimaban)». Fragmento de su testimonio de una charla en Madrid.

Acciones

En apoyo de los presos se está movilizando la población palestina junto a los familiares de los presos, lo que está encadenando una serie de manifestaciones frente a las cárceles, que son brutalmente reprimidas por las fuerzas de ocupación, también se están desarrollando huelgas generales en los territorios ocupados. Llama la atención la inhumana y fascista acción de un grupo sionista, asando al carbón brochetas de pollo para quebrar la voluntad de los presos palestinos en huelga de hambre. La parrillada se realizó frente al principal centro penitenciario israelí en Cisjordania, no es de extrañar que los sionistas hagan estas manifestaciones, que se pueden considerar muy leves, frente a sus masacres cometidas contra los palestinos, en esta ocasión asaban pollos, pero sus acciones llegan a quemar vivos a jóvenes palestinos, como el caso de Mohamed Abú Judeir. Este crimen consigue la simpatía y el apoyo de «ONG» sionistas como Honenu, autoproclamada organización de asistencia, que proporcionó fondos a Yosef Ben-David, uno de los asesinos del adolescente palestino. El palestino, de 16 años, fue quemado vivo tras ser secuestrado en 2014.

Activismo

La solidaridad para con los presos en huelga de hambre, sucede en todas partes del mundo, el activismo pro los DDHH de los palestinos, no deja de crecer y consigue que instituciones del ámbito político, social y académico se sumen a esta lucha desigual contra la violación de los derechos básicos de una población bajo la ocupación. Pero no puedo dejar pasar de largo de esta lucha, mi denuncia por la muy nefasta división del activismo en la ciudad de Madrid, donde los personalismos y la lucha subterránea de facciones palestinas, hace su mella en esta. Me encuentro ante fragmentaciones de este activismo sin sentido, formados a veces por la venganza personal, donde los sables brillan y sus sonidos ya se escuchan alto y claro, marcando líneas de actuaciones de grupos minúsculos muy diferenciados, como si de un combate a muerte se tratara. ¡Vergonzosa actitud!

Ellos

Los presos políticos en huelga de hambre han dejado bien claro que su lucha numantina es por sus derechos que les otorgan las leyes internacionales, que están siendo denegados y violados por la potencia ocupante. Ellos al día de hoy son 1.600 presos que empezaban la huelga tomando agua y sal, pero insisten en que dejarán de tomarlo si sus reclamaciones no son aceptadas. Ellos lo hacen con la asistencia de sus compañeros de celdas, los 6.500 presos, con el latido de los corazones de 11 millones de palestinos y el aliento de millones de personas defensoras de los DDHH activistas por la justicia.

¡Dignidad y libertad!

Abdo Tounsi. Editor de la Revista Palestina digital

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.