La Campaña Nacional de Alfabetización de 1961 benefició a más de 700.000 cubanos y permitió declarar la isla, a finales de año, Territorio Libre de Analfabetismo (la tasa se redujo del 23,6% -cifra anterior a la victoria revolucionaria- al 3,9%). Antes que finalizara el plan en diciembre, Fidel Castro anunció en el Teatro Chaplin de […]
La Campaña Nacional de Alfabetización de 1961 benefició a más de 700.000 cubanos y permitió declarar la isla, a finales de año, Territorio Libre de Analfabetismo (la tasa se redujo del 23,6% -cifra anterior a la victoria revolucionaria- al 3,9%). Antes que finalizara el plan en diciembre, Fidel Castro anunció en el Teatro Chaplin de La Habana que 234.000 alfabetizadores populares y brigadistas estaban embarcados en la tarea, y que la cifra iba en aumento. La participación de las mujeres fue muy significativa; «todos los analfabetos, absolutamente, proceden de las familias humildes», declaró el Comandante. Un ejemplo similar ocurrió en 1980, tras el triunfo de la revolución en Nicaragua. La Cruzada de Alfabetización promovida por el Gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) movilizó a 95.500 estudiantes, maestros y trabajadores de la salud, que enseñaron los rudimentos de la lectura y la escritura a 406.000 nicaragüenses; de ese modo, el índice de analfabetismo pasó del 50,3% al 12,9%.
Son algunos antecedentes del método de alfabetización «Yo Sí Puedo», ideado por la pedagoga cubana Leonela Relys (1947-2015) en 2001 a propuesta de Fidel Castro. El método se basa en una cartilla con letras y números, 17 vídeos que incluyen 65 lecciones y un manual para los maestros; la iniciativa comprende tres etapas: preparación (10 clases), aprendizaje de lectura y escritura (42) y fase de consolidación (13). Una de las orientaciones para los educadores es el respeto por las características individuales y socio-culturales de cada alumno; además hay que evitar las órdenes (son preferibles los estímulos), el tono autoritario y ante el cansancio, señalar un cambio de tareas. En 2006 la UNESCO otorgó el Premio de Alfabetización «Rey Sejong» al Instituto Pedagógico Latinomericano y Caribeño (IPLAC) de Cuba; así reconocía la aplicación «con éxito» del programa en 15 países, entre otros Ecuador y Venezuela.
La asociación La Guerrilla Comunicacional ha producido el documental «Leo a la vida», dirigido por Julio Suárez y con guión de Sebas Parra, sobre la maestra y doctora en Ciencias Pedagógicas Leonela Relys. El audiovisual, filmado en Cuba, Haití, Nicaragua, Venezuela y Santa Eugènia de Ter (Girona), ha sido premiado este año en los festivales World Woman Awards de Yakarta (Indonesia) y Sant Andreu de la Barca (Barcelona). La película se estrenó en diciembre de 2017 en La Habana, en la 39ª edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. «Leonela fue una modesta maestra de escuela con total vocación», apuntan los autores de «Leo a la Vida». Según la UNESCO, al menos 750 millones de personas en el mundo son analfabetas (dos tercios, mujeres); el problema afecta a una parte importante de los 192 desempleados que hay en el planeta, añade el organismo de Naciones Unidas. «Pero el peor analfabetismo es el político, el que está en la raíz de todos los demás», afirma Sebas Parra tras la presentación del documental en Valencia, en un acto organizado por la Asociación Valenciana de Amistad con Cuba José Martí.
Sebas Parra se remite a las palabras del poeta y dramaturgo Bertolt Brecht sobre el analfabeto político, de cuya ignorancia «nace la prostituta, el menor abandonado, y el peor de todos los bandidos que es el político trapacero, granuja, corrupto y servil de las empresas nacionales y multinacionales». ¿Qué relevancia tiene la formación política? Parra da cuenta de la conversación entre Fidel Castro y Hugo Chávez, en la que el líder cubano espetó: «No creas Hugo que en Venezuela hay cuatro millones de oligarcas» (es aproximadamente el número de votantes que rechazaron la reforma de la Constitución de Venezuela -promovida por el Gobierno bolivariano- en el referéndum de 2007; o los votos obtenidos por el candidato derechista, Manuel Rosales, en las elecciones presidenciales de 2006). Algunos ejemplos de la intencionalidad política pueden rastrearse en el estado español. En 2011 Izquierda Unida (IU) de Sevilla hacía balance de la aplicación del método «Yo sí Puedo» en la ciudad: mil personas alfabetizadas, muchas de ellas mujeres de más de 70 años. El punto y final a la iniciativa llegó con Juan Ignacio Zoido, del PP, alcalde de Sevilla entre 2011 y 2015 y exministro del Interior.
En 2007 Leonela Relys publicó su tesis doctoral «Yo sí Puedo: Un programa para poner fin al analfabetismo». En 2013 La Guerrilla Comunicacional editó el libro «De América soy hijo… Crónica de una década de alfabetización audiovisual» y, en marzo de ese año, dedicó la entrevista del mes a la alfabetizadora cubana. Leonela Relys Díaz resumía de este modo en la entrevista el método «Yo Sí Puedo»: «A partir de lo conocido, que es el número que ya estudiamos, se pasa al fonema o letra que el alumno desconoce y con el que se establece una relación; los pasos son, por tanto, número, fonema-letra e imagen; porque la imagen da una confianza extraordinaria en el aprendizaje». Así, el alumno observa la imagen de una casa y, sin haber aprendido a leer y escribir, expresa el vocablo «casa». Desde ese momento, «casi todos creen que saben leer», sostiene la profesora, que con 15 años participó en la Campaña Nacional de Alfabetización y en 2009 recibió el Premio Nacional de Pedagogía de la Asociación de Pedagogos de Cuba.
Un segundo paso tuvo como escenario la República de Haití, donde Leonela Relys participó entre 1999 y 2001 en una campaña de alfabetización por radio en lengua creole; en la isla caribeña comprendió la influencia de los medios audiovisuales para la educación, así como el vínculo entre analfabetismo y extrema pobreza (un estudio de la CEPAL, de 2004, señalaba una esperanza de vida al nacer en Haití de 49,1 años, mientras la tasa de pobreza se situaba en el 76% y el 20% de la población más favorecida percibía el 68% del ingreso nacional). La experiencia de la maestra fue previa a la aplicación del método «Yo sí Puedo» en el país de las Antillas, que se produjo en agosto de 2010 y, en dos años, contribuyó a que 150.200 haitianos mayores de 15 años aprendieran a leer y escribir, informó el periódico Granma. «Los sistemas educativos en el mundo capitalista tienden a ser excluyentes; el analfabetismo existe por las injusticias sociales», concluía Leonela Relys.
La pedagoga fue autora o coautora de una veintena de libros y militante del Partido Comunista de Cuba. Consideraba que la metodología educativa que ideó tenía un carácter colectivo, ya que cuando ésta se adaptaba a las lenguas quechua, aimara o al suahili de Tanzania, eran estos pueblos los que aportaban su lengua y su cultura. El documental de 70 minutos aporta testimonios de los indígenas Rama Cay de Nicaragua, que aprendieron con el sistema «Yo Sí Puedo» adaptado a su entorno. A finales de agosto el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba informó que, con el programa de Leonela Relys, «se logró alfabetizar a 180.000 personas en las zonas más intrincadas de Nicaragua desde 2006 hasta la actualidad». Orlando Pineda Flores, coordinador de la Asociación de Educación Popular Carlos Fonseca Amador (AEPCFA) de Nicaragua y coordinador de la Campaña en este país, resalta que hoy millones de personas no sólo saben poner su nombre en un documento, sino que son capaces de leer el entorno político y socioeconómico.
Los autores de «Leo a la Vida» subrayan que 12 millones de personas de más de 30 países aprendieron a leer y escribir con el apoyo de la metodología cubana. La presidenta de la Fundación Misión Robinson, Lilian Oropeza, informó a Venezolana de Televisión de que la colaboración entre Cuba y Venezuela en la iniciativa «Yo sí Puedo» ha hecho posible que más de 1,2 millones de venezolanos terminaran los estudios de sexto grado; este balance, recogido por la agencia Prensa Latina, se podría extender a países como Bolivia, Panamá, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Argentina, México o Guinea Bissau. Pero, con independencia de las estadísticas, ¿Quién era Leonela Relys? «Una maestra extraordinaria; para ella lo fundamental era estar en el aula y compartir con los alumnos; disfrutar además con el olor de la pizarra y la tiza», resume su hija, Amarilys Oro Relys, en la película de La Guerrilla Comunicacional.
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